Wei Jingsheng nació en 1950 en Pekín. En 1996, mientras China está bajo la férula de los Guardias Rojos de la Revolución Cultural, Wei y otros jóvenes se organizan en un movimiento democrático. Quieren destruir los archivos secretos de la policia política de Pekín. Wei es detenido y enviado, como millones de otras personas, al campo para un curso de reeducaión. Wei tiene sólo 16 años y descubre la miseria y las olas de carestía de los años 60 provocadas por los horrores del régimen. A su vuelta a la ciudad, encuentra trabajo como electricista en el zoo de Pekín. Participa, a distancia, en la primera manifestación antigubernamental que se desarrolla en la plaza Tienanmen el 5 de abril de 1976, todavía en vida de Mao. Dos años después de la muerte de este último surge, localizado en uno de las principales cruces de la capital, el Muro de la Democracia: una esquina de pared donde están pegados los dazibaos de la oposición democrática, autorizada por breve tiempo a expresarse por Deng Xiaoping, que aprovecha el
movimiento para desembarazarse de sus adversarios políticos maoístas. El 5 de diciembre de 1978 Wei coloca el texto que lo hará celebre, La Quinta Modernización, donde desarrolla la idea de que el progreso económico del país (las "cuatro modernizaciones" que exalta el régimen) debe pasar a través de la democratización del sistema, a falta de la cual el pueblo no se beneficiaría en absoluto de aquél. Funda una revista, "Exploraciones", que se distribuye al público del Muro. Wei denuncia en ella las detenciones por motivos políticos, la miseria de una parte de la población, los orígenes políticos de la delincuencia juvenil, la venta de niños por las calles de Pekín. Plantea un problema hasta entonces desconocido incluso en el ámbito de la pequeña y mal organizada disisdencia china: la represión en el Techo del Mundo, en el Tíbet. Wei se opone al ataque chino a las provincias vietnamitas limítrofes, iniciado a mediados de Abril de 1979. Denuncia el nuevo despotismo del hombre-guía de la era postmaoísta: Deng Xi
ao Ping. Es detenido el 29 de marzo y desaparece en los gulags chinos después de de un proceso pretendido público por el regimen, que se contentó con reproducir públicamente una foto de Wei, con la cabeza rapada, leyendo él mismo su propia defensa. Desde entonces circulan rumores alarmantes sobre su suerte. Se dice que está loco. Se obstina en rechazar el arrepentimiento, mientras el sistema carcelario intenta hacerle pedazos. Durante los primeros dos años de detención en Pekín, se ve relegado a una celda subterránea, sin luz. En Occidente, Wei se convierte en el símbolo chino de la lucha por los derechos humanos. Hasta el punto que, en setiembre de 1993, seis meses antes del final de su condena, es liberado. Con este gesto, Pekín pensaba adjudicarse los juegos olímpicos del año 2.000. Pero trás la asignación a Sydney de los Juegos del 2.000, el primero de abril de 1994, Wei Jingsheng es nuevamente arrestado, junto con su compañera Tong Yi, una ex estudiante que había tomado parte en el movimiento de TienAnM
en en 1989. Wei y su compañera no son procesados. El disidente y Tong Yi simplemente desaparecen. Por fin, el 13 de diciembre 1995, un año después de su detención, Wei es conducido ante el Tribunal. El proceso es rápido y Wei es condenado, sobre la base de la hipótesis de un complot para derribar al gobierno, a 14 años de prisión.Todos los llamamientos de su familia o de las numerosas organizaciones internacionales que lo apoyan caen en el vacio. Aunque es propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz, su apelación no procede. Wei, después de deieciseis años de prisión se encuentra en condiciones de salud extremadamente graves. Se dice que se le niega un hornillo eléctrico, que le es indispensable para cocer los alimentos, tras haber perdido todos sus dientes y que a causa del frío humedo de la celda donde se encuentra se le han debilitado irremediablemente las articulaciones.