SUMARIO: La moción general aprobada por el Consejo Nacional del Pr, en vistas a las inminentes elecciones, invita a los electores a apoyar a los partidos de izquierda, declarando que es en la unidad de la izquierda italiana y en la construcción de la nueva izquierda europea en donde se halla la única perspectiva de alternativa de progreso y de libertad en una Europa amenazada por el peligro autoritario del control de la "Europa de los seis" y en una Italia en la que, por responsabilidad directa o indirecta de la Democracia Cristiana y de los católicos italianos, estructuras políticas, instituciones y ordenaciones legislativas constituyen vehículos de autoritarismo y elementos en potencia de lucha antidemocrática. En este documento, de hecho, se decide la prosecución de la actividad del partido en la línea de la Izquierda radical, a pesar de la salida de los "Amigos de Il Mondo" y de los filo-socialistas.
El Consejo Nacional del Partido Radical, reunido en Bolonia en los días 9 y 10 de marzo de 1963, tras amplio debate sobre la situación nacional e internacional, incluso con relación a las inminentes elecciones, ha aprobado la siguiente moción política general:
El Partido Radical recuerda a los electores que tendrán que expresarse con respecto a problemas que superan por importancia las elecciones políticas pro y contra el "centro-izquierda", y el debate sobre sus caracteres más o menos "avanzados".
1) El peligro autoritario en Europa, advertido en 1958, en el momento del golpe de estado gaullista, halla hoy en las mismas razones del veto al ingreso de Gran Bretaña en el Marcado Común, en el eje París-Bonn, en los acuerdos y en la colaboración política y militar de Francia, Alemania y España y Portugal fascistas, sus manifestaciones más alarmantes y su alineación internacional.
Ya no se trata de un peligro solamente, sino de una dramática realidad que afecta a todos los países europeos y a su desarrollo democrático, puesto que tiene la posibilidad de controlar fácilmente y guiar la "Europa de los seis" utilizando para finalidades de potencia militar el proceso de integración económica ya realizado, y gozando del alto desarrollo tecnológico e industrial que ha sabido adecuar con celeridad.
Ante dicha alineación autoritaria que ejerce ya su chantaje con respecto al mundo occidental, poniendo en peligro el proceso de distensión y la total liquidación de la guerra fría, la izquierda tiene el deber de promover alternativas que sean no sólo nacionales y periféricas con respecto a esta alineación, sino capaces de afrontarlo y derrotarlo a nivel europeo.
2) Italia no está inmune ni a salvo de estos peligros de reacción tal y como a lo largo de la última legislatura han demostrado los hechos de julio de 1960, cuando la DC (1) expresó y apoyó, unánime, un gobierno de clara inspiración autoritaria.
Siguen, de hecho, en nuestro país estructuras políticas, instituciones y ordenaciones legislativas, en parte heredadas del fascismo, pero que en parte se han desarrollado a lo largo de los últimos años, que constituyen vehículos permanentes e autoritarismo e instrumentos de lucha antidemocrática en potencia.
Del concordato en vigor entre el Estado y la Iglesia, impuesto y caracterizado por el fascismo, hasta el comportamiento de la policía ante las reincidentes directrices antidemocráticas de acción a las que se conforma; desde la organización de las relaciones entre la administración pública y los ciudadanos, la servidumbre de las instituciones del Estado a grupos confesionales, corporativos y económicos, los tradicionales obstáculos para un desarrollo democrático no aparecen ni cambiados ni básicamente agredidos por las fuerzas políticas de mayoría.
En el sector fundamental de la educación pública, durante la pasada legislatura, la situación no ha dejado de agravarse. La Escuela Estatal es sometida actualmente a una política de auténtica liquidación; se delinea de hecho una práctica integración en la educación "privada" en un único sistema orgánico con las exigencias de la clase dirigente en el marco de un acuerdo cada vez más estrecho entre las fuerzas clericales y las de los monopolios y oligopolios en este campo asimismo.
A los tradicionales se añaden nuevos motivos de alarma. La estrecha conexión de las fuerzas militares italianas con las francesas, alemanas y españolas representa un peligro para nuestro país así como para la Europa democrática. El Partido Radical afirma al respecto que sólo afrontando la tarea de una progresiva transformación de las estructuras militaristas, que representan una constante indiscutible de los Estados comunistas así como de los demás, en estructuras de paz y de servicio civil se puede contribuir a resolver institucionalmente y en términos democráticos el problema de la convivencia y de la paz.
Asimismo, las nuevas instituciones regionales previstas por la constitución y que aún no han sido aplicadas corren el riesgo, ya hoy, de ser subordinadas - en los propósitos de gran parte de la alineación política italiana - a un proyecto centralizador, a los deseos del gobierno, y a las particularísimas exigencias de las fuerzas políticas dominantes, saltándose las instancias de una organización democrática de autogobierno.
3) Estas realidades pasan a través de centros de poder, clases sociales, intereses constituidos que se remiten todos ellos, directa o indirectamente, a la Democracia cristiana. La unidad política del mundo católico, a pesar de la complejidad de los intereses que en él conviven sigue siendo el principal obstáculo de una política de progreso y de libertad, que no consista sólo en la modernización y en el bienestar actualmente posibles y necesarios por el proceso económico y tecnológico.
El Partido Radical, precisamente mientras la Iglesia parece andar buscando nuevas relaciones con los Estados y con el mundo contemporáneo y precisamente mientras la mejor parte del catolicismo expresa en otros muchos países exigencias de libertad, instiga a las demás fuerzas de la izquierda y al electorado democrático a cumplir las necesidades de tomar decisiones políticas e ideales que recalquen las responsabilidades de los católicos italianos en la vida de nuestro país.
Los católicos demócratas tienen que hallar, si realmente quieren contribuir a la creación de un estado democrático, su ubicación en la izquierda italiana. Una clara línea existente en Italia entre las fuerzas de la conservación y las fuerzas del progreso.
4) El Partido radical, invitando al electorado italiano a apoyar en las próximas elecciones, con su voto, a los partidos de la izquierda, subraya que esta decisión pretende ser una indicación de perspectiva de la única alternativa de progreso y de libertad que se ofrece a nuestro país y a Europa.
Sólo en la unidad de la izquierda italiana y en la construcción de la nueva izquierda europea será posible emancipar a Italia del condicionamiento conservador democristiano y transformar el proceso de integración europea de dato autoritario y militarista a factor de progreso en que se debe convertir así como positiva contribución a la distensión del mundo.
Indicando la perspectiva de una nueva izquierda, salva de todo frentismo (2) así como de toda discriminación de los elementos de la mismísima izquierda, el Partido Radical considera importante brindar una contribución más, original y autónoma, a la renovación de la sociedad italiana y europea.
N.d.T.
(1) DEMOCRACIA CRISTIANA (DC) . Partido italiano de inspiración cristiano/católica. Constituido con este nombre en la postguerra recogiendo la herencia del Partido Popular, nacido en la primera post-guerra gracias a la obra de un sacerdote siciliano, Luigi Sturzo. Tras las elecciones de 1948, en el clima de la guerra fría, se convirtió en el partido de mayoría relativa, rozando a veces la mayoría absoluta. Elemento central de todos los gobiernos, detente ininterrumpidamente el poder desde hace medio siglo condicionando fuertemente en sentido moderado el desarrollo de la sociedad italiana. En las elecciones de 1992 por primera vez estuvo por debajo del 30% de los sufragios. Actualmente ha cambiado de nombre, pasándose a llamar Partido Popular Italiano. Se ha escindido una corriente que ha fundado un nuevo partido denominado Centro Cristiano Democrático.
(2) FRENTISMO . (it. frontismo). Política que tiende a realizar amplias alianzas antifascistas entre fuerzas de izquierdas, partiendo del Partido comunista. Esta tendencia se difundió en Europa sobre todo en la época de la guerra de España con el llamado Frente Popular (del que proviene la palabra).