Marco PannellaSUMARIO: La víspera del referéndum para la abolición del divorcio promovido por los grupos clericales y apoyado por la Iglesia y la DC, Marco Pannella afirma que de dicho voto dependerá la posibilidad para Italia de construir una democracia moderna, que respete los derechos fundamentales de la persona. Convencido de que el resultado tendrá que ser a la fuerza positivo puesto que la madurez de la gente es superior a la de la clase política, Pannella anticipa las batallas civiles que se podrán llevar a cabo tras la victoria del 12 de mayo: modificación de la legislación sobre el aborto, abolición de las normas autoritarias de los códigos penales y denuncia del Concordato.
(IL MONDO, 4 de abril de 1974)
Luchamos para que los partidos democráticos recuerden lo indivisibles que han sido todas las luchas de libertad y de liberación, para que recuerden finalmente que ninguna "política" podrá nunca legitimar durante generaciones enteras la represión de exigencias fundamentales, derechos y esperanzas de la conciencia, de las personas, de las masas de ciudadanos.
Si el 12 de mayo (1) predominase la Iglesia de la CEI (2) y el Partido del Régimen, la DC, no sólo se le privaría del derecho al divorcio sino que toda perspectiva reaccionaria, toda señal de incivismo clerical-fascista podría traducirse en una realización explícita. Movilizados finalmente por el miedo comprensible de esta perspectiva, los partidos del abanico divorcista, y en primer lugar el PCI, en estos días, están echándose a la calle para combatir este desastre. Nuestro estado de ánimo es distinto. Nosotros no estamos convencidos de la mayor madurez de la gente con respecto a la de la clase política desde hace poco, sino desde hace mucho. No creemos que en Italia exista una mayoría de electores que se presten a esta operación clerical. Ahora son los sondeos demoscópicos los que nos dan razón, sin excepción. Gracias a la LID (3), al Partido Radical, a socialistas como Fortuna (4), durante años no se ha discutido sólo sobre cuáles tenían que ser las "mejoras" de la ley divorcista, sino que hemos seguido a
firmando que esta era de entre las mejores que ha votado nuestro parlamento, y no hemos cejado de arrimar el hombro, en una campaña ardua y empecinada en este sentido. Nosotros no queremos, como otros, el socorro de la victoria: ni tenemos remordimiento de conciencia que salvar. Senciallamente, creemos conocer mejor que otros una realidad que hemos ayudado a crear de forma determinante.
Luchamos para que la victoria sea neta, clara y explícita. Para que se hunda sin posibilidades de ulteriores apelaciones, toda voluntad de oposición contra los derechos fundamentales constitucionales, contra las libertades civiles sin las que un país no es moderno y humano, una democracia no se basa en los corazones y en las voluntades de sus ciudadanos. Llevamos décadas de retraso en estos campos, tanto que la república se arriesga a pagar de forma trágica y definitiva, entre la náusea, la resignación y la revuelta de la gente.
Luchamos para que se sepa claramente no sólo lo grave que sería la derrota, sino para que sea evidente y adecuada la necesidad y la importancia de la victoria. Sólo de esta manera, creemos, se garantizará la movilización general, vasta, decidida y entusiasta para la defensa del divorcio. La estamos necesitando.
Nosotros no hemos sido nunca la corporación de los "fuera-de-la-ley del matrimonio" que tenían por objeto conquistar una reforma corporativa. Durante diez años, hemos luchado en nombre de los derechos de la conciencia de los principios de libertad del laicismo, de una liberación más amplia, para la mujr, para el hombre, para la familia, para la diginidad religiosa, de la configurable en la limitada, aunque fundamental e imprescindible, realización de la disolubilidad del matrimonio civil. Hemos sabido hacerlo y es por ello que hemos vencido: por ello las pasiones civiles se han desencadenado, el país ha logrado imponer a una clase política contraria o sin confianza el voto de esta reforma.
Actualmente todos tienen que saber que la victoria del 12 de mayo, es algo más que la sencilla defensa del divorcio. Si las fuerzas del progreso vencen tendrán que comprometerse para que, sin más retrasos trágicos, la Constitución se aplique, el espíritu de la Resistencia (5) sea finalmente restaurado, las mas abyectas realidades del régimen corregidas y superadas.
Las mujeres, y los hombres, tienen que poder confiar en que la aberrante legislación sobre el aborto, cruel, criminal, monstruosa, causa certera cuando no única de uno de los azotes más graves de nuestra época, de muerte, sufrimientos, tragedias realmente inimaginables, será cambiada radicalmente. Todos los demócratas tienen que confiar en que, en un plazo de un año, se borren definitivamente las normas autoritarias, fascistas, democristianas de los códigos penales y de los militares. Los creyentes, en primer lugar, y todos los laicos, que sepan que si contribuyen a una neta victoria contra el clerical-fascismo de la CEI y de Fanfani (6), las fuerzasz democráticas abolirán por lo menos las normas más aberrantes del Concordato (7) y del Tratado. Cuantos comprenden que sin un mínimo de libertad de antena contra el monopolio del régimen, sin la renovación de las leyes sobre la prensa, el juego democrático está irremediablemente falseado y trucado, que carguen su voto del 12 de mayo, y su movilización, con esta
esperanza. A quiénes nos acusan, con la inciativa de los ocho referéndums contra el régimen (8), para los que ya hemos iniciado el pasado 20 de marzo la recogida de firmas (9), de distraer a las masas democráticas, les contestamos que la clase política ya ha sido durante demasiado tiempo suficientemente distraída con respecto a improrrogables reformas y actuaciones democráticas, y que el país lo ha pagado de forma grae y dramática. A quiénes nos acusan de que nos arriesgamos a dividir a las fuerzas divorcistas, contestamos que de esa manera contribuimos a dividir sólo a la mayoría de los explotados y de los hombres y de las mujeres de buena fe de las minorías privilegiadas que las explotan y las oprimen.
"No es este el momento". "No es oportuno". "El país no está maduro". Hace treinta años que lo repiten cada día. Ahora, si realmente queremos vencer, en serio basta.
N.d.T
(1) 12 de mayo. El resultado del referéndum fue todo un éxito para la sociedad civil italiana. El 60% de los italianos se pronunció a favor de mantenerlo.De dicha victoria nacería más tarde la liga 13 de mayo: Asociación en pro de la defensa de los valores laicos y para la legalización del aborto. Entre sus promotores contó con la presencia de Loris Fortuna.
(2) C.E.I. Conferencia episcopal italiana.
(3) LID . Siglas de la Liga Italiana para el Divorcio. Fundada en 1965 por Marco Pannella, Mauro Mellini, Loris Fortuna (diputado socialista) y Antonio Baslini (diputado liberal) organizó a las fuerzas que apoyaban la introducción de la ley presentada por los dos parlamentarios, sobre todo basándose en las energías de los separados y de todos aquellos que necesitaban resolver sus problemas familiares. Desempeñó un papel determinante en la movilización de los divorciados y de los militantes que permitieron que se introdujese dicha ley en Italia. Fue el primer ejemplo, en Italia, de organismo nacido en torno a los temas de los derechos civiles. Federada al P. radical.
(4) FORTUNA LORIS . (Breno 1924 - Udine 1985). Político italiano. Presentó en 1965 el proyecto de ley sobre el divorcio aprobado en el parlamento, tras años de iniciativas y batallas llevadas a cabo junto al Partido radical, en 1970. Presentó asimismo proyectos de ley sobre el aborto y la eutanasia pasiva (este último no fue aprobado). Ministro de Defensa civil y de asuntos comunitarios.
(5) RESISTENCIA . Nombre que indica la lucha popular, política y militar llevada a cabo durante la II guerra mundial en las regiones de Europa ocupadas por las tropas de la Alemania nazi durante la II guerra mundial.
(6) FANFANI AMINITORE . (Arezzo 1908). Político italiano, profesor de historia económica, personalidad eminente de la democracia cristiana, de la que fue secretario desde 1954 hasta 1959 y posteriormente desde 1973 gasta 1975 otorgándole un fuerte carácter corporativo con la utilización de la industria pública como punto del desarrollo económico. Jefe de gobierno (1958-59; 1960-62; 1962-63; 1982-83), en repetidas ocasiones ministro de asuntos exteriores (1964-65; 1965-68), presidente del Senado (1968-73; 76-82).
(7) El artículo 7 de la constitución italiana reconoce y "constitucionaliza" el Concordato entre el Estado y la Iglesia firmado en 1929. En la Asamblea Constituyente fue votado por Togliatti y por el PCI con la oposicón de los socialistas, Partido de Acción etc. El Concordato fue renovado, bajo una nueva fórmula, en 1984 (gobierno Craxi).
(8) "8 referéndums contra el régimen": abolición del Concordato, normas restrictivas del Código penal, de algunos aspectos de la ley de manicomios, de la ley que atribuye a la policía poderes especiales en materia de arresto, de la ley que atribuye a los partidos una financiación pública consistente, de la "Comisión investigadora" ("tribunal" especial compuesto por parlamentarios para el juicio preventivo de los delitos cometidos por ministros).
(9) En Italia los referéndums pueden ser abolitivos.. Cuando son referéndums populares, es decir cuando son los ciudadanos los que solicitan la celebración de los mismos, es necesario recoger 500.000 firmas cada una de ellas compulsada por un notario. Las firmas suelen ser recogidas por voluntarios. Los italianos ponen mesas por las calles y las plazas. Tras la recogida de firmas, el Tribunal de Casación examina la validez de las mismas (es decir que cabe prever un margen de seguridad de otras 200.000 firmas). Después el Tribunal examina la validez de las peticiones referendarias.