A la atención del

Sr. Ministro de Asuntos Exteriores (Sr. Canciller)

de la República (del Reino )

Bruselas, 1 de junio 2000

Señor Ministro (Señor Canciller):

El Partido Radical Transnacional, al que pertenezco y que disfruta desde 1995 del estatus consultivo de primera categoría ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas acaba de ser informado de que la Federación Rusa pide la retirada de su estatus después que diera la palabra, en la última sesión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al Sr. Idigov, presidente de la Comisión de Asuntos exteriores del Parlamento chechenio y representante del presidente chechenio, Sr. Maskhadov.

Al contrario de lo que afirma la Federación Rusa, el Partido Radical Transnacional no ha infringido en absoluto las reglas en vigor, ni atentado contra los derechos soberanos de la Federación Rusa. El Sr. Idigov es el representante legítimo de una institución legítima de la Federación Rusa y no ha sido objeto de ninguna denuncia judicial por parte de la Federación Rusa, ni, con mayor razón, de ninguna orden de detención internacional, tanto es así que está en posesión de un pasaporte ruso, y que ha podido abandonar libremente la Federación Rusa para viajar a diferentes países de la Unión, entre ellos el suyo, así como ha tomado la palabra ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

En lo que concierne a la otra denuncia formulada por la Federación Rusa, que concierne a nuestra posición sobre las drogas, me permito remitirle al memorando que le adjunto.

Estoy convencida que esta cuestión, que podría parecer a primera vista marginal, podría sin embargo constituir un grave precedente si el Comité de ONGs de las Naciones Unidas hiciese suya la demanda de la Federación Rusa.

Estando convencida de que esta interpretación de la soberanía y de la libertad de opinión no es desde luego aquella que defiende su país, querría indicárselo, para que, si se precisa, su representante en el seno del Comité pueda oponerse con la determinación necesaria.

Sería en efecto grave que, precisamente sobre la cuestión chechenia, una ONG - aquella en la que milito desde hace 25 años - sea castigada con una verdadera sanción de expulsión por haber tomado la responsabilidad de dar la palabra a un representante elegido de un pueblo cuya historia pasada y presente es particularmente trágica.

Agradeciéndole su amable atención, le ruego que acepte, Sr. Ministro (Sr. Canciller) mis mas amistosos saludos.

Emma Bonino

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