Roma, 3 de julio de 1990. Declaración de Peppino Calderisi, presidente del Grupo Federalista europeo de la Cámara de los Diputados italiana: "Por primera vez los radicales y los federalistas europeos que han compartido siempre las posturas del gobierno en materia de política europea (incluso cuando partidos que formaban parte del Gobierno(1) se abstenían sobre el Sistema Monetario Europeo) consideraron que no podían votar el documento de la mayoría por hallarse totalmente desfasado y por su carácter ambiguo con respecto a la postura adoptada por el Parlamento y manifestada por el mismo en repetidas ocasiones y ratificada por el electorado italiano que mediante el referéndum que se celebró sobre esta cuestión se declaró a favor de atribuir mandato constituyente al Parlamento europeo (...)
El debate parlamentario y la resolución de la mayoría no han eludido sino confirmado las preocupaciones de los federalistas sobre todo con respecto a la postura del Ministro de asuntos exteriores italiano, De Michelis, que a lo largo de estos últimos días ha despreciado en repetidas ocasiones el proyecto de Tratado de la Unión europea de Spinelli tachándolo de desfasado. Como si los grandes acontecimientos de los países del Este europeo no hubiesen reforzado la exigencia de ofrecer un fuerte punto de referencia federalista para contraponer al resurgimiento de los nacionalismos y como si la unificación alemana no estableciese en primer lugar la necesidad de lograr la Unión europea en breve tiempo y no sólo como perspectiva futura.
La gravedad de la postura el gobierno yace sobre todo en el abandono sustancial de las directrices dadas por el referéndum y de la exigencia de que la Unión europea se realice a partir de un proyecto global de Constitución. En este sentido, resulta incomprensible el escaso relieve otorgado a las propuestas aprobadas por amplia mayoría por la Comisión institucional del Parlamento Europeo, entre las que figura el informe Colombo que actualiza el proyecto Spinelli.
La lógica a la que progresivamente se atiene el Gobierno (y sobre todo De Michelis) es la intergubernamental en detrimento del Parlamento europeo y de la Comisión de la Cee. Una lógica que no tiende a resolver el déficit democrático de las instituciones comunitarias sino a acentuarlo".
N.d.T.: (1) Recuérdese que el sistema político italiano posee la
peculiaridad de basarse en la fórmula del
pentapartido, es decir que el gobierno está compuesto
por cinco partidos.