Lo que he intentado decir, pero por lo visto no lo he conseguido, es que la no violencia es una estrategia política. Al contrario que la violencia, no puede ser un arma disponible para ser usada instantáneamente a la primera de cambio. Es decir, aunque pueda resultar un ejemplo algo forzado, si al salir de casa, alguien te agrede en la esquina, puedes desenfundar la pistola, no la no violencia. Así pues, preguntar qué haría un no violento aterrizado con un paracaídas en Rumanía en plena guerra civil no tiene sentido. Sin embargo, preguntar que haría una organización no violenta presente en Rumanía, no recien llegada, es la pregunta que he intentado contestar. Cuál es la contradicción?.Me parecen muy acertadas las consideraciones de Baez-Dentamaro.
Reanudando el ejemplo mencionado anteriormente (y recurriendo a lo que mi conciencia me sugiere), puedo decir que escogería desde luego no llevar la pistola e intentaría hablar con el agresor pero no por ello contaría con la certeza de poder evitar la agresión. En otras circunstancias, quién sabe ...
Mi experiencia me ha enseñado que este comportamiento es preferible aunque sólo sea porque sale más a cuenta: los daños son siempre menores con respecto a los que puede acarrear una reacción violenta "legítima" y "de macho" ... sobre todo cuando se sabe perfectamente que se acabará recibiendo.