Señora Presidenta, con la recomendación para la segunda lectura del programa S CRATES, el Parlamento Europeo quiere poner en camino el nuevo programa de la Unión en el campo de la educación. No sólo está amparado por el artículo 126 del Tratado de la Unión, sino también por la convicción de que la educación es piedra angular en la concienciación del ciudadano en cuanto a la dimensión europea y constituye una condición sine qua non para la cohesión social.
S CRATES recoge las buenas experiencias de ERASMUS y profundiza en los puntos claves de este programa. Pero incluye, por fin, acciones en la enseñanza secundaria y primaria, anhelo éste de la Comisión de Cultura durante muchos años. Pero, Señorías, S CRATES también manda una señal claramente política al incluir una acción específica de educación intercultural en las acciones de la enseñanza, siendo así consciente de las necesidades de los niños más desfavorecidos, pero también del hecho de que la realidad multicultural de la Unión precisa necesita respuestas no menos diversificadas.
Sin embargo, como ponente para el presupuesto de la Comisión de Cultura, no puedo sino apoyar con entusiasmo las palabras de la Sra. Pack. El presupuesto del programa es inequívocamente competencia de la autoridad presupuestaria, e insto al Consejo para que también lo entienda así. Pero sabemos por experiencia que ningún programa o acción, por muy buena intención que tenga, puede alcanzar sus objetivos sin una financiación adecuada. Velemos por ello -Parlamento Europeo y Comisión- para que el programa no se quede sólo en esto, en una buena intención, donde la demanda supera a las posibilidades financieras, sino que sea un ariete para difundir la dimensión europea entre estudiantes y alumnos durante los próximos cinco años.