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Partito Radicale - 1 marzo 1959
Moción política aprobada por el I Congreso nacional del Partido radical

SUMARIO: El Partido electoral sale malparado de dos elecciones, sobre todo de la del 25 de mayo de 1958 en la que la lista Alianza radical-republicana ha obtenido el 1,4% de los votos, con una pérdida considerando que el Pr por sí sólo había logrado el 1,6% en las elecciones generales de 1953. Asimismo, entre los seis diputados ninguno es radical. En el mismo periodo, la crisis del gobierno de Aminitore Fanfani prepara la alianza con la derecha que sucesivamente llevará al gobierno a Andreotti.

En dicho contexto político, el informe de la Junta Ejecutiva Nacional aprobada por el primer Congreso nacional del Partido radical afirma de nuevo por una parte la oposición a los gobiernos de coalición con la DC y por otra la propuesta de apertura hacia la izquierda de los socialistas. De hecho, el congreso confirma la propuesta de una alianza de izquierda democrática capaz de presentarse como alternativa a la Democracia Cristiana y al Partido Comunista.

El I Congreso Nacional del Partido Radical, reunido en Roma el 27-28 de febrero y el 1 de marzo de 1959, ha escuchado y aprobado el informe de la Junta Ejecutiva Nacional, presentada por Arrigo Olivetti, sobre la actividad desarrollada a partir del 10 de diciembre de 1955, fecha de la fundación del partido hasta nuestros días.

Durante estos tres años, el partido ha tenido que afrontar dos elecciones, unas generales y las otras municipales, ambas arduas y en difíciles condiciones. En dichas ocasiones, al igual que en otras muchas circunstancias producidas durante el trienio, el partido ha sostenido, con gran espíritu de sacrificio y con generoso impulso ideal, la confrontación con otras fuerzas políticas mucho más aguerridas y poderosas. Se puede afirmar incluso que los radicales han tenido que amortizar el golpe más violento que procedía al mismo tiempo de las fuerzas clericales y de las comunistas, ambas deseosas de impedir que brote una izquierda democrática en nuestro país.

Todos los miembros del partido, tanto a nivel central como periférico, entre renuncias y dificultades materiales y morales de todo tipo han llevado a cabo su deber, y el Congreso lo reconoce solemnemente.

El Congreso, examinada la situación política que se ha determinado tras las elecciones del 25 de mayo de 1958, entrevé en el experimento Fanfani (1) el intento de poner en marcha una política de reformismo paternalista, inadecuada para resolver los problemas reales del desempleo, de la diferencia entre Norte y sur, de los privilegios feudales, de la interferencia eclesiástica, de la impreparación técnica, que retrasan a nuestro país que pasa a ocupar un lugar incompatible con la moderna civilización occidental e impiden todo desarrollo civil y económico.

Ese experimento, en cualquier caso, aun a pesar de su absoluta inadecuación a la dimensión de los problemas reales, ha sido considerado intolerablemente grave por parte de la Democracia Cristiana y de las fuerzas clericales y conservadores que la apoyan, las cuales, sin pudor alguno, han considerado que ha llegado el momento de llevar a cabo con la extrema derecha anticonstitucional patrocinada por la Acción católica (2) y la derecha económica durante tanto tiempo.

El Partido Radical, desde los primeros días de su fundación, ha considerado que el instrumento político para ofrecer una alternativa a nuestro país era una gran alianza de izquierda democrática, que instigase a todas las fuerzas de democracia laica y socialistas juntas, aun a pesar de las respectivas diferencias ideológicas y en la respectiva autonomía organizativa. En este sentido, el Partido radical constata con satisfacción que el tiempo no ha pasado en vano y toma nota de que su acción política y sus llamamientos se han quedado sin resultados concretos. Las pruebas más alentadoras de este proceso son la salida de los republicanos de la vieja mayoría centrista, la lograda autonomía del partido socialista, la liberación de la parte más viva de la socialdemocracia de la seducción y de los equívocos del arrimarse a lo ministerial.

Actualmente, ante cada vez mayores peligros y aguerridos adversarios, el país dispone sin embargo de un conjunto de fuerzas políticas de izquierda democrática capaces de conducir a fundo la lucha para la autonomía del Estado, para el desarrollo económico, para la elevación intelectual y moral de los italianos.

El Congreso del Partido Radical, al constatar que a esta obra de creación de la izquierda democrática italiana el partido ha dado una valiosa contribución, compromete a los órganos directivos centrales, a los órganos periféricos, a los militantes y simpatizantes a proseguir los esfuerzos para que la nueva alineación se extienda y se consolide y sea capaz de ofrecer al cuerpo electoral una indicación unitaria y una alternativa eficaz.

En los márgenes de esta alineación, el Partido Radical tiene que perseguir sus tareas específicas y mantener, es más caracterizar al máximo su especial fisonomía política y programática, tal y como ha sido definida por el informe Boneschi, que el Congreso aprueba.

En particular, el partido se propone:

una política de neta autonomía del poder civil del eclesiástico;

la denuncia constante y sistemática de la corrupción pública y de los abusos del subgobierno;

una política económica de total empleo y de lucha contra las concentraciones monopolistas;

la nacionalización de la industria eléctrica y de la energía nuclear;

la defensa de la escuela pública y su potenciación para sacarla de la miserable condición en la que se encuentra actualmente;

un control eficaz de la Radio y de la Televisión;

una política exterior de fidelidad a las alianzas occidentales en el respeto de la paz y el rechazo de peligrosos extremismos;

la adhesión a las instituciones comunes europeas en la medida en las que no se transformen en instrumentos de prepotencia de las clases privilegiadas en detrimento de las grandes masas de los trabajadores y de los consumidores.

Con este programa y con estos objetivos el Congreso lanza un llamamiento a todos los inscritos para que, con y desde el partido, contribuyan a brindarle al país para tiempos mejores, en la justicia y en la libertad.

N.d.T.

(1) FANFANI AMINITORE . (Arezzo 1908). Político italiano, profesor de historia económica, personalidad eminente de la democracia cristiana, de la que fue secretario desde 1954 hasta 1959 y posteriormente desde 1973 gasta 1975 otorgándole un fuerte carácter corporativo con la utilización de la industria pública como punto del desarrollo económico. Jefe de gobierno (1958-59; 1960-62; 1962-63; 1982-83), en repetidas ocasiones ministro de asuntos exteriores (1964-65; 1965-68), presidente del Senado (1968-73; 76-82).

(2) AZIONE CATTOLICA . Acción Católica. La organización de laicos católicos vinculada a la jerarquía eclesiástica que nació y se consolidó en los distintos países europeos desde el siglo XIX (en Italia en 1868).

 
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