Señor Presidente, como en anteriores ocasiones la ponente para opinión de la Comisión de Educación, Juventud, Cultura y Medios de Comunicación quisiera empezar haciendo hincapié en la importancia de dar prioridad a las políticas de educación y formación. Creo que nadie pone en tela de juicio el hecho de que, precisamente, este sector posee el máximo efecto multiplicador y se presta singularmente a la tarea de hacer comprensible y tangible el proyecto europeo a los ciudadanos.
Así lo señalan los artículos 126 y 127 del Tratado de la Unión, así como el Libro Blanco. Por consiguiente, la ponente quiere expresar su agradecimiento porque se ha conseguido dar una clara señal política en este sentido, dotando a los nuevos programas Sócrates y Leonardo con una financiación adecuada para alcanzar sus objetivos. También en el artículo 128 del Tratado, que otorga por primera vez a la Unión competencias en el ámbito de la cultura, tal como ha venido solicitando reiteradamente el Parlamento Europeo, se refleja la idea de que la cultura ofrece al ciudadano la posibilidad de familiarizarse con el concepto de integración en esta unidad en la diversidad que representa la realidad multicultural de la Unión. Fomentar una política cultural contrarrestará el racismo y la xenofobia. La ponente también acoge con satisfacción, y manifiesta su agradecimiento al ponente Sr. Wynn, el hecho de que las deliberaciones presupuestarias han seguido las recomendaciones de la Comisión de Cultura.
Pero, por último, la ponente tiene que lamentar, sin embargo, que las propuestas dentro del sector de información de la Comisión de Cultura no han sido recogidas en su totalidad y pide que se preste más importancia a este sector para paliar el déficit de información que padecen los ciudadanos.
Termino, como siempre, con la constatación de que, sin embargo, el porcentaje del presupuesto que se destina a la educación, formación, cultura e información sigue todavía sin reflejar las aspiraciones de la Comisión de Cultura.