Señor Presidente, la Comisión comparte la preocupación expresada por el Parlamento ante la crisis que se ha registrado recientemente en nuestras relaciones pesqueras con Marruecos. Ciertamente, esta crisis se inscribe en el contexto más general de la revisión provisional, aunque se ha visto agravada, como usted muy bien ha señalado, por la negativa de Marruecos a expedir licencias para el cuarto trimestre.
Ambas partes han estudiado el estado de sus relaciones y la mejor fórmula para aplicar en el futuro y, en este contexto, el pasado 13 de octubre se celebró en Bruselas una reunión que permitió, en principio, desbloquear la situación. En dicha reunión, y siguiendo las orientaciones del Consejo de Ministros de Pesca de la Comunidad del 28 de septiembre, ambas partes convinieron en lo siguiente: dar por finalizada la revisión provisional; limitar el período de duración del actual acuerdo al 30 de abril de 1995; entablar sin demora las negociaciones necesarias para celebrar un nuevo acuerdo de 3 años de duración, que entrará en vigor el 1 de mayo de 1995. Al mismo tiempo, cabe señalar que las licencias se expidieron el pasado 13 de octubre.
Así pues, la crisis ha evolucionado favorablemente en las últimas semanas. El pasado 17 de octubre la Comisión remitió al Consejo de Ministros un proyecto de directrices de negociación, cuyos principales puntos son los siguientes: aceptación por parte de la Comunidad del principio de adaptación de las posibilidades actuales de pesca escalonado a lo largo de varios años; intensificación de la cooperación administrativa, sobre todo en materia de control, con el objetivo específico de controlar los desembarques en los puertos comunitarios; intensificación de la cooperación científica a través de campañas de investigación conjuntas; promoción de nuevos tipos de cooperación, en particular la creación de sociedades mixtas. Actualmente ya se ha decidido lo siguiente: en los próximos meses se negociará un nuevo acuerdo basado en los términos antes expuestos. Dicho acuerdo tendrá 3 años de duración, mientras que el período de duración de los demás acuerdos -le recuerdo- es de tan sólo 2 años. Me estoy refiriendo al r
esto de los veintitantos acuerdos internacionales firmados por la Comunidad.
Resulta evidente que este nuevo acuerdo se negociará, en lo que a las posibilidades y condiciones de pesca se refiere, en un contexto en el que se respetarán las normas y prácticas del Derecho comunitario del mar, cuyos principios son los siguientes: el Estado ribereño es soberano en materia de gestión y conservación de los recursos dentro de sus 200 millas. Así pues, habida cuenta del estado de las poblaciones, le corresponde fijar en su caso el volumen sobrante y asignarlo a terceros países en aras del desarrollo del sector pesquero.
El actual acuerdo es, por definición, muy complejo, dado el número de buques comunitarios presentes en aguas marroquíes (aproximadamente 700), el número de pescadores empleados (alrededor de 8.000), y la variedad de las especies pescadas y las diversas condiciones de pesca.
La Comisión, durante las negociaciones, intentará simplificar la estructura del acuerdo. Ahora sólo resta que las buenas relaciones tradicionales y la voluntad de dar por terminado este contencioso nos permitan concluir un acuerdo que sea satisfactorio para las dos partes.