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Agora' Agora - 17 novembre 1990
MOTIVOS POR LOS QUE EL PARTIDO RADICAL EMPIEZA DESDE AHORA A LANZAR LA CAMPAÑA DE INSCRIPCION PARA 1991.
de Marco Pannella

En 1990 lo probable fue imposible, pero lo imposible no.

De Marco Pannella

El Partido radical cuenta en la actualidad con más inscritos en Moscú que en Turín, con más inscritos en Praga que en Nápoles. Uno de cada cuatro inscritos no es italiano. Casi un radical italiano de cada diez está en la cárcel. Forman parte del Consejo Federal diputados, senadores y parlamentarios europeos del Partido Liberal, del Socialista, del Comunista, del Socialdemocrático, de los Verdes, de los Verdes Arcoiris, de los Antiprohibicionistas, de los Grupos Parlamentarios de los Soviets de los Diputados del Pueblo de Moscú y Leningrado, en resumidas cuentas, exponentes demócratas de veinte nacionalidades distintas.

Un partido que exige la plena libertad de sus militantes

Este es el Partido de la no violencia política, de la democracia política, de la tolerancia y del laicismo político, de la defensa ecológica del medio ambiente, del federalismo político, del federalismo europeo, de los derechos humanos y civiles, liberaldemocrático y liberalsocialista, antiprohibicionista sobre droga, antiautoritario, antinacionalista y antimilitarista. Es el único partido, la única organización política con reglas y estructuras libertarias, transnacionales, transpartídicas, laicas por su historia, por sus principios, por su estatuto, por su método, por sus convicciones y por sus objetivos. Un Partido laico y tal vez "iluminista", pero en un siglo y en un mundo en el que "las luces" brillan en el fuero interno de la historia de los pueblos y de las ingentes masas de personas (que, por el contrario, son oscurecidas, cuando no apagadas, en la vida pública, por la política oficial y por el poder), luces obligadas a vivir como conciencias y subconsciencias colectivas negadas a la hora de la verd

ad, en lo que se refiere al derecho a la vida y a la vida del derecho, a pesar de que teóricamente esté muy en boga abogar por ellos. Este es un Partido que exige la plena libertad de sus militantes, un Partido que se basa, precisamente, en ella. Y en su defecto se hunde. Un Partido que necesita la plena libertad de sus adversarios, incluso más que la suya.

Somos una "Cosa" (1) con nombre, estatuto, reglas, ideas e historia por realizar, la garantía de lo "hecho" a cambio de "lo que queda por hacer" de hoy y de mañana, sin más fuerza que su palabra y la acción de aquellos que quieren darle forma, cuerpo, encarnarla en la historia y en sí mismos. Cuya "vida" posee la plenitud de la vida, su dramático carácter provisional, dramático y exaltado, su precariedad y su duración, la magnitud y la limitación de "individuo", indispensable e irrepetible, una "cosa" medio y utensilio, no iglesia o ejército, para quien quiera apreciarla o utilizarla.

Esta es la identidad, pero aún no es la imagen. Es demasiado exiguo el número de sus militantes, de sus caras, de sus historias, a pesar de ser tan extraordinarias y comunes, para poder imponerse al conocimiento de clases dirigentes y de pueblos que se vuelven locos ante un sistema de comunicación y de información que es el espejo mortal de sí misma en vez de ser comparación, búsqueda, aprendizaje, cultura y valorización de todos y de cada individuo.

Lo "nuevo posible"

Nuestro mundo, nuestro planeta muestra a todos sus habitantes cuán herido está, tal vez herido de muerte; a no ser que se invente algo nuevo posible. Y este "nuevo posible", tan cegadoramente razonable y evidente, se halla en el Partido radical, que desde hace treinta años viene siendo "historia imposible", época tras época, año tras año, evento tras evento. Hemos existido ante la negación oficial, ante la negación por parte del mundo de la cultura, del poder, de la política, de los medios de comunicación; nos ha intuido el pueblo, nos han comprendido algunos: Elio Vittorini (2), Pierpaolo Pasolini (3), Leonardo Sciascia (4), y a ratos Baget Bozzo (8), Panebianco (6) y algún otro, en el teatro italiano.

A lo largo de treinta años, durante períodos por lo general brevísimos, hemos contado con no más de treinta mil radicales. No hemos conseguido nunca (salvo un paréntesis de dieciocho meses, que confirma la excepción de la regla) ser más de cuatro mil al año, incluyendo en la historia del Partido la de la LID (7), y actualmente - la del CORA (8).

En el corazón de piedra de los Palazzi (8).....

Y sin embargo, podemos afirmar serenamente que ninguna otra fuerza política organizada - ninguna - ha impuesto y planteado como lo hemos hecho nosotros a la conciencia de todo un país, de toda mujer y todo hombre, la urgencia de tantos problemas de semejante envergadura, tanto universales como personales, tanto generales como íntimos, en el corazón de piedra de los "Palazzi", en los rincones más oscuros y putrefactos, en los "hombres de la ley" o en las humanidades de las aceras, de las religiones traicionadas, de las disipaciones y de las desesperaciones, como en la sustancia de las cosas en las que confiaban. Ningún país ha tenido la suerte que ha tenido el nuestro de confrontarse con tantas urgencias reveladas, con tantas y tan valiosas reformas, y las ha expresado o propuesto o incluso, desgraciadamente, disipado. Por una parte, el Partido radical constituye una "imposibilidad" no explicada, sino convencida, y sin embargo, por otra, realizada.

Ninguna empresa, ninguna compañía, de ningún tipo, ha poseído la capacidad productiva, creadora, sobre todo en términos de relación coste/logros, precio/caliad, la capacidad de organización y de búsqueda de los recursos, de profesionalidad y de proyectualidad que posee el Partido Radical. Nuestra asociación, de impalpable espesor social, cada vez está más viva - mucho más que superada o muerta - y es "imposible" hasta tal punto que ningún sociólogo, ningún politólogo admite su efectiva existencia ni busca tan siquiera más connotaciones, porque éstas son tales que niegan desde la raíz - haciéndoles entrar en crisis - los sistemas en los que se basa su cualificación, su actividad y su "clerigatura" ptolemaicas. Baget Bozzo "en su día" (nunca mejor dicho) nos definió "una minoría política que sabe dar voz, voto y victoria a grandes mayorías sociales". Pero como no tenemos ni vocación ni posibilidad de ser una minoría "nacional-política" ni "mayoría nacional-social", a este nuestro querido profeta de antaño se l

e ha ido el santo al cielo, se ha convertido en juglar de Andreotti (10), de Craxi (11), de nada, por nostalgia y pasión de un todo desde hace tiempo difunto: ptolemaico por fin consciente.

Derrota de lo "probable" y corroboración de lo "imposible"

El año 1990 está a punto de concluir, para el Partido Radical, con una nueva derrota de lo "probable" decidida y establecida, y otra ratificación de lo "imposible".

En nuestro Consejo Federal(12) parecía bastante probable que pudiesen llegar al Partido radical (tal vez por agradecimiento o por desagravio) algunos miles de italianos, en particular "comunistas iluminados" de la Cosa y por la Cosa, aunque fuese uno por cada Ayuntamiento italiano, es decir aproximadamente ocho mil del millón cuatrocientos mil inscritos al Partido Comunista Italiano (PCI). Con una declaración conjunta oficial de los secretarios de ambos Partidos, Occhetto y Stanzani, se proclamó inequívocamente el carácter definitivamente "Internacional", que no le hacía la competencia a los partidos nacionales existentes; y el secretario del PCI manifestó su deseo de que todos los demócratas colaborasen para superar las dificultades del Pr. Darhendorf (13) parecía haberse convertido en uno de los orgullos de "L'Unitá" (14) y de la Cosa. Las "listas Nathan" (15) tenían que habernos unido electoral y políticamente en las elecciones regionales, provinciales y municipales. La adhesión al referéndum para cambiar

el sistema electoral y adoptar el anglosajón, por lo menos para la elección del Senado, anunciada en nuestro Consejo Federal, nos pareció a todos, medios de comunicación inclusive, un enorme paso hacia adelante, hacia una "Cosa" radicalmente nueva, efectivamente propia para gran parte de los comunistas del PCI o de los liberaldemócratas y los liberalsocialistas, no violentos y "occidentales" del Pr y sus alrededores.

Profesionalidad que es también moralidad política

Confiando en nuestra profesionalidad, de la que va siendo hora de hacer alarde - por lo menos en la medida en la que hemos sido culpablemente pudorosos - profesionalidad que es también moralidad política, creíamos probable que los recursos humanos, financieros, de imagen, iban a ser tales que nos permitiesen, a partir de 5/10 mil inscritos italianos, alcanzar al menos otros 20 mil inscritos en la URSS y 10 mil en otros países del imperio en poco tiempo.

En efecto, cabía considerar absolutamente probable que el 0,004 de los inscritos al Partido Comunista Italiano (el 4 por mil) comprendiese lo interesante que era (en un momento de repliegue nacional total de su organización italiana) "financiar" o literalmente animar una empresa internacionalista no violenta, ecologista, laica, federalista europea, capaz de "actuar" y de lograr objetivos concretos, y lograr que las adhesiones se multiplicasen, con sus militantes, con un pasado irreprensible en la crisis del imperio soviético, al igual que en gran parte del sur del planeta, en un clima de "revolución liberal" gobettiana (16). No añadíamos que si se hubiesen producido esas "ocho mil" inscripciones del "millón cuatrocientos ocho mil", dos consecuencias eran naturales e inevitables: más del 80 por ciento de los miembros italianos del Pr hubiesen sido comunistas del PCI; caído el "muro de Berlín" del tabú radical, liberaldemocrático y no violento, los "ocho mil" se hubiesen convertido en una avalancha. En espera,

en resumidas cuentas, de sumarse con el nuevo/viejo aparato de partido a la Internacional socialista, los comunistas italianos hubiesen tenido en sus manos, para reformar la política, las instituciones, para reformarse a sí mismos y a los demás, un poderoso instrumento de lucha política, de nueva agregación, de posible "anexión", así pues, del PR, de su historia y de su fuerza. No lo añadíamos porque lo considerábamos más que obvio para todos aquellos que se hubiesen tomado la molestia de pararse a reflexionar un poco. (...)

En cambio, ha sucedido lo imposible. En el PCI ha sucedido y está sucediendo de todo, y todo lo contrario. En el "debate interno" hemos pasado de la apología ideológica del capitalismo a la sacerdotal de la antigua política de Munich y del "pacifismo" letal pseudo-anti-violento. Pero los que se han inscrito al Pr, actuando laicamente y no discutiendo ideológicamente, han sido menos de cien "comunistas" y tres mil "otros", a pesar del testimonio de Willer Bordon (17) y de Michele Serra (19). En enero, creíamos que era bastante probable lo que sin embargo no ha sucedido, es "imposible" que - sin ese "probable" - se pudiesen hacer otra cosa que no fuese suspender inmediatamente la actividad política del PR, por falta del mínimo necesario para consolidarse y actuar. Y tener que pasar probablemente a la liquidación del mismísimo Partido. Con la actividad suspendida, de hecho cómo íbamos a lograr ni tan siquiera dos mil inscritos sin precipitar en la bancarrota fraudulenta, cambiando no sólo de imagen sino identi

dad?.

No es este el momento de analizar en profundidad lo que le ha sucedido a la actividad del Partido - prácticamente suspendida - y a su estructura - prácticamente desaparecida.

El muerto al hoyo y el vivo al bollo

El muerto al hoyo y el vivo al bollo. Así pues, hablemos del Partido radical, hablemos de esta "cosa". Lo haremos. Confío en que los seguiremos haciendo siempre.

Un enorme yacimiento de materia valiosísima

El Partido Radical es un enorme yacimiento de materia valiosísima y difícil de encontrar que nosotros mismos aun no hemos sabido o podido explorar, y que hemos tenido la fuerza de no malvender aun a pesar de haber pasado hambre y sed, impidiendo que una descarga de basura lo enterrase y embozase para siempre el acceso, sus venas. Sigue siendo posible, tal vez probable, que tengamos que cerrar la mina; mejor dicho, que nos la cierren, pues las clases dirigentes de las "democracias reales" cada día están más acostumbradas a violar el derecho. Pero actualmente, estoy seguro, ello tendría lugar sin hipotecar el futuro próximo, sin trasferir el patrimonio y sin precipitar a la sociedad en la bancarrota.

Sin embargo, cabe destacar algunos hechos. Lo "imposible", es decir la no-catástrofe, la media vuelta, la modificación de la situación del Partido radical al faltar los 5/10/50.000 inscritos en 1990, se está verificando.

Gracias a la "imposible" inscripción de más de tres mil italianos y de más de mil no italianos, paralizada la actividad del Partido, en ausencia de la prensa y de los medios de comunicación, hemos dispuesto tiempo y energías suficientes para determinar una situación económico-financiera de radical contradicción con nuestras posibilidades, de manera que por primera vez desde hace años, sin tocar ni una lira de la financiación pública de los partidos de 1991, acabaremos el año - sic stantibus rebis - con una situación de deuda contraída de más del 50%.

Una nueva sede, eficiente y bonita

Estamos a punto de inaugurar una nueva sede del Partido, la primera de nuestra propiedad, eficiente y muy bonita, cuyo valor es, como mínimo, el triple de lo que hemos invertido.

No sólo hemos salvado, en punto de muerte, con las luces apagadas, la Radio Radical, con su incomparable función pública, civil democrática, sino que hemos creado las condiciones necesarias para que crezca, gracias a la ley que ha sido aprobada que financia su restructuración, adjudicándole 16 millones de dólares en menos de tres años.

Todo un gran éxito, incluso como reconocimiento y prestigio para una de las más hermosas realizaciones radicales de los últimos quince años.

La nueva ley italiana sobre los canales de televisión crea una situación muy delicada y difícil en un sector en el que nuestra "zona", basándose en las funciones de "Teleroma 56" y "Canale 66" (17), puede confrontarse con algo que no sea la ley de la jungla e idear nuevas e interesantes iniciativas para lograr una información y una actividad democrática más vasta y significativa.

Creo poder afirmar que, en una situación literalmente "imposible" y, como tal considerada por el Consejo Federal y por el II Congreso italiano del PR - obligados a inutilizar su estructura y a suspender la actividad política del Partido como tal - gracias a la absolutamente extraordinaria prueba de amor, de capacidad, de ánimo y de fuerza proporcionada por Sergio Stanzani, por Paolo Vigevano, por Emma Bonino y, como mucho, por unos diez compañeros más, que no se han desesperado, que han creído en el Partido y en nuestras ideas, hemos logrado llevar a cabo compromisos, iniciativas, hemos estado presentes en Italia, en la URSS, en Checoslovaquia, en Yugoslavia, en Hungría. Todo ello ha sido de gran importancia política e ideal para todos los radicales.

La sensación de que se nos agotan las fuerzas

A menudo, tenemos la sensación de que se nos agotan las fuerzas y la posibilidad de seguir hacia adelante en las condiciones imposibles de actividad y de trabajo en las que nos hallamos, ante la ausencia de remodelación de las posibilidades básicas de articular las responsabilidades y las actividades del Partido. Pero si bajamos la guardia, si cedemos a la tentación cotidiana, cada vez más fuerte, de "contentarnos" con lo obtenido, de "pasar por alto", de invertir en un Congreso los pocos recursos de que disponemos, si, desde ahora no reanudamos las actividades "normales" - es decir extraordinarias - del Partido, quemaremos todo lo que hemos logrado reconquistar, con los cuatro mil radicales de 1990, y volveremos a instaurar las causas inmediatas, cuando no las mediadas, en gran parte persistentes, de las crisis de estos cinco años y pico. Estamos deseando de corazón poder usar con conciencia los poderes Del Congreso, antes de celebrar un Congreso, para aliviar, parcial o totalmente, la obligación y el honor

de esta fatiga.

Al no poder hacerlo, nos vemos obligados a proceder.

Así pues, inauguramos la campaña de inscripción al Partido radical para 1991. En Europa central y del Este, considerando las recesiones que se están produciendo en la mayoría de estos países, las cuotas de 1991 seguirán siendo las mismas que las de 1990, es decir 365 Kr, 730 Ft, 25,55 rublos, 365 dinares al año, es decir 1 Kr, 2 Ft, 7 Kopecs 1 dinar al día. Con respecto a Polonia, considerando los cambios monetarios que han tenido lugar últimamente, la cuota será de 73.000 zlotys al año, es decir 200 zlotys al día. Para Rumania, al igual que para otros países, la cuota de este año se calculará a partir del Producto nacional bruto. Ello equivaldrá a un mínimo de 1 leo al día, es decir 365 leos al año.

Dirigimos un llamamiento, a quien pueda hacerlo, para que se inscriba tanto para 1990 como para 1991. Desde ahora abrimos una campaña de financiación extraordinaria, a parte de la de las inscripciones, considerando la próxima "paga de navidad" y los gastos de estas fiestas. Pedimos a todos que nos permitan publicar inmediatamente breves declaraciones sobre el por qué uno se vuelve a inscribir o por qué uno se inscribe por vez primera, porque de esta manera se da ejemplo y se alienta a los demás, y a nosotros mismos, en esta nuestra difícil tarea.

Todos necesitamos increiblemente el rigor, la humildad, la fuerza, la inteligencia, la esperanza y la creatividad que las "imposibles" 4.000 inscripciones de 1990 han expresado y permitido, los desoladores resultados que recogen aquellos millones que han sido unánimes, en "dejar correr" el Partido radical (angustiados sólo por el riesgo de perder sus eternas "posesiones", (precisamente, eso es lo que han comprometido e hipotecado), espero que sirva de reflexión, que infunda prudencia y generosidad.

Al añadir estas notas, confiamos en que no sean ofensivas para todos aquellos que conocen la realidad política italiana.

(1) "Cosa": término adoptado por los medios de comunicación italianos para describir el proyecto de cambio de nombre, del símbolo y del programa del Partido comunista italiano en el período de transición, desde noviembre de 1989 hasta octubre de 1990. El 11 de octubre de 1990, el secretario general del Partido comunista, Achille Ochetto, propuso al Comité central el nuevo nombre de "Partido Democrático de la Izquierda" y un enorme roble estilizado como nuevo símbolo.

(2) Elio Vittorini: escritor, ex comunista, fundador del Partido radical en 1955.

(3) Pier Paolo Pasolini: Poeta, director de cine, escritor, columnista. Murió asesinado en 1976.

(4) Leonardo Sciascia: escritor, elegido en 1979 diputado al Parlamento europeo y al Parlamento italiano por las listas del Partido radical, murió en 1989.

(5) Gianni Baget Bozzo: sacerdote, politólogo, miembro del Partido socialista italiano, diputado europeo.

(6) Angelo Panebianco: politólogo, columnista del "Corriere della Sera", ex miembro del Partido radical.

(7) L.I.D. Liga italiana para el divorcio. Fundada en 1969 por los radicales, por el diputado socialista Loris Fortuna, por el diputado liberal Antonio Baslini y por distintas personalidades.

(8) Co.R.A.: Coordinadora radical antiprohibicionista. Fundada en 1989 por miembros del Partido radical particularmente sensibles a la cuestión de la droga.

(9) Palazzi: el equivalente a la Moncloa española.

(10) Giulio Andreotti: diputado desde 1946, secretario de la Democracia cristiana en repetidas ocasiones, actualmente Presidente del Consejo italiano.

(11) Bettino Craxi: Ex Presidente del Consejo italiano. Actualmente, secretario del Partido socialista.

(12) Consejo federal: órgano consultivo del Partido radical. El último que menciona Pannella, se desarrolló en Roma en 1990.

(13) Ralph Darendorf: politólogo y filósofo inglés de origen alemán. Uno de los más importantes teóricos contemporáneos del liberalismo.

(14) L'Unitá: periódico del Partido comunista italiano, fundado en Turín en 1924, publicado hasta el 26 y, bajo el fascismo esporádicamente en ediciones clandestinas. Se volvió a publicar tras la liberación.

(15) "Listas Nathan": proyecto de una gran lista electoral, cívica, apartídica, en la que se hubiesen debido unir distintas fuerzas y personalidades políticas entre las que figuraban comunistas, radicales y ecologistas. Marco Pannella propuso en nombre nata en recuerdo al primer alcalde no relacionado con el poder clerical en la Roma del 900.

(16) gobettiana: Piero Gobetti (Turín), antifascista, murió a los 26 años en París víctima de las persecuciones por parte de las bandas fascistas. Autor del libro: "Revolución liberal".

(17) Willer Bordon: (Trieste), diputado del Partido Comunista italiano, miembro del Consejo federal del P.r.

(18) Michele Serra: periodista, director de "Cuore", inserción satírica del periódico del PCI, "L'Unitá".

(19) Teleroma 56 y Canale 66 son canales de televisión del Partido radical que cubren la región del Lacio en Italia.

 
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