Señor Presidente, pensamos que este Parlamento debe contribuir de manera decidida a que la paz se vaya abriendo paso en el conflicto de Bosnia y Herzegovina. Por esta razón, suscribimos la resolución común. Estamos convencidos de que el apoyo al plan de paz del Grupo de contacto, más allá de las insatisfacciones y dudas que nos puede producir, constituye el camino adecuado para alcanzar la paz en este conflicto que ha sido el primero en Europa después de 1945 y, sin duda, una de las grandes vergüenzas de nuestra Unión Europea.
Efectivamente, pensamos que nuestra Unión Europea tiene obligaciones evidentes a estas alturas. En primer lugar, ayudar a la reconstrucción de Bosnia y Herzegovina y, posteriormente, una vez alcanzada la paz, a una cooperación interbalcánica que evite conflictos de esta naturaleza. A la vez que apoyamos que este Parlamento envíe una delegación a la apertura de sesiones del Parlamento de Sarajevo el 15 de octubre, me gustaría subrayar -paradojas de la vida- que, en este caso, nosotros presentamos una enmienda, que coincide con la política de la Unión Europea y sus Estados miembros, con respecto al levantamiento del embargo de armas a Bosnia y Herzegovina. Es decir, no creemos que el levantamiento del embargo de armas a Sarajevo fuera lo más conveniente en este momento.