Señor Presidente, me parece que todos coincidimos en señalar la importancia de las PYME, la gravedad de la situación de las PYME, la necesidad de buscar remedios. Me parecen muy interesantes los dos informes del Sr. Harrison y la Sra. Thyssen, y creo que su importancia estriba en el hecho de aportar una serie de ideas y de iniciativas muy concretas que pueden ser de gran utilidad. Voy a señalar algunos elementos de preocupación global tomando como base los dos informes.
En el informe de la Sra. Thyssen se alude al hecho de que la fiscalidad influye sin duda en la inversión, en el crecimiento y en el empleo de las PYME, pero se argumenta que esta influencia sería mayor en un contexto global de política económica que atendiera a la problemática global de las PYME. En este sentido, en mi opinión el debate es emblemático porque en el desarrollo del mercado interior hay una asignatura pendiente: el desarrollo de una armonización fiscal comunitaria, no sólo de los impuestos indirectos sino de los impuestos directos. Aunque es probable que los casos de dumping fiscal que existen en la Comunidad no tengan tanta influencia sobre las PYME -ojalá sea así- yo creo que es importante dilucidar este tema. Por lo tanto, creo que reviste especial urgencia habilitar medidas que conduzcan a una armonización fiscal comunitaria. Evidentemente, coincido con la mayoría de intervinientes en que la regla de la unanimidad consagrada en el Tratado no es una buena cosa, pues está dificultando enormeme
nte esa aproximación de la armonización fiscal comunitaria. En mi opinión, debería terminarse con la regla de la unanimidad en el Consejo.
La segunda preocupación es que nos encontramos en un período de reactivación económica y hay que hacer todo lo posible para instrumentalizar mecanismos financieros de apoyo a las PYME. Como señala el informe de la Sra. Thyssen, todos sabemos que los bancos suelen ser muy poco generosos con las PYME -les imponen intereses bastante más altos que a las grandes empresas, no les dan créditos precisamente por la creatividad del proyecto, les exigen garantías muy estrictas- y todos sabemos de las angustias presupuestarias de muchos países por el cumplimiento de los criterios de convergencia. Aquí aparece como fundamental la propuesta del Libro Blanco sobre el Fondo Europeo de Inversiones, que debería ser aumentado sustancialmente.