KHEMAIS KSILA PARA EL PREMIO SAKHAROV 2000

Vicepresidente de la Liga Tunecina de Derechos Humanos, antiguo sindicalista, Khemais Ksila es objeto desde hace un año de un hostigamiento tan brutal como continuo por parte de las autoridades tunecinas.

Su compromiso con los Derechos Humanos y para que se establezcan la democracia y el Estado de derecho en Túnez le han costado, a él y a su familia, innumerables interpelaciones por parte de la policía tunecina, la privación de pasaportes, la pérdida de trabajo, e intimidaciones constantes.

En septiembre de 1997 emprendió una huelga de hambre para denunciar la opresión de que eran víctimas él y su familia. A consecuencia de una conferencia de prensa fue arrestado por "difamaciones contra el orden público y las autoridades" y "difusión de noticias falsas de naturaleza que altera el orden público" y por "incitación a los ciudadanos a transgredir las leyes del país".

El 11 de febrero, después de un proceso sobresaliente por el enorme número de violaciones del derecho a la defensa, fuecondenado a tres años de prisión en firme. El 25 de abril de 1998 el Tribunal de Segunda Instancia confirmaba el veredicto, y el 28 de mayo de 1998 su recurso de apelación era rechazado.

Khemais Ksila representa hoy en día, desde la cárcel en que está encerrado, la suerte que les espera a todos aquellos que luchan en Túnez para la afirmación de los derechos humanos y para la creación de instituciones verdaderamente democráticas.

Khemais Ksila sufre la opresión de un régimen cuyo rumbo autoritario, antidemocrático y corrupto es cada día más evidente.

Apoyar la candidatura de Khemais Ksila al premio Shakharov significa apoyar el combare de una persona que cree en los valores de los derechos humanos, es también apoyar específicamente a todos aquellos que, como él, luchan por la instauración en Túnez del Estado de Derecho y de la democracia.