Bruselas, 15 Octubre 1995
Señor diputado:
Como ya sabrá Vd., por los efectos que ocasiona en sus funciones de diputado europeo, Europa se enfrenta cada vez más con el problema de la comuncación; tanto en lo que respecta al funcionamiento de sus instituciones como en lo que afecta a la vida de sus ciudadanos.
Esta cuestión tiene efectos igualmente importantes para la financiación de la Unión, y en consecuencia para los ciudadanos-contribuyentes, en la medida en que representa más del 40% del gasto de las instituciones (llegando al máximo el Tribunal de Justicia, con el 60%). Por otra parte, la libertad de circulación y de trabajo, a pesar de creación del mercado único, sigue siendo muy relativa para las clases menos priviligiadas y así seguirá en tanto la Unión no se dote de un instrumento de comunicación ágil, de acceso fácil para quien no haya obtenido un diploma de grado superior o universitario.
Y ello cuando el mercado único europeo contempla la formación de un competidor nuevo y particularmente peligroso con la formación de un mercado de ambas Américas, prevista para el 2005, mercado que tendrá, al revés que el de la Unión, una gran movilidad de trabajo y grandes oportunidades de desarrollo al tratarse de un área de habla fundamentalmente anglo-española.
Es cierto que hoy - no tenemos reticencias en admitirlo - hay una lengua, el inglés, que tiende a detentar la posición de lengua vehicular europea y mundial. Pero esta función de lengua de comunicación no es realmente un fenómeno neutro como muchos quisieran hacer creer. Elegir el inglés (cosa distinta a la situación presente, en que la preponderancia del inglés se padece), podría ser también una solución. Que a nuestro juicio, sin embargo, conllevaría riesgos enormes. En particular, porque consagraría la desigualdad entre los anglófonos de lengua materna y los demás, entre los que hablan el inglés de Shakespeare (muy pocos entre los no anglosajones) y los que hablan "el inglés de los pilotos" (la gran mayoría de los no anglosajones).
Por estas razones (y por muchas otras sobre las que podríamos, caso de que Vd. lo desee, enviarle informes y estudios universitarios), pensamos que ha llegado la hora de hacer figurar en el orden del día de Europa, y, en primer lugar, de sus instituciones, la cuestión de la comunicación y de la democracia lingüística. Algo que podría llevarse a cabo planteando en una primera fase el esperanto como lengua puente para las traducciones e interpretaciones y como lengua de referencia jurídica, y, posteriormente, con la introducción de la enseñanza del esperanto como segunda lengua en todas las escuelas de la UE.
Para empezar a concertar las fuerzas de los que opinan que éste es efectivamente un problema grave y que hay que afrontar urgentemente, sometemos a su consideración el texto de un llamamiento (que esperamos, con vivo interés, que merezca el honor de su firma), y le invitamos a redactar, siguiendo el ejemplo de otros colegas del Parlamento Europeo, que, a solicitud de nuestros amigos esperantistas, ya lo han hecho, una breve declaración para subrayar la necesidad de abordar este problema.
Esperando poder contarle en el número de los que opten por plantear con determinción y urgencia este problema frente a la opinión pública y en el seno de las instituciones europeas, le rogamos, Sr. diputado, que acepte nuestros cordiales saludos.
Giorgio PAGANO Olivier DUPUIS
Secretario de la Asociación Secretario del Partido Radical
Radical "Esperanto" transnacional y transpartido
PS. usted puede inviar el llamamiento y su declaración a:
Partido Radical - centro de coordinación - REM 508. fax. 284.91.98, 284.91.97.