COMISION CUBANA DE DERECHOS HUMANOS Y RECONCILIACION NACIONAL (CDHRN)
Nace en la actual provincia de Santiago de Cuba en 1944. Entre 1956 y 1958 participa, desde las filas de la Juventud Socialista, en la lucha contra el gobierno dictatorial de Batista.
A partir de 1961 realiza estudios de ciencias políticas, economía y filosofía. Entre 1962 y 1964, sin interrumpir sus estudios, trabaja como analista político en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Pasa posteriormente a ocupar una cátedra de Filosofía en la Universidad de La Habana, y establece vínculos con intelectuales que participan del proceso revolucionario cubano de manera recientemente crítica. En 1968, por resolución del rector de la Universidad de La Habana, se le despoja de su cátedra y se le priva del derecho a enseñar, por expresar ideas diferentes a las del partido comunista. La policía política lo clasifica como uno de los miembros de la oposición socialista. También se le acusa de organizar una protesta contra la invasión soviética de Checoslovaquia. A partir de su ruptura con el régimen, Sanchez Santa-Cruz tiene que trabajar como vigilante nocturno de una pequeña lavandería y sufre varios períodos de arresto, durante los que no se le permite asistencia legal. A principios de 1980, después
de 12 años de continuos hostigamientos, es arrestado mientras transcurrían los sucesos de la embajada de la República de Perú, acusado de "divulgación de propaganda enemiga" y condenado a 5 años y 9 meses de prisión, que cumplirá entre las cárceles de Combinado del Este y Boniato.
Su insistencia en llamar la atención de las autoridades sobre las violaciones de derechos humanos de las que es víctima y testigo en prisión, le custa ser confinado en celdas de castigo, incluyendo las tristemente célebres "tapiadas" de la prisión de Boniato. Amnistía Internacional lo nombra en dos ocasiones Prisionero de Conciencia. Al extinguir su condena, el 30 de diciembre de 1985, Sanchez se reincorpora de inmediato, junto a algunos de sus viejos colegas, a un grupo de monitoreo de derechos humanos que, desde 1976, venían tratando de organizar. Pero a mediados de 1986, apenas unos meses después de salir de las prisiones, Sanchez convoca a las prensa extranjera acreditada en Cuba a una conferencia de prensa en su hogar, para denunciar el hostigamiento a que es sometido uno de sus colegas. Esa misma noche es arrestado y se le mantiene incomunicado durante ocho meses y medio, en el cuartel general de la policía política.
Poco tiempo después de ser liberado adelanta la tesis de la reconciliación nacional y procede a solicitar el registro legal, conforme a las leyes vigentes, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, cuya fecha de fundación se sitúa el 10 de octubre de 1987. Durante 1988, Sanchez logra sumar a observadores de derechos humanos en las provincias orientales de Cuba, y la CDHRN organiza un archivo de casos de violaciones de derechos humanos. En el verano de este año, Sanchez presenta un informe ante el grupo de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que visita Cuba. Posteriormente se convierte en el primer opositor que logra obtenir permiso de salida y retomo a la isla, con el fin de visitar a su esposa y dos hijos de quienes vive en forzosa separación desde 1980. El senador Edward Kennedy le invita a viajar a Washington y lo recibe en sus oficinas del senado. De vuelta a Cuba, sufre el hostigamento diario de la policía política del régimen, que instala un disp
ositivo permanente de vigilancia electrónica en su hogar. Comienza gestiones para crear una coordinadora de derechos humanos (CODEHU), cuya fundación tiene lugar en marzo de 1989, bajo cuya sombrilla se agruparon tres organizaciones de derechos humanos. Apenas unos meses despues de su regreso a Cuba, le arrestan y condenan a cuatro años de prisión por denunciar, durante una conferencia de prensa, las legalidades y abusos cometidos contra el general Arnaldo Ochoa y varios altos oficiales del ejército y los servicios de inteligencia, cuatro de los cuales fueron ejecutados. Mientras cumple su condena en la cárcel de máxima seguridad de Agüica, recibe homenajes de la Sociedad Interamericana de Prensa y de Human Rights Watch respectivamente, uno por su defensa a la libertad de expresión y el otro por considerársele uno de los siete activistas de derechos humanos más destacados en el mundo. Gracias a gestiones de Amnistía Internacional, el Watch y personalidades políticas, es excarcelado en el verano de 1991, aunq
ue las autoridades le mantienen en situación de arresto domiciliario. Bajo esta condición, colabora en la fundación de la Concertación Democrática Cubana y en la del primer sindicato independiente de Cuba. La CDHRN realiza uno de los informes más completos sobre las condiciones en que vive la población penal cubana y cuantifica entre ellos a los preso de conciencia. A partir de 1991 y hasta el presente, esto informes se entregan anualmente al Relator Especial de las Naciones Unidas, que observa la situación de derechos humanos en Cuba. A comienzos del verano de 1993, Sánchez logra viajar por segunda vez al exterior y se entrevista con destacadas personalidades políticas como José F. Peña Gomez y Felipe Gonzalez. Pierre Schorri, Jimmy Carter y otros, quienes reconocen la viabilidad de su tesis sobre la reconciliación nacional para encontrar una salida democrática a la crisis cubana. A su regreso a Cuba es de nuevo arrestado. Se le amenaza para que desista de sus actividades y, una vez en relativa libertad, se
le hostiga de diversas formas, incluyendo "actos de repudio" contra él y su familia. A pesar de la hostilidad contra su persona, Sanchez no sólo profundiza y expande el trabajo de la CDHRN sino que colabora con la corriente de oposición socialista y democrática que ha comenzado a crecer a partir de 1992. Ya no es uno de los ocho o diez activistas que actuaban a cara descubierta durante la década de los ochenta, ahora se cuentan por miles en toda la isla los que se han organizado para reclamar sus derechos civiles y políticos. Sin embargo es el único entre los iniciadores del movimiento de derechos humanos que ha permanecido en Cuba. Sufre frecuentes arrestos, pero no cesa en su paciente labor. Apoya el proyecto conocido como Concilio Cubano y en general con todo el arco de la oposición pacífica. El 10 de diciembre de 1996 recibe, de manos de Jacques Chirac, presidente de Francia, el premio de derechos humanos que otorga la República Francesa. Después de entrevistarse con destacadas figuras públicas en Franc
ia, viaja a España donde es recibido de manera oficial por el jefe de gobierno español, José María Aznar, así como por los ex-jefes de gobierno español, Felipe Gonzalez y Adolfo Suárez. Después de un breve interludio para visistar a su familia en los Estados Unidos, Sanchez visitará, cumpliendo invitaciones, varios países europeos y de la América Latina. Esta síntesis biográfica ha sido confeccionada por activistas de la CDHRN, con materiales de los archivos de dicha comisión.
La Habana, 7 de Enero de 1997