Lo que nos proponemos y proponemos a todo el mundo es un contrato, para que un proyecto, aparentemente técnico, cobre forma, a lo largo de los meses venideros y no de los lustros.
Tanto si se trata de economía, de guerra y paz, de ecología, emigración, lo que sea, sabemos perfectamente que dentro de pocos años, tal vez meses, será menester lograr que la política cuente con una capacidad de decisión y de actuación rápida y simultánea en los parlamentos de la Europa del Este y en los Parlamentos de la Comunidad europea.
Sabemos que es necesario lograr que dichos parlamentos, gobiernos, reciban una ayuda y se les apoye para que se decidan a realizar sin más demora una serie de cosas - como por ejemplo, la reforma de la Onu, - gracias a las cuales, incluso a nivel planetario, se pueda obtener la posibilidad técnica de actuar, decidir y de llevar a cabo de forma conjunta.
Sabemos que de no ser así se va a producir una catástrofe, aunque no sabemos el día exacto.
Sobre continentes y subcontinentes enteros se ciernen dictaduras chapadas al viejo imperio, que, por el momento mantienen un desorden "enyesado". Pero que pueden estallar de un momento a otro. Quién sabe... dentro de pocas semanas, tal vez meses.
Sabemos que el mundo en el que vivimos dentro de dieciocho o veinte años aumentará el número de sus habitantes al doble del actual.
Sabemos que, antropológicamente hablando, hay metrópolis en las que no se sabe cómo diantres sobreviven niñitos de edades comprendidas entre los 13-14 años, que se organizan en bandas de muerte, para protegerse, agresivos que matan y sufren la muerte en su propia piel.
Sabemos que dentro de poco tiempo contaremos por lo menos con 15 megalópolis en el Tercer Mundo con más de diez millones de personas, y que es imposible saber si habrá agua, por ejemplo, o si se podrá resolver el problema de los desechos.
Cuál es ese proyecto que tenemos por objeto y por el que nos hemos asociado en el Partido radical de 1991?
Lo que nos proponemos está dirigido a todas aquellas personas que desean complementar su existencia, su forma de ser, con un valor añadido de internacionalismo, de federalismo y financiarlo, darle una parte de ellos mismos.
Si viente mil ciudadanos se convirtiesen a lo largo de las próximas semanas en accionistas de este proyecto, podríamos llegar, en los meses venideros, hasta los parlamentarios de todo el mundo. Para empezar propondríamos a treinta mil parlamentarios del teatro europeo, una pequeña serie de textos que tratasen dos, tres o cuatro problemas específicos - sobre los que poseemos una fuerza inmensa, la conciencia de las masas.
Textos que se puedan presentar simultáneamente a dichos parlamentos, permitiendo la movilización inmediata, de masa, y eventualmente moviendo las armas de la no violencia, allá en donde el poder se comprometa en realizar los objetivos legislativos que nosotros nos proponemos.
Este es el contrato, "el nuevo contrato social", que proponemos para construir el Partido radical.