DISIDENTE WEI ACUSA OCCIDENTE DESHONESTIDAD DERECHOS HUMANOS
Bruselas, 16 mar (EFE).- Los países occidentales practican una política deshonesta respecto a la defensa de los derechos humanos en China y conceden prioridad a las inversiones en ese país, denunció hoy, lunes, el disidente Wei Jingsheng. Los lideres occidentales suelen entregar a autoridades de "segundo rango" las listas de prisioneros políticos que quieren ver liberados por el Gobierno chino, en vez de pedirselo a los máximos responsables de Pekin, dijo Wei. "Saben que los políticos occidentales tienen que comportarse asi para complacer a sus opiniones públicas", explicó Wei, quien pidió que tanto el presidente estadounidense, Bill Clinton, como otros lideres occidentales, que tienen previsto visitar Pekin en los próximos meses, suspendan esos contactos hasta que el Gobierno chino dé muestras de respeto de los derechos humanos. Wei fue puesto en libertad el pasado 16 de noviembre y enviado a Estados Unidos para ser sometido a tratamiento médico, después de estar veinte meses en prisión en cumplimiento de u
na condena de 14 años por "participar en actividades de intento de derrocamiento del Gobierno".
El disidente chino fue detenido por primera vez en 1979, condenado a 15 años de cárcel por "contrarrevolucionario" y liberado a falta de seis meses de cumplir el total de la pena, en 1993, pero volvió a ser detenido en abril de 1994.
Wei tiene previsto entrevistarse hoy con el eurocomisario y vicepresidente de la Comisión Europea para asuntos con China, Leon Brittan, con quien tratará la razón por la que el Consejo de Ministros de la UE no apoyó una resolución en Naciones Unidas sobre el respeto de los derechos humanos en China.
Los ministros de la UE acordaron el pasado 23 de febrero no dieron su visto bueno en la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que comienza su sesión 54 en Ginebra hoy mismo. Wei afirmó hoy que esta decisión envia un "mensaje frustrante" a la opinión pública china respecto de la actitud de la UE ante la falta de respeto de los derechos humanos en su país, del que dijo es "el que más los viola en el mundo".
"La decisión de los ministros de Asuntos Exteriores de no condenar las prácticas de China hace mucho más difícil el trabajo de las organizaciones de defensa de los derechos humanos", destacó Wei. El disidente chino expresó su confianza en que los lideres occidentales "no sean tan tontos" como para creer que la política de apertura a las inversiones exteriores emprendida por el Gobierno chino pondrá en sus manos "todo el pastel". Además denunció que los intereses comerciales desempeñan un papel prioritario en las relaciones con Occidente, de tal modo que los países ricos relegan a un segundo plano las criticas a las violaciones de los derechos humanos. Wei subrayó que el pueblo chino se siente "traicionado" por las democracias occidentales debido a las relaciones comerciales que mantienen con un régimen "dictatorial" como el de Pekin. En su opinión, sus compatriotas sólo podrían comprender esta actitud si se tratase de países menos ricos para los que las relaciones económicas con China son vitales.