Señora Morgan, permítame decirle que las gafas que ha utilizado no han disminuido ni la calidad de la lectura ni la calidad del contenido de su intervención. Y permítame que, siendo su primera intervención, simbólicamente, como hizo su padre al darle la llave del coche, le dé la llave de entrada a este hemiciclo donde, estoy seguro, su presencia va a ser extraordinariamente positiva y renovadora.