SUMARIO: En "Rinascita" Amendola afronta el problema de la lucha en dos frentes que el PCI tendría que llevar a cabo contra el oportunismo socialdemócrata y contra el extremismo y el neoanarqusimo de izquierdas. "Notizie Radicali" no está de acuerdo con la definición de "ambiguo cosmopolitismo" que Amendola califica de nuevo internacionalismo que se desarrolla en Europa y en América y considera inadecuado el análisis que proporciona de la evolución del socialismo en los países comunistas. Se comparten, por el contrario, las preocupaciones sobre el riesgo de derrota con respecto a la clase obrera y el resurgir de un revolucionarismo ingenuo que podría acabar por echar por la borda a la clase obrera en su totalidad. Pero Notizie Radical discrepa de la propuesta que Amendola le hace al PCI para superar dichos riesgos, la de la "vigilancia revolucionaria": es insuficiente y peligrosa porque puede dar paso a nuevas cerrazones burocráticas y a una nueva fase de intolerancia.
(NOTIZIE RADICALI Nº 30, 8 de junio de 1968)
El compañero Amendola (1), en el último número de "Rinascita" (2) afronta con gran claridad el problema de la "lucha en ambos frentes" que el PCI (3) tendría que llevar a cabo paralelamente contra el oportunismo socialdemócrata y contra el extremismo y el neoanarquismo de izquierdas.
La cuestión está dirigida básicamente al movimiento estudiantil, pero es tal que atañe a todas las fuerzas que se mueven hacia la izquierda a partir de posturas de alternativa, sin aceptar formas de alianza subordinadas con el PC.
Se detectan fácilmente en el artículo por ejemplo los puntos de discrepancia con nuestro partido: en particular nos referimos solo, a título de ejemplo, a las consideraciones a propósito de la validez de las "vías nacionales hacia el socialismo", que proponen la estrategia de Togliatti (4), aplicada antes y después de la resistencia (5), como válida en la actual situación europea e internacional. No creo en absoluto que los revivals nacionales o nacionalistas que se producen en Europa oriental demuestren que "el socialismo refuerza, con el desarrollo de las fuerzas productivas y de la cultura, el sentimiento nacional". Pesnamos, por el contrario, que son el punto culminante de la crisis de la teoría y de la práctica del Estado y del partido guía y corren el riesgo de convertirse en un remedio peor, si cabe, que la enfermedad. Rechazamos la tendencia a liquidar "como vago cosmopolitismo" el nuevo internacionalismo que se desarrolla en Europa y en América, y no creemos en absoluto - tal y como afirma Amendola
- que "no tenga nada que ver con la exigencia de una conexión entre las fuerzas obreras a nivel europeo y más en general con el internacionalismo proletario" que evidentemente según Amendola están ya garantizados y tutelados a través de las vías nacionales hacia el socialismo y podrían entonces serlo. Consideramos insuficiente el análisis que los comunistas, y también Amendola en esta ocasión hacen sobre la evolución del socialismo en los países comunistas y sobre los problemas del movimiento comunista internacional. Nosotros consideramos asimismo erróneo poner al mismo nivel el papel internacional que desempeña América y el de la URSS tal y como hacen los comunistas chinos. Pero no basta ni tan siquiera recordar el papel que la existencia de la URSS y de países comunistas ejercen en la situación internacional, por ejemplo, para el desarrollo de las luchas de liberación nacional, si luego se niega a aplicar todo tipo de análisis marxista a las condiciones de desarrollo político, económico y social de dichos
países y se sigue contentándose con ambiguas instigaciones democráticas. Ni es justo liquidar de forma crítica lo que tiene lugar en la China comunista como si fuese algo que simplemente hay que temer y condenar y no conocer y juzgar.
Junto a los puntos de discrepancia consideramos justo destacar en la intervención de Amendola algunas preocupaciones legítimas y justificadas: el riesgo de derrotismo, presente en algunas posturas, con respecto a la clase obrera; el resurgir de un revolucionarismo ingenuo y de barricada, que excluye toda hipótesis de lucha que no sea la de la insurrección de la "revolución"; el peligro de echar por la borda de esta manera, a través de formas de sectarismo, no sólo a los partidos socialista y comunistas y a las organizaciones sindicales, sino a la clase obrera en su totalidad.
Son preocupaciones para nada ajenas a una parte conspicua del grupo dirigente radical y que por supuesto no infravaloramos. Pero, qué es lo que le propone al PCI Amendola para superar o eliminar estos riesgos y estas preocupaciones? La cuestión de la "vigilancia revolucionaria" nos parece no sólo insuficiente sino peligrosa, y no sólo por el hecho de que se remite de nuevo al viejo armamentista terminológico estalinista, sino porque puede dar paso, de ser necesario, a nuevas cerrazones burocráticas y a una nueva fase de intolerancia.
Amendola reconoce por ejemplo que el PCI se ha "sorprendido" de la explosión del motín estudiantil. pero, por qué ha tenido lugar? No ha sido por casualidad. Ha sido porque desde hace más de cinco años los jóvenes dirigentes de la FGCI (6) han seguido una política de relaciones frentistas (7), burocráticas y de altas cúpulas en la UNURI (8), en los organismos estudiantiles y en la UGI (9), abandonando o combatiendo toda política realmente unitaria frenando las luchas universitarias, desalentando o contrariando a todo militante y dirigente que no se uniformase con sus directrices.
Nosotros hemos denunciado siempre esta situación. Lo hemos hecho en nuestro "libro blanco", que ha sido enviado a Amendola al igual que a los demás dirigentes del PCI pocos meses antes del "estallido del motín estudiantil". Si Amendola no se ha dado cuenta, ello ha podido tener lugar por el comportamiento político de la prensa del PCI, que ha censurado todo elemento de información, restando por consiguiente toda posibilidad de juicio objetivo no sólo en la base sino en el mismísimo grupo dirigente comunista.
Durante cinco años se llegó hasta a ignorar los datos de las continuas derrotas electorales de la UGI, mientras se hacía ver que se había obtenido un gran éxito político debido a la presencia de algún que otro comunista en juntas frentistas del UNURI desde hacía ya mucho exenta de toda representatividad.
La última presidencia de la UGI que promovió luchas en la universidad, la de Giacinto Militello (actualmente militante del PSIUP (10) y dirigente sindical) fue destruida en 1962 por una coalición de comunistas, de socialistas y de jóvenes eminentes radicales. Los que acabaron con la política de Militello y que en los años que siguieron dirigieron la FGCI y la UGI actualmente desempeñan cargos prestigiosos en el seno del grupo dirigente comunista. Amendola afirma que es necesario buscar una "soldadura" con las nuevas generaciones, abriéndoles con confianza "las puertas no sólo del partido sino de sus grupos dirigentes". Perfecto, pero que nadie se llame a engaños creyendo que dicha soldadura pueda ser garantizada aumentando el número de Achille Occhetto (11) en la dirección del PCI.
Pero puesto que la cuestión, obviamente, no puede ser personalista, es necesario preguntarse en el mismísimo momento en el que se plantea la continuidad de la política del PCI, si esos dirigentes juveniles no han sido intérpretes fieles de esta "continuidad" y no sea precisamente esta continuidad la principal responsable de la fractura que se ha producido con los jóvenes estudiantes de la universidad. El otro objetivo que Amendola propone al PCI es la necesidad de "un planteamiento crítico y sumamente claro" con respecto a las otras posturas de izquierdas, que el PCI no comparte. No sirve para nada - afirma - obstinarse en dar un cuadro acrítico del movimiento estudiantil en la prensa comunista, de la misma manera que no sirve para nada adoptar frente a los demás grupos de izquierdas una actitud de fastidio negándoles la importancia que tienen alegando que es que son numéricamente limitados. Creemos realmente que Amendola ha metido aquí el dedo en la llaga. De hecho, nadie le pide al PCI que comparta postura
s que considera que no debe aceptar. Que se entable un debate, el "planteamiento crítico y sumamente claro", que se produzcan los ataques explícitos a las posturas que no se comparten. Pero que se deje de ignorar la existencia de toda discrepancia tal y como ha venido haciendo a lo largo de los últimos años "L'Unità" (12), en continua oscilación entre el silencio y la censura y el puro y simple linchamiento.
Ni que decir tiene que el PCI tiene todo el derecho a combatir aquellas posturas que considera sectarias y extremistas, pero no puede hacerlo de forma seria y legítima si antes no se libra de su propio sectarismo. Y a partir de la praxis es posible que el artículo de Amendola se interprete en el sentido de dar vida a una nueva política de linchamientos en vez de entablar un debate crítico.
No les tenemos miedo a los términos y por lo tanto tampoco a las palabras "vigilancia revolucionaria". Sin embargo tenemos recuerdos poco agradables de otras experiencias de vigilancia revolucionaria, cuando dicha vigilancia, en nombre de la lucha contra el oportunismo socialdemócrata servía para condenar en bloque toda postura socialista que no coincidiese con la de los comunistas o, en nombre de la lucha contra el sectarismo, todo militante y todo dirigente que rechazase los métodos del estalinismo. Recordamos por ejemplo que en el periodo frentista, en el seno del PSI (13), muchos de los "revolucionarios" que ejercían dicha vigilancia en los años 50 se convirtieron, a diez años de distancia, en oportunistas socialdemócratas, mientras que, ironías de la vida, muchos de aquellos que habían sido tachados y condenados por oportunistas y socialdemócratas se convirtieron en militantes del Partido Radical, del PSIUP o del mismísimo Partido comunista.
Pero vigilancia revolucionaria o no, ha llegado, tanto si al PCI le gusta como si no le gusta, el momento del debate, de la búsqueda, de nuevas luchas. Y tanto si se comparten como si no todas las tesis de Marcuse, como si se condena o no lo bastas que son algunas vulgarizaciones de su pensamiento o la superficialidad de algunas aproximaciones, no es casualidad que el Movimiento estudiantil internacional se remita a estos puntos de referencia. Y sería de ciegos creer que es obra de pequeños grupos ideológicos o tal vez de la acción provocadora de la CIA.
Lo que tiene relevancia política es que con estos puntos de referencia, el movimiento se haya constituido y haya reanudado en muchos lugares la lucha política e ideal y rompiendo, en Italia, en pocas semanas con años de inercia burocrática de las organizaciones juveniles.
N.d.T.
(1) AMENDOLA GIORGIO . (Roma, 1907-80). Uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano (PCI), considerado durante mucho tiempo "delfín" de Togliatti. Forjó el acuerdo con las "fuerzas productivas sanas", capitaneó el ala reformista y pragmática del partido. Fue diputado. Escribió varios libros y memorias.
(2) RINASCITA . Revista semanal político-cultural del PCI, fundada en 1944 por Palmiro Togliatti para la investigación marxista a alto nivel. Con la apertura del debate sobre el cambio del nombre del partido, la dirección paso al profesor Alberto Asor Rosa, hostil a dicho cambio. Actualmente ha sido suspendida la publicación.
Asimismo es el nombre de una librería ubicada en Roma, en la calle via delle Botteghe Oscure, al lado de la sede del PDS (ex PCI).
(3) PARTIDO COMUNISTA ITALIANO . (PCI) fundado (bajo la denominación Partido Comunista de Italia) el 21 de enero de 1921 en Livorno, al abandonar el partido socialista una fracción disidente que se remitía a Gramsci y a Bordiga. Conectado con la tercera Internacional, el PCI entró en la ilegalidad con las leyes represivas de 1926; tras el arresto de sus máximos dirigentes (Gramsci, Terracini), siguió con su lucha contra el fascismo bajo el liderazgo de Togliatti. A finales de la guerra de liberación, en la que desempeñó un papel decisivo, participó en el gobierno del 44 al 47 y posteriormente sufrió una derrota en las elecciones del 48; durante la postguerra se convirtió en el mayor partido de la oposición de izquierdas, y tras la muerte de Togliatti (1964), Longo tomó las riendas del partido, y posteriormente Enrico Berlinguer. Con Berlinguer llegaron los tiempos del Compromiso histórico basado en la colaboración orgánica entre comunistas y católicos. Su proyecto de dar vida al que se ha dado en llamar "E
urocomunismo", es un intento de proyectar en occidente un reformismo que no renegase del todo la experiencia comunista.
(4) TOGLIATTI PALMIRO . (Génova - 1893- Yalta 1964). Colaborador en Turín de Antonio Gramsci, uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano. Secretario del PCI desde 1927 hasta su muerte. Transcurrió largas temporadas en el extranjero, en Moscú (en la secretaría del Comintern) y en España (durante la guerra civil española). Volvió a Italia en 1944, puso en marcha una política "nacional" a partir del voto sobre los Pactos de Letrán, enfrentándose con las fuerzas laicas italianas. Estuvo en el gobierno de 1944 a 1947, incluso como ministro. Tras las elecciones de 1948 monopolizó el papel de la oposición pero favoreció igualmente la prioridad del "diálogo" con la Democracia Cristiana y el mundo católico, sin romper nunca con el Vaticano. El proyecto de "vía nacional hacia el socialismo" no logró el objetivo de fondo, es más condujo al estancamiento del sistema político e impidió a la izquierda conquistar una "alternativa" de gobierno a la Democracia Cristiana.
(5) RESISTENCIA . Nombre que indica la lucha popular, política y militar llevada a cabo durante la II guerra mundial en las regiones de Europa ocupadas por las tropas de la Alemania nazi durante la II guerra mundial.
(6) FGCI Federación de juventudes comunistas italianas.
(7) FRENTISMO . (it. frontismo). Política que tiende a realizar amplias alianzas antifascistas entre fuerzas de izquierdas, partiendo del Partido comunista. Esta tendencia se difundió en Europa sobre todo en la época de la guerra de España con el llamado Frente Popular (del que proviene la palabra).
(8) UNURI (Unión Nacional Universitaria Representativa Italiana, asociación de estudiantes universitarios.
(9) UGI Unión Goliarda Italiana, asociación de las fuerzas laicas estudiantiles
(10) PSIUP . Partido socialista maximalista, nacido de una escisión de grupos de izquierda del Partido socialista italiano (PSI) y disuelto en 1972.
(11) OCCHETTO ACHILLE . (Turín 1936). Político italiano. En un principio exponente de la izquierda de Ingrao, posteriormente pasó al centro berlingueriano. Posteriormente pasó a ser secretario del Partido Comunista Italiano (PCI) en 1988 como sucesor de Alessandro Natta. Tras haber lanzado la idea de una gran "Asamblea Constituyente" de la izquierda abierta a todas las fuerzas reformistas, luego se limitó simplemente a cambiarle el nombre al partido que pasó a denominarse Partido Democrático de la Izquierda (PDS). Presentó su dimisión como secretario general del PDS tras el fracaso electoral en las elecciones europeas de 1994. Fue sucedido por Massimo D'Alema.
(12)
L'UNITA'. Periódico del Partido comunista italiano (PCI), posteriormente Partido democrático de la Izquierda (PDS), fundado en Turín en 1924, por Antonio Gramsci.
(13) PSI . PARTIDO SOCIALISTA ITALIANO. Partido fundado en Génova en 1982 como Partito dei Lavoratori Italiani (partido de los trabajadores italianos). Pasó a llamarse PSI en 1893. Su órgano oficial es "L'Avanti". Coexistieron distintas tendencias en el PSI de la edad giolittiana: desde la corriente reformista liderada por F. Turati, hasta la sindicalista revolucionaria de A. Labriola hasta el ala maximalista de B. Mussolini. Tras la I guerra mundial el PSI sufrió la escisión de comunistas (Livorno - 1921) y reformistas del ala maximalista (Roma - 1922). Disuelto por las leyes de excepción del fascismo en el 26 el partido se exilió bajo la guía de R. Morandi y S. Pertini y participó en la Resistencia con las formaciones "Matteotti". Reconstituido formalmente en el 42 con el nombre de PSIUP (Partido Socialista de Unidad Proletaria) tras la liberación estuvo en el gobierno del VI- 45 hasta el V - 47, Tras la escisión del 47 en Palazzo Barberini (escisión del ala socialdemócrata de Saragat) recuperó el nombre d
e PSI y estuvo en la oposición. Hasta el 56 desempeñó una política de unidad de acción con los comunistas. Su participación en el primer gobierno de centro-izquierda (XII-63) causó la escisión de una mayoría de izquierdas PSIUP) y condujo a la reunificación PSI-PSDI, hasta el 69. En la postguerra bajo el liderazgo de: Nenni, Giacomo Mancini, F. De Martino, y en 1976 capitaneado por el actualmente investigado y encausado Bettino Craxi (Milán, 1934), uno de los más destacados y controvertidos protagonistas de Tangentopoli, que en su día llegó a ser presidente del gobierno italiano. El Partido Socialista Italiano, desde que se empezó a tirar el hilo de la madeja de las comisiones ilegales.