Señora Presidenta, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea, aunque puede comprender el método utilizado por el Parlamento para garantizar el ejercicio de su autoridad presupuestaria frente al chantaje al que le sometió el Consejo, considera especialmente grave la idea de utilizar los Fondos estructurales para congelar 600 millones de ecus. En todo caso, la solución en el Consejo del problema del límite máximo de los recursos propios debería confirmarse con la rápida ratificación del acuerdo al respecto por los Estados miembros.

Nuestro Grupo ha seguido el procedimiento presupuestario dedicando especial atención a las políticas de empleo. Más allá del Libro Blanco, que remite a los Estados miembros las políticas relativas al empleo, nosotros consideramos que debe haber implicaciones presupuestarias importantes por parte de la Unión Europea. Los modestos instrumentos del Libro Blanco, prisioneros de las políticas económicas conservadoras que están practicando los gobiernos europeos, encuentran su paralelo en la limitación actual de los recursos previstos en el proyecto de presupuesto.

El Parlamento, con una cierta resignación ante el reducido margen de maniobra presupuestaria, podría ser cómplice de esta situación si, en sus debates políticos de mayor implicación económica, y dada la importancia de sus propuestas políticas, no sabe llevar a la Unión Europea hasta las necesarias consecuencias financieras, o cuando pone en duda el mismo principio de la cohesión social como instrumentalización de los Fondos estructurales.

Para terminar, señora Presidenta, nos dirigimos al Consejo para que considere positivamente las enmiendas y modificaciones que hemos aprobado, reconociendo el decisivo papel de iniciativa de este Parlamento.