Señor Presidente, muy rápidamente quiero contribuir al debate señalando a muchos de los diputados que éste no es un debate precipitado, sino que hemos estado constantemente tratando de este tema en la legislatura pasada, advirtiendo la urgencia de proteger especies como el delfín, mediante la limitación de determinadas artes de pesca como la que nos ocupa.
Quiero también señalar que la inmensa mayoría de los pescadores españoles afectados no son justamente los responsables de acusaciones y abusos en otras aguas. Constituyen, por el contrario, el ejemplo de un arte de pesca compatible con el concepto de desarrollo sostenible y con la conservación del medio ambiente y de los recursos pesqueros.
Quiero señalar, además, que, en cuanto a la defensa de los consumidores, el producto final derivado de un arte de pesca o de otro es, sin duda, distinto porque con redes de tal longitud se arrastran las capturas, se produce una muerte violenta y, además, el producto llega muy deteriorado al consumidor. Dos razones que este Parlamento, caracterizado por la continua defensa del medio ambiente y del consumidor, debe tomar en cuenta.
Quiero también señalar al Comisario que gran parte de la violencia que ha caracterizado esta campaña ha sido provocada por la indignación ante el hecho de que muchos barcos no sólo han estado utilizando redes de más de 2,5 km, sino que han llegado a alcanzar longitudes que, sin duda, están esquilmando los recursos de esa zona.
Por lo tanto reviste especial urgencia la pacificación de la situación, urgencia para la protección de los recursos pesqueros y, posteriormente, recibir garantías de que estamos, desde este Parlamento, defendiendo artes de pesca que son realmente compatibles con la protección de los recursos pesqueros.