VIETAM: LA DISIDENCIA BUDISTA DECAPITADA. NO HAY QUE REPETIR EL ERROR DE LOS AÑOS SESENTA CUANDO LOS BUDISTAS, UNICA ALTERNATIVA DEMOCRATICA TANTO AL REGIMEN MURIBUNDO DE SAIGON COMO A LOS COMUNISTAS, FUERON ABANDONADOS POR TODOS Y LUEGO DIEZMADOS.

Madrid 17 agosto 1995. Con la condena a cinco años de cárcel del número dos de la Iglesia Budista Unificada, el venerable Tich Quang DO, y las condenas que van desde dos años en libertad provisional a cinco años de prisión para otros cuatro responsables budistas (acompañadas de la pena complementaria de tres a cinco años de residencia vigilada), las autoridades del Vietnam parecen querer detener un proceso de democratización que sin embargo es lento y tímido.

Esta impresión se confirma con la detención, anteayer, del número dos de la Iglesia Budista, Thich Huyen QUANG, y del número tres, Thich Long TRI, acusados de "sabotaje de la política de unión nacional, abuso de las libertades democráticas con objeto de atentar a los intereses del Estado y de las organizaciones sociales, impresión y distribución de documentos preparados por las fuerzas reaccionarias del extranjero con el objetivo de provocar desordenes sociales y recepción de dinero de los reaccionarios extranjeros".

Los demócratas no puedene cometer el error cometido en los años sesenta, cuando los budistas constituían el núcleo de la única alternativa democrática tanto al regímen moribundo de Saigón como al futuro radiante prometido por los comunistas, cuando les abandonaron al furor "redentor" del regimen comunista que luego les exterminó.

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