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Pannella Marco - 1 gennaio 1972
Contra los "repubblichini"(1) actuales
Marco Pannella

SUMARIO: Durante la segunda guerra mundial, Giorgio Almirante - en los años 70 y 80 y casi hasta el día de su muerte secretario del Movimiento social italiano (movimiento fascista) - fue un alto funcionario del la república de Saló(2). Un pasado que es del dominio público y que no le impidió participar en la vida política de la postguerra y ser elegido en el Parlamento desde el 1946. Estos recorridos - y en particular un bando en el que se condenaba a algunos partisanos a ser fusilados - se convirtió, a finales de 1971 y en 1972, en objeto de una campaña por parte de los grupos de la izquierda extraparlamentaria, paladines del "antifascismo militante".

La intervención de Pannella reacciona ante estas polémicas miopes y subraya el imperativo laico en la lucha política democrática que debe encontrar en el presente los motivos de compromiso y de lucha.

(Noticias Radicales - Enero de 1972 del libro "Marco Pannella - Escritos y discursos - 1959-1980" Editorial Gammalibri, enero de 1982)

Confesemos que esta historia del "bando" de Almirante nos ha fastidiado y no nos interesa en absoluto. Denota un clima y ciertos métodos que no nos cuajan, en general, y que no les sirven de nada, a nuestro parecer, ni al antifascismo ni a la lucha política democrática. Almirante ha sido un alto funcionario, es decir, un exponente político de la República de Saló(2). La República de Saló es la sigla que se han otorgado, con Mussolini y otros fascistas, aquellos que decidieron colaborar con los alemanes y con los nazis, contra el gobierno legal, contra cuántos combatían para derrotar a Hitler y borrar de la lucha política el inmundo e inhumano régimen nazi. Esta opción les ha conducido, moralmente, y a menudo físicamente, a ser asesinos de los partisanos, de poblaciones inermes o que se rebelaban en nombre de ideales de libertad, de justicia y sencillamente de humanidad. Han acabado por ser cómplices de las hienas de Buchenwald y de Auschwitz. Algunos de nuestros ancianos los han conocido, a veces bajo la tor

ura y como persecutores y asesinos de sus compañeros.

Es lo que, objetivamente, representan para nosotros los "republichini" de Saló. Esos "repubblichini", la mayor parte de ellos, eran jóvenes. No se puede considerar que fuesen consicientes de los asesinatos y que su opción se limite al asesinato. Por aquel entonces, quién poseía un mínimo de cultura o de información, sabía que Hitler había perdido irremediablemente la guerra, al igual que sus "quisling" italianos. Quién no poseía ni la una ni la otra, víctima antes que verdugo, tenía necesariamente buenas intenciones.

Cuando me dicen que el director del periódico "L'Espresso", Livio Zanetti, - que por aquel entonces tenía veinte años - era subteniente de la RSI, y combatía contra los partisanos, contesto que no sé si es verdad; pero que, en el caso de que lo sea, espero que en un futuro (y también en un presente) pueda decir y hacer lo que crea justo, y que si hoy cree (como sé que cree) en la libertad y en la democracia, demuestre el mismo valor y el mismo rigor que mostró en su día por aquella causa y aquellos valores que eran los suyos. Cosa de la que estoy totalmente seguro.

Esto puedo afirmarlo tranquilamente en la medida en la que no sólo estoy dispuesto a defender de los linchamientos y de la caza al pasado, en la odiosa polémica "ad hominem", incluso en primer lugar, al misino y al fascista actual. Y al democristiano, que aún amo menos todavía. Y no es poco.

Confieso que no me interesa ni tan siquiera iintentar comprender si el no adolescente Almirante tenía buenas o malas intenciones. Si tuviese que juzgarlo por lo que es hoy, por su manera de ser, tal y como se lo veo con mis propios ojos, diría que se trataba probablemente de un cínico y un oportunista vulgar que no había calculado bien ni la apuesta ni los caballos. Pero si es verdad, como creo lo es, que firmó y dio la orden de fijar el bando del que se le acusa, cosa que me sigue dejando totalmente indiferente, tenía razón al hacerlo. Si en el Parlamento y en Italia existen partisanos que por aquel entonces combatían, poblaciones que fueron víctimas de dicho hecho, no es creíble que los partidos democráticos y los antifascistas no se hayan enterado de la cuestión hasta ahora. Y el hecho de que ardan en celo con tanto retraso nos infunde sospecha.

Pero, vamos a ver, qué es lo que se les echa en cara?. No creo que se trate de algo que necesite ser demostrado, sino que se trata de un hecho real para cualquier "repubblichino" adolescente o por el estilo, mientras no se pruebe lo contrario. Es decir, su plena responsabilidad moral y jurídica, cuando ésta se configura con respecto a dicho pasado. Eso es lo que hay.

Qué no es suficiente?. Hace falta llegar hasta el año 1971 para que se convierta en un tema de polémica política cotidiana?. Y nuestros compañeros que en su día optaron por seguir dicho camino?. Están ustedes seguros de que son los mejores jerarcas de la monarquía fascista?, de que Badoglio y Graziani(3) fuesen de distinto percal?. Y el bellacon del rey mejor que el dictador "repubblichino" de Saló?. Y Fanfani o Leone o Moro(4) mejor que un adolescente de buena voluntad de las brigadas negras?. Pero es justo, es "laico", es tolerante (en el mejor y voltaireano sentido de la palabra), es civil, llevar a cabo actualmente la lucha política al son de recuerdos y de odio?. Es aceptable, y no intolerable, para un laico, cargar de reprimendas morales, de voluntad de aniquilación, a un adversario político?. Y si no es teóricamente aceptable ni justo, pero humanamente comprensible, por qué desviar la revuelta, la rabia, el desdén, hacia los responsables de las vergüenzas pretéritas?. Para poder proteger el

diálogo con el régimen actual?.

Desde luego, sabemos que, en la actualidad, muchos gamberros de extrema derecha han sido pescados y sacados realmente de las alcantarillas. Pero, de qué alcantarillas?, de las alcantariallas de hace treinta años o de las actuales?. Y, dónde están. Y, en dónde se forma, en dónde vive su tragedia el subproletario actual, el fanático, el cínico, el desesperado, el amotinado que puede ser reclutado, y quién lo recluta?.

Creer que Almirante, que no fue un peligro ni tan siquiera para el pobre contable Arturo Michelini, secretario del Msi antes de Almirante, sea actualmente el adversario por derrocar, el responsable o el pilar de apoyo del gamberrismo y de los virajes autoritarios, es sencillamente una ridiculez.

Quién paga al MSI?. Quién paga la maleza de gamberrismo y de provocación de esta gente?. Quién constituye el armazón de los proyectos más peligrosos y organizados, si no los servicios secretos, nacionales e internacionales, las policías paralelas que prosperan en el régimen democristiano?. Es el ejército el que produce fascistas o son los fascistas los que producen el ejército?. Los jefes del Estado que durante años han celebrado la República, teniendo al lado, en el lugar de honor, a los De Lorenzo, a los Aloia, a los Birindelli y a los Allavena(5), no han sido un botón de muestra? «Y vaya botón!.

Y, actualmente, quién ha hecho de la Seguridad Social, de la sanidad ese inmundo "campo de concentración" del que, mientras el gobierno tenía voz y esperanza para poder ser realmente "socialista", Mariotti se complacía en hablar?. Quién ha dado fuerza en Roma a la manipulación misina, durante dos décadas, si no las inmobiliarias vaticanas que los han tenido siempre como aliados y clientes?.

Y, quién con tenacidad, ha impedido la aplicación de la Constitución, para prolungar la vida del Código fascista, y modelar, con los principios y las estructuras que acarrea, la policía y el orden en nuestro país?. Y quién, durante veinte años, durante una generación, se ha constituido en régimen, creando tramas y causando estragos en las instituciones, en las reglas democráticas, en la vida civil y ha desvirtuado el Parlamento, ridiculizándolo, restándole todo poder real?. Quién, actualmente, es el producto y el mandatario de la voluntad y de los intereses de los "patrones" estatales y privados?. Quién ha producido escepticismo, desdén, náusea y revuelta en la "gente buena", en los jóvenes?. La galería de los poderosos y de los jefes del régimen es democristiana o paleofascista?. Quién ha masacrado, cualitativamente y cuantitativamente, la enseñanza pública?. Quién ha intentado imponer todavía las alucinadas y alucinantes visiones autoritarias y represivas en materia de costumbres y de familia y de e

ducación de la controrreforma y del oscurantismo clerical?.

Deberíamos decir los siervos, o más bien los patrones?. Deberíamos creer que realmente dementes capas medias y jóvenes se han echado a las calles para aplaudir en todas partes a Almirante porque están en contra de la democracia "prometida", o más bien que se movilizan contra la democracia "cristiana" recibida a cambio de esa?. Y que caigan en el error no es acaso culpa nuestra?. Que no entiendan que no existe alternativa sino apoyo y complicidad y dependencia y funciones distintas pero convergentes entre los clérigo-fascistas y los clérigo-demócratas, no es tal vez en primer lugar culpa de quien ha creído y cree que se puede y se debe desviar contra el pasado el desén, el amotinamiento, la necesidad y la desesperada exigencia de alternativa que emerge contra los De Mita, los Misasi, los Forlani, los Colombo, los Andreotti, los Rumor(6) y sus "leales" y "correctos" interlocutores y adversarios?.

Y, al fin y al cabo es verdad o no que en el mediodía italiano dos oleadas de extrema derecha han demostrado que sólo tras haber roto los diques de contención clericales, clasistas y corporativos de la Democracia Cristiana y del poder clerical, se abre para la izquierda la posibilidad de granjearse el apoyo de masas subproletarias?. Se puede decir que la fuerza electoral y en parte política de la izquierda en el Mediodía italiano se ha formado tras las oleadas laurinas(7) y pasotas?. Creen realmente que los Ciccio Franco(8), que serán elegidos probablemente con furor de subproletariado, tengan la fuerza, con el MSI, da dar desahogo a las exigencias populares y a las clases frustradas, superar las explosivas contradicciones de clase que actualmente se han formado en numerosas áreas sociales y económicas de nuestro país?.

Desde luego, es más fácil y correcto considerar que las "revueltas fascistas" se traducen en un desafío de los intereses reaccionarios y clasistas existentes en nuestro país, que esperar un apoyo democrático cualquiera procedente de las masas subproletarias, mientras estén gobernadas por los De Mita en Avellino (región de Campania), por los Misasi en Calabria, los Gioia y los Lima en Palermo, como - a otros niveles por las clases medias organizadas por la máquina vaticano-clerical de los Petrucci y de los Andreotti(9) en Roma.

Hemos dicho que rechazamos, por covicción laica, todo linchamiento y todo métoco encaminado a imponer un aspecto "moral" a la polémica política. Nos damos cuenta de que este riesgo nos insidia y que a menudo es realidad que se nos puede echar en cara. Pero podemos, con toda tranquilidad, afirmar que las polémicas radicales - tanto si se trata de las que hemos llevado a cabo con Petrucci y el ONMI(10) en Roma, o contra el Pontífice y la CEI(11) para el divorcio - se desarrollaron siempre basándose en hechos y situaciones presentes, que urge y urgía modificar y atacar allá en donde "estragos" morales y físicos se producían y se producen, sabiendo - tal y como hemos afirmado en repetidas ocasiones - que el único modo de defenderse de las víctimas es el de atacar a los poderosos que persiguen, mientras las persiguen.

Constatar que para oponerse a una oleada de sicarios pagados, de apaleadores, de pontificios vestidos a lo zuavo que adquieren, mejor nutridos y armados, osadías, se usa el "antifascismo", para alzar las tribunas y las masas democráticas que responden al llamamiento de los Darida(12), los De Mita y los Misasi y los hombres más poderosos y responsables de este régimen; para calificar de "antifascistas" y de "constitucionales" una fuerza y una clase política que desde hace más de un cuarto de siglo, día tras día, han traicionado y atacado la Constitución, las esperanzas de la Resistencia, la esencia misma del antifascismo: es esto lo que consideramos urgente denunciar. Esto, francamente, es lo que nos produce desdén y lo que nos da miedo.

N.d.T. (1) "Repubblichini": partidarios de la República de

Salò, llamados "republicchini" para distinguirlos de

los "repubblicani" (republicanos).

(2) República de Salò: la República constituida por

los fascistas italianos en Salò (norte de Italia) ante

la avanzada de las tropas americanas.

(3) Badoglio, Graziani: generales que acordaron la

rendición de Italia a los americanos.

(4) Fanfani, Leone y Moro: exponentes de la Democracia

cristiana.

(5) De Lorenzo, Aloia, Birindelli, Allavena: generales

italianos implicados en intentos de subversión.

(6) De Mita, Misasi, Forlani, Colombo, Andreotti y Rumor:

exponentes de la Democracia crisitana.

(7) Achille Lauro: alcalde de Nápoles en repetidas

ocasiones y monárquico.

(8) Ciccio Franco: Agitador del Movimiento ssocial

italiano.

(9) Misasi, Gioia, Lima y Petrucci: exponentes de

la Democracia cristiana.

(10) ONMI: Obra nacional de maternidad e infancia.

(11) CEI: Conferencia episcopal italiana.

(12) Darida: exponente democristiano.

 
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