Señora Presidenta, hablar de incendios forestales es hablar de una de las catástrofes más significativas de la naturaleza de un país, hasta tal punto que, en algún momento de la historia universal, muchos pueblos han conocido verdaderos desastres ecológicos que cambiaron el rumbo de sus vidas. En los últimos tiempos, los ecosistemas forestales del Mediterráneo y de las islas atlánticas de la Unión Europea han conocido, en la piel de su territorio, los efectos devastadores de una de las amenazas más terribles que puedan azotarlas: el fuego. De su prevención y extinción técnica, así como de la posterior reforestación, se ocupan -se deben ocupar- las administraciones públicas.
Pero, como consecuencia de la falta de una estrategia forestal a nivel comunitario para paliar las consecuencias de este tipo de incendios, nos hemos visto obligados, desde la Coalición Radical Europea, a presentar una propuesta de resolución cuyo contenido se resume en la petición de una línea técnica y financiera de actuación comunitaria, amparada por los principios de responsabilidad, subsidiariedad y adicionalidad.