SUMARIO: La moción específica presentada por Antonio Stango y Nikolai Jramov y aprobada por el Consejo federal celebrado en Roma del 2 al 7 de enero de 1990 con 53 votos a favor y una abstención, se dirije al Soviet Supremo de la URSS pidiendo la aprobación de una ley que reconozca el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar.
El Consejo Federal del Partido Radical Transnacional, reunido en Roma del 2 al 7 de enero de 1990, dirije un llamamiento al Soviet Supremo de la Urss, así como a toda autoridad soviética institucionalmente competente para que lo más pronto posible se pueda aprobar una ley que reconozca el derecho a la objeción de conciencia en la Unión Soviética e instituya el servicio civil alternativo.
El reconocimiento de dicho derecho, y la consiguiente institucoón del servicio civil en sustitución del servicio militar para aquellos a los que su conciencia les impida prestar servicio militar, constituye una necesidad urgente y real, teniendo en cuenta que en la Urss se cuentan por decenas las personas condenadas con la cárcel por haberse negado a reclutarse. Así mismo, subrayamos la necesidad de que el servicio civil sea, como su propio nombre indica, tal que se pueda prestar en servicios de utilidad pública, y no administrado por instituciones militares con una duración de carácter punitivo, es decir que no constituya un castigo y que su duración no exceda la del servicio militar.
Nos remitimos a las instituciones soviéticas para que inmediatamente, sin más demora, la aprobación de la ley que instituya el servicio civil alternativo sea una realidad, se proceda a desencarcelar a los objetores de conciencia condenados con la privación de la libertad por su rechazo a servir en el ejército soviético, como por ejemplo nuestro compañero inscrito al Partido Radical Oleg Gorshenin, de la ciudad de Orsk, en la región de Sverdlovsk; pedimos así mismo que no se efectúen nuevos arrestos en detrimento de aquellos que ya han anunciado su rechazo a servir al ejéricto debido a sus convicciones, como Serghej Polosov, militante radical de Leningrado.
Estamos convencidos de que en la Unión Soviética no podrá llevarse a cabo una auténtica democracia sin el respeto y el reconocimiento jurídico de la libertad de conciencia y del derecho a negarse a prestar el servicio militar, derecho decretado por la Resolución L73 de la Comisión en pro de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas y del Parlamento Europeo.