( LIBERTAD PAR EL TIBET/DEMOCRACIA PARA CHINA-FAX ! - N.62 )
Boletín informativo sobre las campañas del Partido Radical Transnacional por la libertad del Tíbet y por la democracia en China.
"I truly believe that individuals can make a difference in society. Since periods of great change such as the present one come so rarely in human history, it is up to each of us to make the best use of our time to help create a happier world".
Tenzin GYATSO, el XIV Dalai Lama, 1992
Número 62 del 14 de Agosto 1997
Redaccion: Tiziana Falletti
Tel: +32-2-2304121 - Fax: +32-2-2303670
mailto:T.Falletti@agora.stm.it
http://www.agora.stm.it/pr
telnet:Agora.stm.it
Distribución: Alberto Novi
Rue Belliard 89, Rem 5.08 - 1047 Bruselas (B)Tel: +32-2-2304121 - Fax: +32-2-2303670
Publicado en inglés, francés, español, italiano, húngaro, croata y rumano.
___________________________
DE VACACIONES EN GINEBRA...
Una delegación del Partido Radical Transnacional está presente estos días en Ginebra para tomar parte en las reuniones de la 49º sesión de la "Subcomisión de ONU para la Prevención de la Discriminación y Protección de las Minorías". Otra ocasión que permite subrayar la gravedad de las violaciones de los derechos humanos en distintas partes del mundo, por medio del uso y abuso de la pena capital y la violación continua de los derechos de las minorías.
Continúa el debate sobre el Satyagraha por la libertad del Tíbet ocupado. Publicamos en este número la primera contribución de un miembro de la comunidad tibetana en el exilio: Jamyang Norbu, figura de la comunidad tibetana en Estados Unidos.
Renovamos la invitación a todos nuestros lectores para que participen en este espacio de reflexión.
___________________________________________________
GINEBRA: EL PR EN LA ONU SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS
Se han iniciado en Ginebra las reuniones de la 49º Sesión de la "Subcomisión de la ONU sobre Prevención de la Discrinación y Proección de las Minorías". El Partido Radical Transnacional participa en ella en calidad de Organización No Gubernamental de 1º categoría.
En particular el PR ha presentado mociones y recomendaciones sobre los siguientes puntos del orden del día:
- sobre la administración de justicia y el respeto de los derechos de los detenidos.
En esta moción el Pr condena la persistencia de la práctica de condenar a la pena capital y pide la puesta en libertad de Wei Jinsheng y de los presos políticos chinos.
- sobre la violación de los derechos de las minorías.
A partir de la situación en el Kosovo y en Macedonia el PR solicita la apertura de negociaciones internacionales bajo los auspicios de la ONU y de la Unión Europea.
- Sobre la puesta en páctica de los derechos económicos y sociales
La práctica de estos derechos sigue siendo decididamente insuficiente en China, donde las condiciones de trabajo son aberrantes y peligrosas, en tanto las autoridades gubernativas praqctican la intolerancia y la discriminación religiosa respecto a las poblaciones musulmanas del Turquestán Oriental y a las budistas de la Mongolia Interior y del Tíbet, por medio incluso de la colonización de comarcas enteras y la práctica de traslados forzosos de pobladores chinos.
- sobre el fortalecimiento de los derechos de la mujer
En este documento, el PR parte de la situación de las mujeres en Timor Oriental y de los pueblos indígenas de Papúa Occidental, en Bangladesh y en Nigeria.
__________________________
DEBATE SOBRE EL SATYAGRAHA
Publicamos en este número del Tibet Fax un artículo de Jamyang NORBU, miembro de la comunidad tibetana en EE.UU. Se trata de una larga reflexión en la que el autor analiza la relación entre la noviolencia y la lucha tibetana. Aunque está escrito en un contexto diferente del referido al satyagraha, creemos que este artículo contiene importantes elementos de reflexión para nuestro debate. Agradecemos calurosamente a su autor por darnos la ocasión de publicarlo aquí.
__________________________________________________________________
ALGUNAS VERDADES GANDIANAS SOBRE EL MOVIMINETO DE PAZ TIBETANO (7)
Noviolencia y nonación
por Jamyang Norbu
En el compromiso infatigable del Dalai Lama y sus seguidores de definir la lucha tibetana como acción absolutamente noviolenta, dirigida por un grupo compuesto por individuos excepcionales desde un punto de vista espiritual (que preferirían renunciar a su propio país antes que cometer un acto de violencia cualquiera), la verdad ha resultado ser, desgraciadamente, la primera de las víctimas. La misión de necesidad discutible, aunque de intención piadosa, de iluminar la historia y los acontecimientos contemporáneos del Tíbet a través del prisma rosa de la ideología pacifista oficial ignora el sacrificio y el coraje de miles de tibetanos que han combatido por su libertad, lamas y monjes incluidos, que tomaron las armas por la libertad de su propio país. He expuesto ya en otros artículos de manera detallada mis opiniones a este respecto y quizá no fuese necesario que las repita en este momento.
Deseo comentar el tema en este medio principalmente para llevar al ánimo de los lectores algunas observaciones relativas a la "verdad" y a la "noviolencia" atribuídas a un hombre altamente cualificado para expresar su opinión personal sobre la cuestión. El Mahatma Gandhi entendía que el amor a la verdad era una cualidad humana más importante que la noviolencia. Definía sus propios métodos como Satyagraha, es decir "firmeza en la verdad", y pensaba que términos tales como "pacifismo" o "noviolencia" no conseguirían transmitir exactamente el espíritu esencial de su propia filosofía de la acción.
Las ideas de Gandhi relativas al 'ahimsa' o noviolencia no eran simplistas. Reconocía que el hecho mismo de vivir hacía precisa la 'himsa'es decir, la destrucción de la vida, aunque fuese en muy pequeña medida. Participó como camillero en la guerra de los Boers, en la rebelión de los Zulúes y en la Primera Guerra Mundial, y explicó a continuación su concepción de ello: "Me parecía absolutamente claro que tomar parte en una guerra no era coherente con el 'ahimsa'. Pero no siempre se concede al individuo la visión clara de lo que es preciso hacer. Muchas veces los sostenedores de la verdad se ven forzados a vagar por la oscuridad".
No trató de justificar el papel que había desempeñado personalmente en estas guerras, aunque fuese sólo un papel limitado: "Desde el punto de vista de la 'ahimsa', no hay distinción alguna entre combatientes y no combatientes", opinaba Gandhi. "Quien se limita a curar a los heridos en combate no puede ser absuelto de las culpas de la guerra. La cuestión es sutil. Admite las diferencias de opinión y por este motivo he expuesto mi teoría de la manera más clara posible a los que creen en el 'ahimsa' y se esfuerzan al máximo en practicarlo en el camino de la vida".
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Gandhi apoyó las disposiciones de reclutamiento de los indios en el ejército. Se comprometió hasta personalmente en la recluta de soldados, para desencanto de muchos. "Eres un discípulo del 'ahimsa'", le dijeron algunos de sus seguidores, " cómo puedes pedirnos que tomemos las armas?"
La respuesta de Gandhi indica que éste consideraba en ocasiones como prioritaria la responsabilidad social de un individuo y sus deberes frente a su propio país respecto incluso a una fuerte convicción moral como la noviolencia. Decía: "reconozco que debíamos y hemos decidido apoyar al Imperio en su hora de peligro de modo incondicional y evidente, y esperamos convertirnos en el futuro inmediato en su interlocutor como los otros 'Dominions' ultramarinos... Haré lo posible para que la India ofrezca a todos sus hijos más fuertes en sacrificio al Imperio en este momento de dificultad, y sé que de este modo la India se convertirá en el socio favorito del Imperio y las discriminaciones raciales pasarán a ser cosa del pasado."Uno de los argumentos esgrimidos por Gandhi durante la leva militar de los indios no fue particularmente bien recibido por los ingleses. "Entre los muchos atropellos del dominio británico en la India", decía Gandhi, "ninguno pasará a la historia como más terible que el haber privado a una nación entera de las armas. Si queremos la abrogación de la Ley de Armas , si queremos aprender a usar armas, esta es una oportunidad increíble".Cuando los invasores pakistaníes entraron en Cachemira e iniciaron la marcha hacia Srinagar, tras la anexión de aquélla a la India ocurrida el 26 de Octubre de 1947, los elementos más punteros de Cachemira, incluídos el marajá y el sheik Abdullah, lanzaron llamamientos al Primer Ministro Nehru, que mostró ciertas dudas.
Al fin, como consecuencia de la insistencia de Patel, Nehru ordenó proceder a los militares. Patel requisó los aviones disponibles en la India con ayuda de la radio e inició las operaciones aéreas. Un Gandhi al fin aliviado dijo a Patel: "Cuando oí hablar de la invasión del Pakistán me sentí muy abatido y angustiado. Pero cuando empezó la operación Cachemira me he sentido muy orgulloso de ellos, y por cada avión cargado de material y armas, de munición y de equipos, me siento orgulloso." Gandhi aclara su postura al decir: "Toda injusticia y violación cometida contra nuestra tierra debería defenderse con la violencia en los casos en que la noviolencia no resultase posible... Si la defensa es posible mediante la noviolencia, sea bienvenida, puesto que esto es lo que yo preferiría. Si de mí dependiese, no tocaríais ningún arma, sea pistola o no. Pero nunca quisiera ver a la India en un estado de impotencia". (Sardar Vallabhbhai Patel; India's Iron Man, B. Krishna, Harper Collins India, 1998.)
Pero a pesar de las excepciones que pueda haber considerado Gandhi aceptables por parte de naciones e individuos con objeto de autodefensa, era ciertamente un celoso defensor del 'ahimsa'. Murió como consecuencia de la bala disparada por su asesino porque consideraba que los guardaespaldas suponen una condescendencia con la violencia para la defensa personal. Soy de la opinión de que, aunque Gandhi fue un defensor convencido de la ideología noviolenta, no se dejó cegar hasta el punto de no comprender la realidad o de propagar esa ideología de forma deshonesta. No dudó en defender que el recurso a la violencia no podía evitarse del todo en el curso de la historia humana.
Tanto se admire a Gandhi por su noviolencia, por su espiritualidad, por su amor a la verdad o por su coraje (encuentro que para mí son las dos últimas las cualidades más fascinantes del personaje), creo que no hay duda de que los tibetanos y sus aliados tenemos mucho que aprender de su vida y misión para nuestra lucha. En la sociedad tibetana del exilio, líderes y políticos alaban a Gandhi de manera a veces monótona y casi ritual, pero se emplean pocas energías en el estudio de sus obras, lo que es una verdadera lástima. Aunque se pueda disentir de algunas ideas de Gandhi (personalmente tengo cierta dificultad con sus opiniones acerca del celibato y del vegetarianismo), la claridad y la honradez de su pensamiento resplandecen en todos sus libros y artículos.
Las opiniones de los tibetanos sobre la noviolencia parecen confusas e ingenuas en conjunto, y, en algunos casos, parecen tener por origen doctrinas mágicas propias del pensamiento tibetano tradicional. El portavoz de la Asamblea del Pueblo Tibetano , declaró en una ocasión, de forma bastante fantasiosa, que si el 50% de los tibetanos estuviesen en circunstancias de entender la doctrina de la "Truth Insistence", los chinos se verían obligados a evacuar el Tíbet en menos de tres meses. El Dalai Lama no hace afirmaciones tan extravagantes para apoyar su propia doctrina de la "Vía Intermedia" <"Middle Way">. Ambas concepciones, sin embargo, están basadas en el pensamiento metafísico tradicional y dejan traslucir una imperfecta comprensión de la política de los estados nacionales y de las realidades darwinistas del mundo contemporáneo. Gandhi, gracias a su formación jurídica londinense, a la subsiguiente práctica de la misma y del activismo en Sudáfrica y a la lectura de pensadores occidentales contemporáneos, parece comprender más a fondo las realidades de su propio tiempo. Por ello fue capaz de de desarrollar un estrategia de la noviolencia, que, a pesar de los límites señalados por algunos intelectuales indios contemporáneos, consiguió su objetivo principal, liberar a la India del dominio británico.
Por mucho que Gandhi se considerase a sí mismo como un producto de su propia cultura tradicional, cuyos signos externos eran el 'dhoti', la caña de bambú y las sandalias de madera, su pensamiento político y social se inspiraba en gran parte en el liberalismo europeo del siglo XIX antes que en doctrinas indígenas o tradicionales. Su fe en la noviolencia es, de alguna foram, típicamente hinduísta. Por propia confesión, el pacifismo de Gandhi se inspiró principalmente en el Semón de la Montaña y en Tolstoi. Su defensa de los derechos de la mujer y su aversión a la división en castas derivaba con certeza del pensamiento occidental de su tiempo. Incluso su primera profundización en el budismo parece inspirada en la lectura de 'Light of Asia', de Edwin Arnold.
En Sudáfrica Gandhi emplea métodos de agitación política típicamente británicos: escribe cartas a los periódicos, promueve la presentación de peticiones, fundó una organización política de carácter asociativo, cuya contabilidad llevó puntualmente, creó una pequeña biblioteca y organizó reuniones regulares con conferencias, debates y toma de decisiones en grupo. Escribió, además, dos opúsculos.
Tres pensadores de su tiempo ejercieron gran influencia sobre Gandhi. Las ideas sobre la desobediencia civil y la no cooperación se inspiran en Thoreau. Sus convicciones pacifistas encuentran sus fuentes en Tolstoi, en particular en su libro "El Reino de Dios está dentro de Vosotros" . La doctrina social de Gandhi se inspira en "Hasta el Final", de Ruskin, cuya influencia sobre él fue notabilísima. Lo leyó en un viaje en tren de un tirón y sin dormir, en un viaje de Johannesburgo a Durban, y decidió modificar su propia vida en consecuencia. "De estos libros, el que produjo una transformación inmediata y concreta en mi vida fue "Hasta el Final". Muy pronto lo traduje al gujarati con el título de Sarvodaya (el bienestar de todos)."Enel curso de la historia del hombre otros "confesores de la verdad", se vieron oblligados, como Gandhi, a "tantear en la oscuridad", en algún momento de sus vidas, en el intento de conciliar los deberes frente a la nación y al pueblo con el amor a la paz. No todos los grandes líderes optaron por las mismas soluciones que Gandhi, y no por ello les consideramos de menor estatura moral que la del Mahatma.
Abraham Lincoln es lo que se pede encontrar en la democracia americana como más próximo a un santo. El hecho de que haya dado la batalla por la conquista de la democracia, por la integridad de la nación y por acabar con la esclavitud no borra tan fácilmente el enorme precio pagado por el pueblo americano por el rechazo de Lincoln a aceptar una nación confederada separada. Es preciso tener presente que Lincoln no fue llevado a la guerra con engaños ni forzado a ella por políticos y generales agresivos. De hecho, durante los primeros años de guerra, Lincoln tuvo serias dificultades en hacer bajar al campo a los generales unionistas, prudentes en demasía, contra las fuerzas confederadas.
En una óptica pacifista, Juana de Arco no podría considerarse sino como una mujer violenta, sin duda. Antes de su entrada en la escena, el conflicto entre ingleses y franceses se desarrollaba "con intensidad limitada", a causa de la falta de efectivos y de la pérdida del sentido moral del ejército francés. Bajo la guía y gracias a la inspiración de Juana de Arco, la violencia se hace particularmente intensa, pero se consigue alcanzar la libertad de Francia del dominio inglés.
La paz es ciertamente preferible a la guerra y la noviolencia a la violencia. Sólo individuos limitados desde el punto de vista intelectual o moral podrán poner en discusión la justeza,la honradez incluso, de esta proposición. Pero individuos y naciones se enfrentan en ocasiones con problemas en los que la acción violenta parece ser no sólo la única solución posible, sino la única heroica y sabia. La paz ilusoria que Chamberlain y Daladier chalanearon con Hitler en Munich valía el precio pagado, es decir, la traición a Checoslovaquia? De otro lado, los esfuerzos de Roosevelt por arrastrar a una reluctante América a la Segunda Guerra Mundial se pueden presentar como las maquinaciones de un belicista, como insinuó en su día el ministerio nazi de propaganda, o fue una actitud que tal vez salvó a la humanidad de la dominación nazi?
Si miramos no lejos de nosotros, se podría definir como error la rebelión armada de Lhasa para proteger la vida del Dalai Lama, o la decisión de éste de hacerse escoltar por las armas de los hombres de la resistencia para huir de Lhasa. Nos preguntamos qué habría pasado de haberse quedado: probablemente hubiese muerto en combate, o hecho prisionero, torturado y humillado públicamente como el Panchen Lama.
Según su hermano Tendzin Choegyal, de haberse quedado el Dalai Lama en el Tíbet "... (los chinos) habrían abusado de Su Santidad como hicieron los japoneses con el pobre Pu Yi (el último emperador manchú). así que en eso se habría convertido, en otro Pu Yi" (Kundun, Mary Craig, Harper Collins, 1997). Así pues, el Dalai Lam debe de alguna forma su propia libertad, su fama actual a nivel internacional y quizá hasta el premio Nobel de la Paz a hombres violentos que lo protegieron no sólo del peligro de muerte, sino tasmbién de una situación comprometedora desde el punto de vista político y moral. Le liberaron, además, de un nexo malsano y sin perspectivas con el Partido Comunista Chino. Mi artículo no busca justificar el hecho de que los tibetanos recurran a las armas de tanto en cuanto, sino más bien hacer entender a nuestros líderes y a nuestros amigos que la complejidad de la historia del hombre requiere un enfoque más enérgico y ecléctico a la cuestión tibetana que la actual inercia pacifista. En el momento
en que se decida adoptar una estategia de la noviolencia, esta decisión debe madurarse a través del estudio, la discusiòn y el análisis de las realidades, no sólo como una cuestión de fe religiosa o un hecho aceptado con entusiasmo por las celebridades y líderes mundiales para quienes la paz, el comercio con China y el mantenimiento del status quo son prioritarios respecto a la libertad del Tíbet.
Pero volvamos a Gandhi. En último análisis, el tipo de noviolencia del Mahatma es de una eficacia muy superior a la nuestra, porque su doctrina predicaba el sacrificio, el valor, y, sobre todo la acción: características decididamente ausentes del movimiento noviolento tibetano, si dejamos aparte el valor heroico de algunos activistas aislados del interior del Tíbet. El activismo noviolento, al contrario, se ha convertido para los líderes y los miembros del movimiento en el exilio sinónimo de celebridades y conciertos de rock, películas de Hollywood, conferencias, carreras y convivencias: El ejemplo más relevante en este sentido lo representa la renuncia a la meta principal de la independencia en aras de salvar "la cultura budista en el Tíbet", un eufemismo para referirse a la dominación de la teocracia.
Es preciso recordar que Gandhi ha sido sobre todo un ejemplo para todos.
La sencillez auténtica del estilo de vida del Mahatma (las elucubraciones de Sarojini Naidu acerca de lo que costase sostener la pobreza del Mahtama son más agudas que fundadas en lo sustancial), su disponibilidad a afrontar las porras de la policía e incluso la muerte para defender sus convicciones representan para sus seguidores una inspiración más fuertes sin duda que las conferencias y las doctrinas. Para ser francos, en los grupos de nuestros líderes no se encuentran ni valor ni integridad semejantes. Pero el movimiento tibetano Satyagraha parece haber decubierto una alternativa. En un documento que tengo en mi poder, y que parece ser un manifiesto del movimiento, Samdhong Rimpoché declara ser capaz de insuflar a sus seguidores las cualidades necesarias, como el coraje, la tolerancia, la paciencia y la compasión mediante el método, increíblemente vago aunque de nombre solemne, de la "comprensión filosófica". Mi conocimiento de las cosas de Dharamsala me hace suponer que nos esperan una serie de conferen
cias, seminarios y cursos de contenido confuso y "no conflictivo" (con pancartas bordadas en seda y revistas carísimas a todo color entregadas como recuerdo a todos los delegados), tal vez bajo con el patrocinio de alguna fundación extranjera bienintencionada que ofrecería más bien entusiasmo y fondos que una comprensión demostrable de los peligros reales y espantosos que corre la sociedad tibetana.
En el Tíbet existen personas valerosas que desafían a la dominación china con coraje digno de Gandhi. El problema es si alguno de estos activistas es noviolento en el auténtico sentido de la palabra. He departido en Dharamsala con muchos recién llegados y he tenido la impresión clara de que casi todos los activistas y manifestantes del Tíbet han adoptado métodos noviolentos (dentro de ciertos límites, porque han tirado piedras e incendiado una comisaría de policía), porque en su situación no era posible contemplar acciones de otro tipo. En el moneto en que un alzamiento contra los chinos se hiciese posible, no dudarían en llevarlo a cabo. Oliver Schell, que ha entrevistado en secreto a una serie de activistas del interior del Tíbet para realiazr la película Red Flag Over Tibet (Bandera Roja en el Tíbet), de la productora Frontline, me ha revelado que un importamte lama tibetano entrevistado por él opinaba que la violencia era la única arma posible contra los chinos.
Es lo que ahora está empezando a manifestarse, aunque en una medida reducida. A juzgar por las distintas bombas que han hecho explosión en el Tíbet en los últimos años parecería que algún tibetano testarudo no apreciaría particularmente nuestras doctrina oficial de la noviolencia. Si Gandhi estuviese aún vivo, es probable que condenase a ls que ponen las bombas y aplaudiese a los movimientos de paz de los exiliados. Pero no estoy seguro de ello. En el número de Agosto de 1920 de 'Young India' escribió:
"Creo firmemente que la única opción defendible entre cobardía y violencia es la violencia. Preferiría ver a la India de vuelta en el camino de las armas antes que convertida en el testimonio impotente de su propio deshonor".
El XIII Dalai Lama, en el epílogo de su testamento político habló con franqueza de las cuestiones relativas a la defensa de la soberanía tibetana contra la agresión china: "...deberemos todos hacer cuanto podamos para defendernos de este desastre que cae sobre nosotros. Emplead métodos pacíficos cuando sean apropiados, pero si no son bastantes, no dudéis en recurrir a la fuerza."
***
Todos los interesados en tomar parte activa en este debate pueden enviar su artícuulo según las modalidades indicadas en la nota. En números anteriores hemos publicado las colaboraciones de Olivier Dupuis (secretario del PR), de Thomas Nagant (presidente de Les Amis du Tibet, Bélgica), de Anders H. Andersen (Tibet Support Group, Dinamarca), de Klemens Ludwig (Presidente del TID, Alemania), de Michael Alexander (Tibet Information Servica, Alemania y Malta) y de Claude B. Levenson (presidente del CSPT, Suiza)
NOTA: LOS ARTICULOS DEBEN REMITIRSE VIA FAX, O, DE PREFERENCIA, VIA E-MAIL A LA SEDE DE BRUSELAS DEL PR (FAX 32-2-2849198; E-MAIL PR.BRUXELLES@AGORA.STM.IT), A PODER SER EN FRANCES, INGLES O ITALIANO. LA DIMENSION DE LOS TEXTOS ENVIADOS NO DEBE SUPERAR LAS 40-50 LINEAS.
< TIBET CHINA TELEX >
__________________________________________________
TIBET/ PARA CUANDO UN EMBAJADOR ESPECIAL DE LA UE?
Mientras la Secretaria de Estado de los EE. UU., Madelaine Albright, acepta la petición del Congreso de nombrar un coordinador político para el Tíbet, y mientras el Congreso financia una emisora de información de onda corta para los tibetanos, la Unión Europea no sólo no toma iniciativa alguna sino que incluso bloquea por más de un año las iniciativas adoptadas en el Parlamento Europeo a favor de la información radiofónica de los teibetanos.
_____
CITAS
El prof. Samdong Rimpoché, presidente del Parlamento Tibetano en el exilio, visitará Gran Bretaña en las primeras dos semanas de Octubre para llevar a cabo una serie de actos públicos en los que tratará el tema del Satyagraha. Para más información dirigirse a la Tibet Society of the UK, 114-115 Tottenham Court Road, London W1P 9HL, tfno. 0171 383 7533; e-mail: members@tibet.society.org.uk
____________________
CORRECCION DE ERRATA
En el número 60 del Tibet Fax publicamos las aportaciones enviadas para la manifestación "Ginebra 97". La aportación de 860 FS efectuada por "Verein der Tibeter"fue enviada por la asociación alemana, y no suiza ""Verein der Tibeter in Deutschland e.V.". Nos disculpamos a los afectados por el error.