Señor Presidente, a estas horas me gustaría decirlo por escrito pero, puesto que hoy se vio cortado el debate -y me parece un tema muy interesante para que un debate se corte así-, muy brevemente voy a exponerle las razones por las que nosotros apoyamos la resolución común. En primer lugar, porque, como se dijo muy bien esta tarde por todos los compañeros, aparte de la intervención tan desilusionante de la persona que vino en representación del Consejo, hay más de 52 millones de pobres en Europa y 38 millones de personas que no tienen un alojamiento digno. En mi propio país, un informe de una asociación no gubernamental, Cáritas, señala que hay cerca de 8 millones de pobres y un millón y medio de personas que viven en una situación de pobreza severa.
Estos días nos acompañaron en Madrid el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Nos piden más desregulación del mercado de trabajo y nos piden también más recorte de gastos sociales. Nosotros creemos que eso no sólo no va a proporcionar crecimiento económico, sino tampoco la creación de empleo ni unas mejores condiciones de calidad de vida.
Por lo tanto, apoyamos esa resolución común que le exige, como mínimo, al Consejo y a la Comisión que pongan en marcha el cuarto programa contra la pobreza.