Patrulleras irlandesas apresan otros dos arrastreros gallegosP. Carbajo, J.González
SUMARIO: 21 barcos españoles apresados en las aguas del Gran Sol por patrulleras inglesas o irlandesas en lo que va de año. El clima de hostigamiento a los españoles se amplía a aquellos barcos que, con bandera de otro Estado, alberga a tripulación de nacionalidad española. Emma Bonino apoyó la decisón del Gobierno español de retirar la licencia al barco Mayi IV que faneaba en los caladeros del Atlántico noroccidental con redes ilegales.
("EL PAIS", 11 de mayo de 1995)
Otros dos arrastreros gallegos, el Garisa y el Osado, con base en Vigo y La Coruña, respectivamente, fueron apresados ayer por patrulleras irlandesas con el pretexto de presuntas irregularidades en su actividad. Hasta la fecha son 21 los barcos españoles apresados en aguas del Gran Sol por patrulleras inglesas o irlandesas en lo que va de año. Por su parte, la comisaria europea de Pesca, Emma Bonino, apoyó ayer la decisión del Gobierno español de retirar la licencia al barco Mayi IV.
Los armadores gallegos atribuyen estos nuevos apresamientos a una deliberada campaña de acoso contra la flota pesquera que faena en el caladero irlandés. Cinco de los últimos pesqueros apresados fueron sancionados ayer con multas que oscilan entre los cuatro y los siete millones de pesetas.
El fiscal que conoció ayer los cargos contra el Garisa se preguntó, según fuentes de la Coopeerativa de Armadores de Vigo, si "los oficiales de las patrulleras o quienes les dan las órdenes se habían vuelto locos" ante la escasa consistencia de las acusaciones. En este caso se debió a que en las bodegas del barco fueron detectados varios kilos de lenguados de 24 centímetros de longitud, cuando el máximo permitido es de 25 centimentros. "Es fácil que en la red queden atrapados algunos peces de menor tamaño del permitido, pero no van a estar los marineros metro en mano midiendo cada pez que pescan". Es posible que este arrastrero sea multado con 500 libras "para justificar el apresamiento. En cualquier caso, según sus leyes, implica la confiscación del aparejo y del pescado", adelantaron ayer en Vigo. Tanto las autoridades británicas como las irlandesas han reforzado la vigilancia de los caladeros con dos helicópteros y dos patrulleras.
Hostigamiento
El clima de hostigamiento a los españoles, particularmente en los puertos irlandeses, trasciende el ámbito pesquero y está penetrando en la vida social que éstos desarrollan en tierra, según las mismas fuentes. Los medios de comunicación, añaden están participando directamente en esta campaña, previniedo contra los derechos españoles a faenar, a partir de 1996, en la 70.000 millas cuadradas del Irish Box, una de las zonas más ricas del Gran Sol, a cuyas pesquerías actualmente tienen prohibido su acceso los barcos de pabellón español.
Pero el acoso no se dirige sólo contra los arrastreros españoles, sino también contra todos aquéllos en los que los patrones o una parte significativa de la tripulación asimismo lo sean, aunque arbolen bandera de otra nacionalidad. Los armadores de Vigo lo interpretan como una continuacón de las acciones desatadas por Canadá. El Tribunal de Cork impuso multas a cinco pesqueros españoles por valor de unos 10 millones de pesetas. Los cinco barcos fueron juzgados por pesca ilegal.
Por su parte, la comisaria europea responsable de la Pesca, Emma Bonino, apoyó ayer la decisón del Gobierno español de retirar la licencia al barco Mayi IV que faneaba en los caladeros del Atlántico noroccidental con redes ilegales. Bonino, que felicitó las autoridades españolas; considera importante que todos los estados miembros respeten las normas en este sector y confía en que incidentes de este tipo no se vuelvan a repetir en el futuro. Esta actitud firme es considera como fundamental de cara a la multilateralización - en el marco de la NAFO - del acuerdo bilateral entre la Unión Europea (UE) y Canadá que puso fin a la llamada guerra del fletán.
En España, inspectores del Ministerio de Agricultura se incautaron ayer de 6,150 kilómetros de redes de volanta, una parte del enorme arte de deriva con que faenaba en aguas de Baleares el pesquero italiano Orazzio II, apresado el sábado por pescar ilegal en aguas territoriales españolas, informa Andreu Manresa. El barco calabrés, de 21 metros de eslora y con cinco tripulantes, se encuentra retenido en Palma, pendiente de que su armador deposite la fianza de cinco millones impuesta. En la bodega almacenaba cerca de 140 ejemplares de emperador.