Marín, vicepresidente de la Comisión.
- Señora Presidenta, señores parlamentarios, una de las constantes de la política de la Unión Europea con respecto a China ha sido la importancia acordada a los derechos humanos. Por ello, la Comisión está totalmente empeñada en mejorar la situación del Tíbet, y comparte igualmente la preocupación de sus Señorías sobre este asunto. La Comisión denuncia cualquier intento por parte de las autoridades chinas de suprimir la libertad de expresión y de culto y deplora la situación actualmente existente en el Tíbet.
La Unión Europea - como ustedes saben - ha planteado constantemente las cuestiones de los derechos humanos en el Tíbet y la dimensión religiosa de la identidad tibetana en el diálogo bilateral con China, tanto en el ámbito político como en el específico de los derechos humanos, así como en los foros internacionales. Y la Unión Europea tiene la intención de proseguir sus esfuerzos para que pueda consolidarse una relación constructiva y positiva con China.
Con respecto al Tíbet, la línea de actuación tradicional de la Unión Europea ha sido la de intentar fomentar un diálogo directo, una negociación directa, entre las autoridades chinas y los representantes del pueblo tibetano, incluido naturalmente el Dalai Lama. En distintos momentos la Unión Europea ha expresado, tanto mediante gestiones específicas como a través del diálogo institucionalizado, su preocupación con respecto a la suerte del Panchen Lama designado por el Dalai Lama. La Unión Europea - como ustedes saben - siempre ha exigido garantías sobre la seguridad y libertad del Panchen Lama y lo seguirá haciendo.