Este Parlamento ya se ha pronunciado numerosas veces sobre la necesidad de que el Consejo aprobara el nuevo Programa para luchar contra la exclusión y promover la solidaridad para el período 1994-1999.
El objetivo del programa era introducir un valor añadido en las acciones nacionales, regionales o locales mediante medidas innovadoras de apoyo.
Es imposible entender por qué la Presidencia del Consejo se ha negado y se niega a impulsar las acciones promovidas por la Comisión y apoyadas por el Parlamento para luchar contra la pobreza y la exclusión y a favor de la dignidad humana.
La Presidencia del Consejo debiera rectificar.
No podemos renunciar a construir una Europa algo más solidaria, y el IV Programa de lucha contra la pobreza y la exclusión es una muy modesta aportación solidaria hacia quienes menos tienen, y es un complemento y una aportación a otras políticas y a otros esfuerzos.
Lamento que hoy no haya habido un compromiso por parte del Consejo.
Lo que el Consejo nos ha dicho es insatisfactorio e inaceptable para lo que la Comisión presentó y para lo que este Parlamento defendió.
Es inadmisible que la actual Presidencia alemana del Consejo no haya querido dar continuidad a una acción comunitaria en contra de la pobreza y de la exclusión social.