Señora Presidenta, querría en primer lugar manifestar el apoyo del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea a la resolución de compromiso que este Parlamento va a votar esta tarde y que, sin duda, quiere contribuir al desarrollo del proceso de paz en el Oriente Próximo.
Es obvio para todo el mundo que este proceso necesita hoy un impulso claro y concreto y se ha repetido muchas veces, entre otras cosas, porque se encuentra gravemente amenazado. Por ejemplo, por los atentados terroristas que lleva a cabo el grupo de Hamás. Pero, solamente Hamás amenaza este proceso de paz en el Oriente Próximo? Creo que es falso. No es verdad. El proceso se ve también amenazado por el no desarrollo, o el insuficiente desarrollo, de aspectos fundamentales de la declaración de principios firmada en Washington por el Gobierno de Tel Aviv y por la Organización para la Liberación de Palestina. Cumplir de manera clara y decidida los aspectos esenciales de la declaración de principios es lo que corresponde hacer hoy si queremos que el proceso de paz vaya hacia adelante, y no imponer medidas represivas que, como el cierre de la banda de Gaza, crean el caldo de cultivo imprescindible para el desarrollo de los actos terroristas de Hamás. Y en esa dirección van las dos enmiendas que nosotros hemos pre
sentado. Porque pensamos que hay que extender la autonomía a Cisjordania, celebrar elecciones ya, poner en libertad a los presos políticos palestinos -cerca de 6.000-, desmantelar los asentamientos de colonos y detener esa política de asentamientos y llegar, desde luego, a un redespliegue del ejército israelí en los territorios de la autonomía palestina. Acuerdos como el firmado entre Jordania e Israel son buenos, pero no ayudan, por sus contenidos, a este proceso. De ahí lo justificado de la protesta del Presidente palestino Arafat, porque sobre Jerusalén son los palestinos los que tienen en primer lugar la palabra. La Unión debe cumplir sus compromisos financieros y también condenar los actos de Hamás.