Madrid, 31 may (Redacción Central de EFE).- Indignadas por la captura de soldados de la ONU como rehenes por parte de fuerzas serbobosnias, las potencias occidentales se plantean por vez primera la posibilidad de llevar a cabo una acción militar en Bosnia bajo la cobertura de Naciones Unidas. Los países aliados de la OTAN mantienen permanentes consultas para resolver la crisis en la disuelta Yugoslavia, mientras líderes políticos occidentales hablan abiertamente de la posibilidad de coordinar una acción bélica internacional, como ya ocurriera en la guerra del golfo Pérsico, Somalia y Haití, Gran Bretaña ha comenzado a desplegar en Bosnia unos 6.000 soldados, mucho mejor armados que las fuerzas de paz de la ONU hasta ahora, y EEUU ha anunciado su disposición a enviar tropas a Bosnia, por primera vez desde el comienzo de la guerra en 1992, ya que hasta ahora consideraba la intervención un asunto europeo. Tres centenares de soldados de las tropas de paz de la ONU, entre ellos dos españoles, están en poder de l
os serbobosnios, que los han situado en sus objetivos estratégicos, estaciones de rádar, puentes y arsenales, como "escudos humanos" para prevenir posibles nuevos ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El presidente estadounidense, Bill Clinton, aseguró que examinará "atentamente cualquier petición para que intervengamos temporalmente con las fuerzas terrestres en una operación (en Bosnia)". "Si es necesario, y después de consultar al Congreso, debemos estar preparados para ayudar a la OTAN, si ésta decide responder a una petición de asistencia de las Naciones Unidas para retirar o redistribuir sus fuerzas", dijo Clinton en un discurso ante los cadetes de una Academia militar de Colorado Springs (Colorado). A bordo de la nave de asalto norteamericana "Kearsarge", en aguas del mar Adriático, oficiales de las Fuerzas Armadas de EEUU, Gran Bretaña y Francia preparan planes de ayuda, que se aplicarán en el caso de que la ONU así lo solicite para una eventual retirada de los "ca
scos azules". Como reflejo del aumento de la tensión, el departamento norteamericano de Estado publicó hoy un aviso en el que advierte a sus ciudadanos que no viajen a Bosnia y pide a los que se encuentran allí que salgan de la antigua república yugoslava. La posibilidad de desplegar fuerzas multinacionales en Bosnia, pero ya fuera de una misión de paz, fue evocada hoy por el propio secretario general de la ONU, Butros Gali. En una propuesta al Consejo de Seguridad, Gali sugirió remplazar a los "cascos azules" en Bosnia con una fuerza multinacional, si se opta por acciones ofensivas, o reducirlos a una misión tradicional de paz sin ataques aéreos ni otras medidas de fuerza. Gali dejó la puerta abierta a una fórmula intermedia, similar a primera vista a la barajada inicialmente por el Grupo de Contacto (EEUU, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Alemania) en su reunión ministerial del pasado martes. Esta opción sería la de reforzar a los "cascos azules" con equipos y hombres y reagruparlos para reducir su vulnerabi
lidad, pero sin lanzarse a lo que sería una intervención contra los serbobosnios. El encargado de negocios británicoen Belgrado (Serbia), Ivory Roberts, se trasladó hoy a Zvornik, ciudad de Bosnia controlada por los serbobosnios, informó hoy la agencia serbia de noticias "Beta". "He ido a Zvornik a advertir seriamente a los serbobosnios deque no hagan nada contra la seguridad de los rehenes", comentó a su regreso el diplomático. El líder serbobosnio, Radovan Karadzic, anunció hoy que exige tres condiciones para liberar a los "cascos azules": desmilitarizar todas las zonas de seguridad en Bosnia, garantizar que no habrá más ataques aéreos y respetar mejor el embargo de armas contra Bosnia. Las autoridades serbobosnias anunciaron también que representantes de la Cruz Roja Internacional podrán visitar a los rehenes. El portavoz de la ONU en Sarajevo, Alexandar Ivanko, descartó cualquier tipo de negociación sobre los rehenes, que tendrían que ser puestos en libertad "sin condiciones". Para estudiar la situación
en la antigua Yugoslavia y examinar las medidas necesarias para el reforzamiento de las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (UNPROFOR), Francia ha convocado para el próximo sábado en París una reunión de los ministros de Defensa de los países de la Unión Europea (UE) y la Alianza Atlántica con tropas en la zona. En Londres, el primer ministro británico, John Major, insistió en mantener las tropas de la ONU en Bosnia, "a menos que el riesgo llegue a ser inaceptable", pues gracias a ellas muchas vidas han sido salvadas y se ha impedido la extensión del conflicto. La tensión no afecta sólo a los "cascos azules" sobre el terreno, ya que un avión F-16 holandés que participaba en las operaciones de la OTAN de vigilancia aérea en Bosnia fue atacado hoy por una batería serbobosnia en las proximidades de Sarajevo con un misil que no alcanzó su objetivo. Sin embargo, los países occidentales redoblan al mismo tiempo sus esfuerzos diplomáticos para lograr una salida pacífica de la crisis y para ello el mediador
estadounidense Robert Frasure llegó hoy a Belgrado. Las presiones se concentran en lograr que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, reconozca a Bosnia a cambio del fin del bloqueo de la ONU contra Yugoslavia (Serbia y Montenegro), en lo que sería una medida más para aislar y arrinconar a los serbobosnios.