Señor Presidente, Señorías, las razones que impulsan a pedir el voto favorable para el informe de la Comisión de Pesca que elaboró la Sra. Fraga, a la que quiero felicitar por su excelente trabajo, son razones de muy diverso tipo, pero todas ellas de suma importancia.
En primer lugar, se trata de la protección de los propios recursos marinos. Recursos sobre los cuales se sustenta la pesca y, por lo tanto, también la población que de ella depende económicamente. Entendámonos: la actividad económica derivada de la pesca no se sustenta simplemente a partir de los recursos capturados, sino del conjunto del medio ambiente marino. Las redes de malla a la deriva no sólo son artes eficaces en su capacidad de captura, sino que, además, son poco selectivas y afectan a muchas especies, algunas de ellas de alto valor ecológico.
En segundo lugar, señor Presidente, quiero también exponer una razón de tipo netamente político. Los recientes problemas surgidos en el mar Cantábrico nos muestran hasta qué punto está en juego la propia credibilidad de la Unión Europea. Un viejo principio político nos enseña que cuando una autoridad impone una norma que no es capaz de hacer cumplir por sí misma sólo está actuando en detrimento de su propia autoridad. Me temo que esto es lo que está sucediendo con algunas de las llamadas "medidas técnicas" de conservación de los recursos y, en concreto, con las que actualmente limitan el uso de las redes a la deriva.
En tercer lugar, y aunque estemos en el comienzo de una legislatura y algunos seamos nuevos en esta Asamblea, debemos saber que éste no es un tema nuevo para la política pesquera común. Ni siquiera es un tema muy reciente. Alguien se refirió antes a la votación de 1991 de este Parlamento.
Por coherencia y autoestima, no podemos seguir retrasando decisiones necesarias y fundamentales de cara al futuro de la pesca europea. Me pregunto por qué algunos siempre esperan que posteriores informes científicos afirmen lo contrario de lo evidente. Las enmiendas que aquí se debaten tienden a dar respuesta a estas tres inquietudes que ha querido destacar el informe de la Sra. Fraga, aprobado por la Comisión de Pesca: proteger los recursos pesqueros y el medio ambiente marino; respetar la credibilidad de la Unión Europea, en cuanto a su capacidad de hacer respetar la legislación comunitaria, y valorizar también el papel del Parlamento Europeo como institución capaz de articular los intereses generales por encima de los particulares.
(Aplausos)