La reunión comenzó en Bruselas poco después de la confirmación del rescate del piloto estadounidense derribado hace seis días en el norte de Bosnia por los serbios, cuando realizaba una misión de reconocimiento. El secretario de Defensa de Estados Unidos, William Perry, confirmó que el piloto está bien y se encuentra ya en el buque anfibio de asalto "Kearsarge", en el Adriático, cuyos "marines" participaron en la misión de rescate.

"Las discusiones en Naciones Unidas sobre las fuerzas rápidas van muy bien", dijo el secretario de Defensa británico, Malcom Kifking, a su llegada a la reunión.

Rifkind avanzó que estas nuevas fuerzas "están bajo el mando de los comandantes de la ONU", ya que "es bueno desde el punto de vista militar que todos los efectivos en Bosnia estén bajo el mismo mando y control".

El ministro británico se refería, en concreto, al general británico Rupert Smith, comandante de las tropas de la ONU en Bosnia, y al francés Janvier, máximo responsable de las fuerzas en la antigua Yugoslavia.

"Los dos militares están haciendo un trabajo extraordinario", comentó Rifkind.

El hecho de que las dos nacionalidades de los generales coincidan con las de los principales países contribuyentes a la fuerza rápida multinacional es interpretado como un elemento que ayudará a clarificar la situación del mando y que sus creadores lo confíen a la ONU.

Quince países de la OTAN y la Unión Europea (UE) decidieron crear la semana pasada los efectivos multinacionales para proteger a los "cascos azules" en Bosnia, en una reunión extraordinaria en París.

Desde entonces, militares de Francia, Gran Bretaña y Holanda, los tres países que han anunciado que particiarán en estos efectivos, se encuentran en la ONU para discutir como se enmarca la iniciativa en UNPROFOR, las fuerzas que apoyan las misiones humanitarias desde hace más de tres años.

En la reunión de hoy no participa el representante francés, ya que su país no está integrado en la estructura militar.

Por ello "no se esperan grandes decisiones", según varios diplomáticos, pero sí clarificaciones de Estados Unidos sobre hasta donde llega su compromiso en las fuerzas rápidas y un nuevo análisis de la estrategia aliada en Bosnia, en particular sobre los ataques aéreos.

El ministro español de Defensa, Julián García Vargas, aseguró que la OTAN "no puede renunciar a los ataques aéreos", tal como han reclamado los serbios de Bosnia, que todavía mantienen retenidos a más de 100 oficiales y soldados de UNPROFOR.

Perry, a su llegada a la sede aliada, aseguró que Estados Unidos va a apoyar a las fuerzas rápidas por medio de "puentes aéreos, equipamientos, logística, cobertura aérea con helicópteros e incluso una célula de inteligencia", similar a la organizada durante la operación "Tormenta del Desierto" en la guerra del Golfo.

El secretario de Defensa estadounidense confirmó que las tropas terrestres sólo se enviarán en caso de que haya que retirar los soldados de UNPROFOR en condiciones extremas.

Rifkind consideró que la contribución norteamericana "es muy importante", ya que la operación de refuerzo de los "cascos azules" "no es sólo terrestre".

"La contribución aérea es esencial, y una cobertura adicional desde el aire será muy beneficiosa", subrayó el ministro británico.