Leonardo Sciascia y Alberto MoraviaSUMARIO: Marco Pannella está en huelga de hambre desde hace noventa días para reivindicar que la Radio televisión italiana dedique un programa de televisión de 15 minutos a la Liga Italiana para el Divorcio (LID) y otra a Dom Franzoni; para que el PR sea recibido por el presidente de la República Italiana, Giovanni Leone; para que el Parlamento garantice el cumplimiento del tiempo reglamentario para la discusión del proyecto de ley sobre el aborto y sobre el derecho al voto a los mayores de dieciocho años; y para que los propietarios del periódico "Il Messaggero" garanticen el respeto de la línea democrática laica adoptada por la redacción. Pier Paolo Pasolini rompe el telón de silencio con un artículo publicado por "Il Corriere della Sera" en calidad de "tribuna abierta" [texto nº 1356]. "L'Espresso" les ha pedido a Leonardo Sciascia y a Alberto Moravia que opinen sobre el líder radical Marco Pannella y su estrategia política. Para Sciascia "lo que Pannella pide es, desde el punto de vista individual, justo
; es justo que lo pida. Pero un gran partido político [el Partido Comunista Italiano (PCI)] no puede estar "loco de libertad", tal y como Pannella afirma estarlo en la entrevista concedida a "Il Mondo". No puede ni tan siquiera colocarse ante la libertad en términos absolutos, sino amar razonablemente las distintas libertades, y entre ellas elegir por graduación y gradualmente". Para Moravia, la exigencia presentada por Pannella con su ayuno consiste en "olvidar a veces la política para apuntar, por el contrario, hacia aquello que, aun no siendo justo políticamente hablando, es justo según la justicia".
(L'ESPRESSO, 28 de junio de 1974)
Leonardo Sciascia
Estoy plenamente de acuerdo con Pannella en que es importante que los intentos en pos de la libertad, los intentos de liberación abunden y los fracasos escaseen. Pero la simpatía y el respeto que siento por un intento de tales características, y por lo tanto por el suyo, no pueden impedirme expresar mi disconformidad cuando la hay. Lo que no me gusta de su intento, en primer lugar, es el hecho en sí de ayunar. Lo veo arrastrado por sombras de misticismo de las que sospecho. Por qué inventar de nuevo como protesta civil una privación que durante siglos hemos sufrido como imposición del más acá y del más allá? A mis espaldas yacen demasiados siglos de ayuno involuntario, para que pueda apreciar un ayuno voluntario. Y al decir a mis espaldas digo a las espaldas de millones de italianos indiferentes al ayuno de Pannella incluso cuando están informados del mismo, o lo consideran como una sed anacrónica de santidad. Ni se le puede echar la culpa al consumo por las reticencias del pueblo ante semejante forma de pr
otesta. Sencillamente, se trata de una adversión por el ayuno, de miedo al ayuno. Una de las cosas que maravillaba enormemente a Pulchinela de los franceses era que para ellos "digiunare" fuese la "prima colazione"(1), es decir el comer, mientras que para nosotros era el hambre, antiguo y negro. Ahora el problema actual, para millones y millones de italianos es el de no volver a ayunar nunca más. Y podemos tomárnosla todo lo que queramos con el Partido Comunista Italiano. Pero es verdad que dicho partido interpreta esta exigencia básica de los italianos y se preocupa por resolver este problema. Podemos ponernos a la izquierda del Partido comunista, pasar por encima que nos pasen por encima, correr hacia espejismos cada vez más hacia la izquierda; pero en el esfuerzo por evitar que los italianos vuelvan a ayunar no creo que se logre ser más responsables ni concretos de lo que lo es el Partido comunista.
Todo lo que Pannella pide es justo, y es justo que lo pida. Pero un gran partido político no puede estar »loco de libertad , tal y como Pannella dice estarlo en la entrevista concedida a »Il Mondo . No puede ni tan siquiera colocarse ante la libertad en absoluto sino simplemente amar razonablemente las distintas libertades, y entre ellas escoger por graduación y gradualmente. De lo contrario corre el riesgo de perderlo todo, pues los que aman la libertad son muchos, pero los que no la aman son más.
Alberto Moravia
No me interesa saber si el arma del ayuno es justa o no, si Pannella tiene razón o no, visto en general o en particular. A mí lo que me interesa es otro aspecto. Italia es un país pobre de impulsos ideales. En otras partes estos impulsos ideales llegan hasta la extravagancia, la bizarría, hasta la locura. El no conformismo de los anglosajones no desdeña, por ejemplo, las más ardientes manifestaciones. En Italia, por el contrario estamos siempre muy cerca del realismo y tal y como se sabe, con el realismo, se puede llegar muy fácilmente al "qualunquismo"(2), pero no al "donquijotismo". Ahora bien, cuál es la exigencia de Pannella con este ayuno suyo?
La exigencia de olvidar algunas veces la política para apuntar hacia aquello que, aún no siendo justo políticamente, es justo según la justicia. No estoy de acuerdo con Pasolini(3) que dice que los dos grandes vencidos de la campaña referendaria son la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Comunista Italiano (PCI). En todo caso, diría que lo que ha sido vencido en e el referéndum ha sido la política entendida como actividad finalizada a sí misma es decir como la única protagonista de la historia. Pero que la victoria, en el referéndum, haya ido a parar a algo que no es realmente político lo demuestra, por lo menos, el hecho de que los partidos, tras el referéndum han tenido que ajustar su línea según este algo.
En este sentido, Pannella ha logrado una clara victoria aunque no es verdad que el PCI haya sido vencido. En cuanto al ayuno, forma parte de las armas no convencionales de las que disponen los aislados, las minorías, los idealistas, los no conformistas, y por lo general los que no se ocupan de la auténtica política, contra la política que en el mundo actual, hecha de masas y no de élites, tiende a la fuerza a ser conformista, estrechamente vinculada al sentido común y, sobre todo, mayoritaria. Que Lloyd George haya dejado que el alcalde de Cork se muriese de hambre no demuestra nada en general contra el ayuno como instrumento político. Lo que hay que ver es cuándo, contra quién y en qué circunstancias se recurre al ayuno. En el caso de Marco Pannella, el ayuno ha sido un medio político más que justificado tanto por el buen sentido maquiavélico de la política italiana en general, como por el hecho de que en el caso específico, mientras todos los partidos, a pesar de hacer ver que estaban combatiendo en favor
o en contra del divorcio en realidad estaban combatiendo por otra cosa (tal y como dejaban entrever y admitían sin dificultad), él, Pannella, luchaba realmente por el divorcio y por nada más. Esta concreción del objetivo ha impulsado a Pannella a recurrir al ayuno para afirmar su derecho a la comunicación con el poder y con las masas.
N.d.T.
(1) DIGIUNARE: significa "ayunar", en francés: "DEJEUNER". "Prima colazione": el desayuno.
(2) QUALUNQUISMO . Movimiento político creado en la Italia de la postguerra por el periodista y comediógrafo Guglielmo Giannini (el nombre se lo debe a su órgano de expresión, la revista "L'Uomo Qualunque" cuya traducción no literal sería "el hombre de la calle"). El qualunquismo, al que rápidamente prestaron su apoyo los descontentos, pero moderados, de la clase media, aquellos que habían sido fascistas no por convicción, sino por conformismo, desapareció de la escena política a los pocos años. No obstante, en Italia sigue empleándose la palabra para designar al magma electoral que, en términos más actuales se conoce como la "mayoría silenciosa".
(3) PASOLINI PIER PAOLO . (Bolonia 1922 - Roma 1975). Escritor, cineasta italiano. Autor de las novelas: "Raggazzi di vita", 1955; "Una vita violenta", 1959, y en poesía: "Le ceneri di Gramsci", 1957, etc.. En teatro/cine : "Accattone", 1961, "El evangelio según San Mateo", 1964, etc. Pero sobre todo, fue un hombre polémico y moralista que denunció las chapuzas de la "burguesía" y criticó duramente a la izquierda italiana por su incapacidad. Simpatizante del Partido Radical, sobre el que escribió páginas de gran belleza, el día de su muerte tenía previsto trasladarse a Florencia para intervenir en el Congreso de dicho partido.