Su respuesta, señor Comisario, no puede ser más insatisfactoria. Desde que España se incorpora a la Comunidad se da la paradoja de que, habiéndose fijado una cantidad máxima común para España y Grecia, uno de los dos Estados incrementa sistemáticamente su producción mientras que el otro la mantiene constante en torno a las 270.000 toneladas, salvo en período de sequía en que se obtienen 95.000 toneladas. No obstante, se ve obligado a padecer una normativa comunitaria que penaliza indiscriminadamente los rebasamientos de cantidad máxima garantizada.

En estas circunstancias, señor Comisario, es fundamental que la Comisión exponga cuáles son los resultados de la encuesta sobre el fraude porque si, además, el rebasamiento de cantidades se debe a actividades fraudulentas, la cosa clama al cielo. En este momento ya no cabe hablar de soluciones parciales, sino que habrá que abordar el asunto en profundidad y establecer cantidades máximas para cada uno de los Estados miembros, porque Grecia aplica una política de devaluaciones monetarias sistemática que le permite absorber las penalizaciones, pero España, que posee una moneda más estable, cada vez que la penalizan disminuye la producción de algodón en nuestro país. Por tanto, señor Comisario, yo querría que la Comisión abordara este problema con valentía, de frente y por derecho, como se dice en el mundo de los toros, estableciendo soluciones definitivas.