1. ABOLICION UNIVERSAL DE LA PENA MUERTE
De acuerdo con su ideario noviolento el Partido Radical sitúa la abolición universal de la pena de muerte entre sus objetvos prioritarios.
Ya desde 1987, el Partido Reaical denunciaba a la opinión pública mudial el emblemático caso de Paula COOPER, joven norteamericana de dieciséis años de edad. Cuando se confirmó su condena a muerte, en 1989, el Partido Radical organizó, junto con otros colectivos, una primera movilización internacional que consiguió la conmutación de la pena capital por la de sesenta años de prisión. En 1990, tras haber primero pretendido y luego conseguido, el apoyo del presidente HAVEL, el PR lograba, después de muchos ayunos y manifestaciones, la abolición de la pena de muerte del código penal del nuevo régimen democrático checoslovaco. A ello siguieron manifestaciones, congresos, marchas de ciudadanos y alcaldes, iniciativas parlamentarias e institucionales que llevaron al Partido Radical al lanzamiento de una campaña abolicionista mundial, que se coordina de consuno con "QUE NADIE TOQUE A CAIN" - Liga interncioanl para la abolición de la pena de muerte antes del año 2.000 -, asociación fundada en Diciembre de 1993 por un
núcleo de militantes radicales y hoy federada con el PR.
La campaña ha obtenido una primera serie de resultados concretos: diversas resoluciones abolicionistas se han aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa; gracias princiaplmente a una petición firmada por más de 75.000 ciudadanos del mundo entero, centenares de paralamentarios e intelectuales entre ellos, los tribunales para crímenes de guerra en la ex-Yugoslavia y en Ruanda han eliminado la pena de muerte, y, finalmente, en Diciembre de 1994, al término de una campaña de movilización de la opinión pública, se presentó por vez primera una resolución abolicionista en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Al final, por una diferencia de sólo ocho votos, esta propuesta en pro de "la adopción de una moratoria universal de las ejecuciones capitales", se rechazó. Aunque la argumentqación final haga referencia al derecho soberano de las naciones en esta materia, este debate y esta votación no han dejado de marcar un hito en la historia de la Asamblea General. Puesto que han que han señalado dos
cosas a la opinión pública mundial: de una parte, que un conjunto importante de naciones están ya dispuestas a declarar esta moratoria, y, de otra, que existen dos campos, uno favorable y otro ferozmente opuesto, a la entrada en vigor de un derecho internacional vinculante por encima de las legislaciones nacionales.
Tras esta experiencia enriquedora, el PR y "Que Nadie Toque a Caín" se preparan a presentar de nuevo esta propuesta de moratoria a las Naciones Unidas, apoyándose en esta ocasión en un núcleo organizado de países motivados y decididos a apoyar el proyecto. Con estsa perspectiva, la campaña lanzada por "Que Nadie Toque a Caín" - "10 países, 100 ciudades, 100.000 firmas ante las Naciones Unidas para poner fin a la pena de muerte" -, ha permitido multiplicar los contactos con los medios gubernamentales de muchos países y debería permitirnos, en 1997 o 98, presentar de nuevo la propuesta de delaración de la moratoria universal.