EFE - 13/3/95

Madrid El Gobierno español ha puesto en marcha los mecanismos para plantear ante el Tribunal Internacional de la Haya acciones contra Canadá por el apresamiento del barco Estai y no descarta la ruptura de relaciones con ese país, anunció hoy el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana.

En rueda de prensa, Solana señaló que el Gobierno tiene en cuenta "todas las medidas desde la perspectiva diplomática, no quisiera ser más explícito", dijo el ministro, quien precisó ante una pregunta que no iba a negar que podría llegarse a la ruptura de relaciones diplomáticas con Canadá.

El procedimiento ante el Tribunal de la Haya, explicó Solana, llevará su tiempo, "porque no es como plantearlo ante el juzgado de guardia", y será bajo el fundamento jurídico de violación de la legalidad internacional.

Solana indicó que hoy mismo había hablado de nuevo con el embajador de España en Canadá, quien le había asegurado que la tripulación y el capitán del barco "están bien, con la moral alta" y que pueden ser repatriados en cualquier momento, "pero entienden que deben quedarse hasta que se resuelva la situación del capitán y volver juntos. En dos días podrán regresar".

También ha hablado el ministro con el comisario responsable de la política exterior de la Unión Europea en relación con Canadá, quien le ha reiterado que la postura es de defensa a ultranza, no sólo de los intereses de España sino también de los comunitarios.

Solana viaja esta misma tarde a Estrasburgo para reunirse con los distintos portavoces de los grupos parlamentarios a fin de que mantengan "la máxima presión", y mañana, martes, se entrevistará en relación con este tema con el comisario de Pesca, el de Política Exterior y con el presidente del Parlamento Europeo.

Las represalias que pueden adoptarse contra Canadá, explicó Solana, tienen que ser "de carácter comercial" y deben ser tomadas por la UE, pero además existen "acciones potenciales de carácter bilateral" que corresponden a España, entre ellas restringir la libre circulación personas y la retirada de acuerdos de

cooperación y paralizar todas las visitas oficiales planeadas entre España y Canadá.

Agregó que está preparado "un buque mayor" de guerra para zarpar "en el momento necesario", aunque expresó su esperanza de que "el tema se resuelva antes. Pero si es necesario, que tengan la seguridad de que se enviará".