Marín, vicepresidente de la Comisión.
- Señor Presidente, en primer lugar la Comisión quiere agradecer el apoyo otorgado por el Parlamento Europeo a la propuesta de retirar a Myanmar el trato preferencial de que goza en el marco del sistema de preferencias generalizadas, porque, en cierta manera, señor Ford, si conseguimos que esta decisión sea aprobada el próximo día 24 de marzo en el Consejo de Ministros, será la primera vez que la Comisión, el Parlamento y el Consejo de Ministros consigan ponerse de acuerdo - digo la primera vez - sobre el hecho de que ciertas normas sociales tienen que ser respetadas también en el ámbito de las disposiciones que regulan el comercio.
Quiero hacer una precisión, respetando el punto de vista del Parlamento Europeo: la Comisión - yo mismo - recomendó al Consejo consultar al Parlamento sobre esta propuesta, debido al interés político que esta institución había expresado siempre por el respeto de una determinada ética social en el comercio internacional. Independientemente de las modalidades de su aplicación, yo quisiera que el día 24 se tomara la decisión; ya tendremos tiempo luego de considerar cómo vamos a aplicarla en el futuro.
Por qué? Fundamentalmente, porque el fondo de la decisión que tenemos que tomar fue precisamente comprobar la realidad y la amplitud de la práctica del trabajo forzado en Myanmar y la responsabilidad de las autoridades de este país al respecto. Y paraalcanzar este objetivo, la Comisión optó por un procedimiento que fue deliberadamente largo, complejo y minucioso para que se respetaran escrupulosamente las reglas establecidas en el Reglamento del Sistema de Preferencias Generalizadas y con un objetivo: que cuando la Comisión propusiera este reglamento de suspensión no hubiera posibilidad ninguna de ataque legal.
La decisión depende del Parlamento y del Consejo de Ministros. Ahora no hay excusas. Habrá que decidir, y quien diga "sí" tendrá que explicarlo políticamente, y quien diga "no", también. No hay posibilidad de decir "hay vicio de procedimiento, no han hecho bien el trabajo, en consecuencia hay que repetir otra vez el procedimiento judicial". Por eso, siempre dije - se acuerda la Sra. Maij-Weggen - que prefería ser lento pero seguro.
Así pues, los servicios de la Comisión, en cooperación con expertos de competencia reconocida a nivel internacional, que son quienes nos han ayudado, procedieron a la comprobación y al análisis de 42 testimonios, así como la audiencia de varios testigos, a los cuales ha habido que proteger por el principio de la confidencialidad. Si nosotros hemos optado por la confidencialidad es porque no interesaba, señor Dupuis, hacer público frente a la Junta militar, por razones evidentes de prudencia, quién estaba actuando como testigo. Yo, que he vivido y he trabajado contra una dictadura en mi país, en España, sé que una cuestión elemental cuando se está en la clandestinidad es, precisamente, ser lo más prudente posible respecto a las personas que están ayudando desde el interior. Por eso, lógicamente, este trabajo se tiene que hacer de una manera confidencial.
Se han constatado los hechos, se pidió a las autoridades de Myanmar, por nota verbal, que participaran con objeto de garantizar un procedimiento realmente contradictorio, independientemente de la repugnancia intelectual o política que cualquiera de los que estamos aquí podamos sentir, y por nota verbal el Gobierno de Birmania rechazó la invitación. Pero la Comisión ha mantenido incluso la idea de que se trata de un procedimiento contradictorio, protegiendo la confidencialidad de aquellos que estaban dando sus testimonios y, en segundo lugar, dándole la palabra también a las autoridades de Rangún.
Llegamos a la conclusión, bajo nuestra responsabilidad, de que el trabajo forzado se sigue practicando en gran escala bajo la responsabilidad directa de las autoridades a todos los niveles. El trabajo forzado en Myanmar afecta a la población en su conjunto, sin distinción de edad o sexo, tanto en las zonas rurales como en las urbanas, aunque los habitantes de las zonas urbanas disponen de más medios financieros, lo que les permite comprar su exención de dichos trabajos forzados.
Los pretextos culturales y religiosos fueron contradichos por los testigos y, naturalmente, se establecieron contactos también con la zona budista del país, donde nos confirmaron que, efectivamente, el budismo no protege en ningún caso la esclavitud.
En consecuencia, la Comisión decidió proponer al Consejo esta suspensión, independientemente de la polémica sobre si es una decisión PESC o es una decisión "Comisión 113". Señor Dupuis, yo creo que sería muy malo, en esta semana, antes de la decisión del Consejo de Ministros del 24, discutir acerca de si son palomas, sison perdices, si son conejos, si son liebres. Se trata de conseguir un precedente, crear una doctrina y crear una jurisprudencia. Luego ya tendremos tiempo de ver la forma de articular esta primera solución en el futuro. Ese es mi punto de vista pero, naturalmente, yo respeto la autonomía y la soberanía del Parlamento.
Yo espero, finalmente, señora Maij-Weggen, señor Ford, señora Theorin, que el Consejo de Ministros tome la decisión. Si después de todo el trabajo que hemos hecho, después de lo que ha ocurrido en Singapur, después del debate aquí en el Parlamento Europeo, no somos capaces de tomar una decisión en el Consejo de Ministros, yo caeré en la más profunda de las melancolías. Pero espero que sí, que se pueda tomar esta decisión.
(Aplausos)