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Liberazione - 16 settembre 1973
Allende. Laico socialista, no violento revolucionario

SUMARIO: El presidente de Chile, Salvador Allende, murió hace pocos días, el 11 de septiembre, con motivo del golpe de estado militar. La población intenta resistir con las armas a las fuerzas armadas. En el artículo de fondo aparecido en el periódico radical "Liberazione" cuando aún no se conocía el resultado de la insurrección popular, se afirma que el fascismo ya ha vencido en el momento en el que ha logrado imponer el enfrentamiento violento. Allende ha sido asesinado "porque su tolerancia y su rigor, su rechazo, total pero político, hábil pero constante, duro, de la violencia podía quitarles el arma privilegiada y necesaria a las fuerzas de la represión, de la explotación, a las minorías del poder para combatirlo".

(Liberazione, revista radical, 16 de septiembre de 1973)

No sabemos todavía si Chile caerá realmente, tal y como se ha escrito, y se convertirá en un nuevo Vietnam. No poseemos la información necesaria o tal vez la actitud ideológica para descubrir a tiempo las señales de un viento posible en el caos de emociones, de interrogantes y de de incertidumbres en las que no es difícil confesar wue uno se encuentra.

Figuramos entre aquellos que, bajo los vientos del 68, las radiosas primaveras y los cálidos otoños de aquellos años lejanos, ondeaban - en las manifestaciones y en las luchas comunes - el eslogan: "uno, dos, tres,... cien Vietnams". No lo creíamos o no queríamos creerlo.

Sobre lo que llamamos "Vietnam" - una epopeya, para entendernos - nos hemos preguntado siempre, tal vez con escrúpulo pequeño -burgués, (tal vez, no sabemos), cuál era la opinión del millón y pico de campesinos muertos en tres décadas y de los demás millones de víctimas; el precio que pagaron por esta nuestra victoria. Durante varios días, al drama del acontecimiento, se ha sumado para nosotros de "Liberación" el de cómo registrarlo en el periódico. Cerramos con doce horas de antelación con respecto a las últimas ediciones de los periódicos normales. Es imposible pretender dar información. "Lotta continua"(1), "Il Manifesto"(2), mientras tanto, con la seguridad de sus juicios, con su entusiasmo militante y revolucionario, exaltaban la respuesta admirable que se delineaba al golpe vil y criminal. Adustos, entusisasmantes casi como los partes de guerra, los títulos de nuestros compañeros de LC nos caían encima como dándonos un sentido de culpa por nuestra incertidumbre que creíamos honesta, ante la incertidumb

re de la dilatación de esta nueva victoria de la muerte, iniciada con la de Allende, ahora lista, segura para miles y miles de camaradas, de obreros, de hombres y de mujeres, nosotros que desde hace años venimos diciendo "«basta!" a la "izquierda de los funerales...". Pero ahora que empiezan a proporcionarnos suficiente material y datos, cualquier otra espera es evasión e irresponsabilidad.

Ya desde ayer empezbamos a escribir con una certeza: "Matando a Allende han logrado imponer un enfrentamiento tradicional. Ahora el imperativo es el de vencer. Pero ya no se lucha bajo el seño de una grande, humilde y exaltadora esperanza de construcción de lo nuevo. Se lucha para reconquistar en parte lo que se ha perdido, para vivir, para resistir, para librarse. En ello, se puede realmente hablar de una primera victoria fascista. Allende ha sido asesinado porque su tolerancia y su rigor, su rechazo, total pero político, hábil pero constante, duro, de la violencia podía quitarles el arma privilegiada y necesaria a las fuerzas de la represión, de la explotación, a las minorías del poder para combatirlo.

Chile cuenta a penas con diez millones de habitantes. El más ordenado, moderado y ejemplar país sudamericano, aún antes de ayer, para quien se preste al juego de confundir la aparente solidez de las instituciones con la salud de una sociedad y de un país. Sin guerrillas consistentes, alternativas "revolucionarias" aunque sólo propuestas, gobernado por una alianza de capitalistas, clericales, militares bastante fuertes para poder proponer un rostro "constitucional" al propio poder de clase y a la función subalterna con respecto al imperialismo estadounidense. País sin historia, hasta tal punto de poder proponer la cutre "modernidad" de un Frei(3), como acontecimiento de relieve internacional.

Hace tres años "el cocktail Allende". Un burgués acomodado, un laico iluminista, un masón acreditado como en otros tiempos, un socialista humanitario, un racionalista que comprende la lógica de la lucha de clases como elemento esencial determinante de todo progreso posible, un demócrata - no en abstracto, por ideología sino porque considera que aquí y ahora el pueblo, las masas son los actores necesarios e insustituibles de la creación de una sociedad mejor. Nada, en resumidas cuentas, del "revolucionario". Actúa por la unidad de las fuerzas populares, es decir socialistas, comunistas, democráticas, anti-clericales; conduce a la victoria a una alineación electoral; se convierte en jefe del Estado. Atacado con todos los medios, combatido por un parlamento hostil, en un maremágnum de pasiones y de odios que se desencadenan, entre cantores de una auténtica, inmediata catarsis revolucionaria y el oportunismo de las izquierdas tradicionales, teme más que nada en el mundo la violencia, y su tentación, la tentación

de su parte, sobre todo. Con humildad sufre saqueos y compromisos; cada día reanuda su obra socialista y democrática. Con tolerancia, dialogando siempre, pero cada día sabiendo avanzar un milímetro en la dirección justa.

Chile se convierte en un punto de referncia, de esperanzas y de miedos que sólo la creación de lo nuevo sabe desatar tan intensamente en solo tres años.

Allende: laico y masón, contra los demócrata-cristianos y los clericales; no violento y tolerante contra la elección de la violencia, histórica y lógicamente necesaria para las ínfimas minorías de los poderosos para imponer y sacar adelante sus dictaduras; socialista del rostro humano y con voluntad férrea, contra las desesperaciones y los oportunismos burocráticos...

Han tenido que matarlo. La incógnita era total, como siempre cada vez que un rostro nuevo es creación, descubrimiento. Ahora nos hallamos moralmente en discusión, junto a Chile, comprometidos en una confrontación que es de vida o muerte para muchos, para demasiados. Pero lo que nos jugamos, para los próximos meses y los próximos años, también allí, ya lo hemos escrito, son las viejas victorias o las viejas derrotas. El orden, en resumidas cuentas, reina en Santiago.

Franco Fortini(4) no ceja de llamarnos la atención, cuanto más rigurosos seamos en nuestro ser comunistas, o revolucionarios, más tenemos que reconocer que la verdad de la vida y de la historia es trágica. Tiene razón.

Es una trágica contradicción. Allende - el revolucionario antiguo y el nuevo no violento. Seguiremos su camino, con la voluntad de vencer y de salvarnos. Se lo debemos.

N.d.T. (1) Lotta continua: movimiento político italiano de extrema

izquierda fundado en Turín en 1969; dio vida en 1971 al

periódico del mismo nombre.

(2) Il Il Manifesto: Movimiento político surgido en torno a

la publicación mensual del mismo nombre, fundado en

1969 por exponentes del Partido Comunista Italiano,

posteriormente expulsados del partido.

(3) Eduardo Frei Montalva, (1911-1966) presidente de la

República chilena (1964-1970), demócrata-cristiano.

(4) Franco Fortini:, pseudónimo de Franco Lattes,

(Florencia 1917), traductor, poeta y ensayista.

 
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