Marco PannellaSUMARIO: Primavera-verano de 1974. Por iniciativa de grupos católico-integristas pero con el pleno apoyo de la DC y de la iglesia católica, se celebró, el 12 y 13 de mayo, el referéndum para abolir la ley sobre el divorcio Fortuna-Baslini que había sido aprobada en 1970 gracias a la movilización del Partido radical y de la Liga Italiana para el Divorcio. Los radicales y la Lid han sido los únicos, entre los laicos, que han luchado para que se celebrase el referéndum, contra los intentos de un acuerdo entre los partidos para evitarlo. Sólo los radicales han afirmado su certeza en la victoria del ala divorcista. El referéndum fue vencido por los divorcistas con el 60% de los votos. Pero los radicales y la Lid fueron totalmente excluidos de la participación en las transmisiones electorales de la RAI y la campaña del frente laico. El triunfo de la lucha y de la posición política radical corre el riesgo de traducirse en la eliminación de la presencia política del Pr. Marco Pannella lleva a cabo un largo ayuno par
a que la RAI conceda espacios de "indemnización" al PR y a la LID, para que el Parlamento examine la propuesta de ley sobre el aborto y en general para que los radicales puedan reconquistar la ciudadanía política. Se trata de una batalla en pro del derecho a la información y el respeto a la legalidad republicana.
Desde las columnas del periódico "Il Mondo", Marco Pannella inicia una polémica contra los sectores laicos y de la izquierda que desde siempre intentan aniquilar al Pr. Se proclaman antifascistas pero son los fascistas actuales, del nuevo fascismo que secuestra a favor de minorías poderosas los derechos políticos de masas despolitizadas y desintegradas del comunismo. Es la razonable "locura de libertad" radical. Las gravísimas responsabilidades republicanas por defender, de toda la vida, los equilibrios del régimen contra la política radical, desde el escándalo de ENI hasta la batalla sobre el divorcio.
(Il Mondo - Agosto de 1974, del libro "Marco Pannella - escritos y discursos - 1959-1980", editorial Gammalibri, enero de 1982).
Entre los que desde hace diez años se vienen aplicando con celo para echarnos, sobresale un grupillo de ex-radicaloides enfrascados en los servicios y en las carreras del régimen, y un puñado de protervos comisarios políticos que vegetan como parásitos en las altas cúpulas del Partido comunista italiano (PCI). Los unos y los otros están en servicio permanente efectivo de represión contra el partido radical y los movimientos laicos y libertarios que se les arriman en las grandes luchas en pro de los derechos civiles. De esta manera, a pesar del verano, estos perros guardianes del sistema ladran más ferozmente cuanto mayor es la capacidad de la no violencia de sacar a relucir la violencia del régimen, y someterse a juicio del país. Enrollados en miserables bastones de mando con serpientes alrededor de la presa, hacen ruido con sus sonajeros: pero estamos vacunados contra este veneno. La hora de rendir cuentas ha llegado: empecemos pues. El juego les podrá parecer pesado. Lo es. Pero será leal y hecho por lo qu
e a nosotros se refiere solo con la verdad.
Estos antifascistas son los fascistas de hoy, los únicos auténticos y, si no los desenmascaramos, mortalmente peligrosos. Los acusamos de abuso y de traición del antifascismo al que se remiten. En esto tiene razón Pasolini(1): el antifascismo de hoy en día se contrapone al antifascismo de ayer - y no al fascismo al que garantiza su continuidad, con un papel subalterno hacia la DC (Ex PNF(2)). Actualmente el verdadero fascismo necesita un ala de sicarios y de ascarios(3), de los Farinacci y de los Dumini, de los Almirante(4) o de los Degli Occhi; y otra, respetable y bien, culta y burguesa, gentiliana(5) o rocchiana(6) da igual, con tal de que sea corporativa y transformista y antipopular. Lo he escrito y lo repito: nosotros los de izquierdas no podemos considerar el fascismo como mera violencia de gamberros o nazis, sino que tenemos que reconocer que históricamente, con respecto a los republicanos o a los socialistas, tanto si son sindicalistas como si son populistas, a menudo nos ha unido a su forma de expr
esarse una relación ambigua, íntima que hoy por hoy se repite de forma mucho más insidiosa que ayer. Es inútil y triste este exorcismo del fascismo reinventando una demonología porque les resulta cómodo, traicionando nuestro laicismo por una visión maniquea y terrorista de las diferencias políticas, endilgando la estrella amarilla de los judíos a los míseros restos paleo-fascistas, a los pobres ingenuos frustrados e ignorantes, o a delincuentes "comunes" (que son siempre, en realidad, productos políticos).
También los fascistas y en primer lugar, para los "antifascistas" radicales y auténticos, tiene derecho al respeto de sus ideas y de sus errores. No tenemos más que desarmarlos mientras intentan matar, sin convertirnos en sus semejantes, asumiéndoles como coartada para nuestra suicida transformación. Fascismo es violencia contra las leyes democráticas y los derechos de la gente, discriminación y organización corporativa y oligárquica, odio y desprecio contra toda minoría organizada que represente o amenace con representar a la generalidad de los ciudadanos en sus aspiraciones y exigencias constitucionales, o amplias mayorías unidas para defender derechos básicos o para solicitar reformas liberales y laicas, libertarias y liberadoras para todos.
La despolitización de las masas y la confiscación de los derechos políticos democráticos por parte de las minorías más o menos fuertes, para ejercerlos como privilegio en el seno de la casta política, es otra práctica fascista, que las exigencias del provecho capitalista y contemporáneo, una vez librado de sus contradicciones iniciales puritanas y calvinistas, vuelve a descubrir, a proponer y a imponer de forma más violenta, más aguerrida, más insidiosa, más tolerable sólo aparentemente. El nuevo fascismo parece haber descubierto que el punto más calificador de la vida del individuo es el sistema nervioso central, más que los músculos o el intestino, y por lo tanto amolda su violencia. Su tortura no está hecha de aceite de ricino ni de mamporrazos privados, sino de "carroselli"(7), de inducción artificiosa de necesidades que nos esclavizan aun más, no sólo por los "medios" que nos hacen más libres. A parte de Chile, Grecia, y golpes atlánticos europeos, fallidos o conseguidos. Tiene que despolitizarnos, tien
e que desintegrarnos, atomizarnos, personal y socialmente, para que nos convirtamos en consumidores, de coches, de cosméticos, de sexismo o de ideologías, de espectáculos o de companage, da igual. Mientras uno se convierta en eso, en una lógica de derroche frenético, de dilapidación de sí y de los demás, de tétrico y frustrante placer, nunca de felicidad y de esperanza, látricos, los unos y los otros, desde fuera, ordenante desorden de la vida y de la creación.
Se equivoca Leonardo Sciascia(8) cuando sospecha de nosotros los radicales de no se qué azote místico del miedo al progreso, del bienestar, de la opulencia: cuando cree entrever en nosotros, motivaciones y en las señales que intentamos transmitir, una especie de práctica penitencial y de ascesis que ni que decir tiene merece respeto, y que tal vez concierne a Danilo Dolcil y a Giovani Franzoni(9) , pero no tiene nada que ver con nosotros. Lo que sí nos molestan son los módulos que podrían evocar los "clérigos errantes", o los énfasis desesperados de los Villon hasta los Rimbaud, o la función de los juglares como intuía ya un buen señor como Tomaso Grossi del Marco Bisconti y actualmente recrea y propone de nuevo nuestro Dario Fo. O podemos tal vez ser incluidos en el cuadro moral e histórico de Dickens (y en el ideológico y existencial, contemporáneo, de un Engels), de Balzac y de Elsa Morante(10). Indudablemente, somos hijos y nietos, también, de los Castorps de Thomas Mann y de los idiotas dostoyevskiano
s. Y contemporáneos de las austeras, secas, esenciales previsiones que se hallan en los cuentos de Leonardo Sciascia y, antes que él, de Elio Vittorini(11) . Cómo iba a ser si no?.
Aprovecho la ocasión para rectificar un cosa. En la entrevista-conversación con Pier Paolo Pasolini se introdujo una divertida y sintomática distracción. Precisamente mientras hablábamos de la inducción artificiosa de las necesidades del consumo, de las exigencias antihumanísticas de cierto capitalismo y de este nuestro régimen tan perfectamente vivos y en simbiosis, repetía una observación que digo desde hace algún tiempo: incluso mejor que Marx, me parece, Rimbaud ha expresado una intuición genial, un programa político de lucha actual, en un solo verso: el verso en el que nos propone "un raisonnable déréglement de touts les sens". Y subrayaba: lo genial se halla en lo "razonable", en este "razonable desbarajuste de todos los sentidos", que de lo contrario sonaría como la idiota receta de un "maudit" cualquiera, banal, romántico "maldito" post-ginsbergheriano.
Si quieren de hecho, y deben, convertirnos en máquinas, máquinas de violencia y de destrucción o de autodestrucción, de consumo continuo y frenético, de soledad grotescamente pseudo-hedonista, para mantener en pie el mecanismo social basado en el predominio del beneficio, entendido como valor, para después despolitizarnos, y convertirnos en extraños e irresponsables hacia su "poder", la locura estriba en el no darse cuenta de la perfecta totalidad, más que el carácter totalitario de su propuesta y de su política, en no dar literalmente "cuerpo" a nuestra respuesta colectiva y personal, ideal y de praxis.
Precisamente en nombre de un sano y posible epicureísmo, tememos la disolución y lo disoluble que se nos propone con la más letal de las drogas ideológicas, políticas, culturales, de consumo, bio-químicas, masivamente introducidas en el mercado. Por ello, como iba diciendo, los "expertos en cibernética más que nadie" pueden comprender que la "razonabilidad" es nuestra bandera. En cambio, ha salido (comprensiblemente y de una manera que me ha divertido, tanto este "contrario" acababa en realidad por constituir un "significante" positivo y fiel) en el resumen y en el artículo de Pier Paolo, que la "irrazonabilidad es la bandera de los radicales". Y que somos "los locos de la libertad" que Sciascia ha entendido mal, era la respuesta provocadora contra la continua acusación de locura utópica que se nos da desde hace años. Si estamos locos, entonces que viva siempre Elsa Morante y su espléndido, irreducible, irreducido, siempre vivo "locuelo". Pero la respuesta pertinente ya la da Moravia cuando en "L'Espresso" a
poya la intervención de Sciascia: en realidad nadie, creemos, como nosotros, conoce y practica la disciplina de la concreción y del auténtico realismo político, del proyecto político y explícito y popular, que se encarna en objetivos evaluables de vez en vez por todo el mundo, en una praxis que sin lugar a dudas está impulsada por la pasión general por la justicia y la libertad, de los justos y los libre, o que como tales intentan humilde y fatigosamente ser, pero que se basa en el apoyo a exigencias objetivas y dramáticamente traicionadas de la gente que somos y que nos expresa.
Este es el problema, querido Sciascia, no somos por vocación ni por elección objetos de interpretación política, nosotros a nuestro pesar o sin saberlo. Sino por elección y praxis desde hace por lo menos diez años, y más probablemente desde hace veinte, actores y protagonistas políticos, y un auténtico, nuevo partido, más que cualquier otro (si es que existe "otro") alternativo y en lucha.
Volvamos a ocuparnos de ungüentos fascistas/antifascistas a los que nuestro ayuno ha gravemente entorpecido la digestión, ha creado molestias y le ha quitado el sueño en los últimos tiempos tan gravemente.
Uno de estos, en los últimos días, intervino en el predeterminado debate sobre el "caso Pannella" que Piero Ottone ha abierto y cerrado, por lo que sé en "Il Corriere della Sera". En realidad, considerando que, hasta el momento presente, ni se me ha invitado vagamente a decir qué es lo que pienso de este "caso" (lo cual me parece, a pesar de todo, algo excesivo), se trata más bien de un pseudo-debate "sobre la 'cosa' Pannella", sobre la "cosa" a la que siempre acaban por relegarme, una especie de piedra inerte y que, en este "caso", parece servir sobre todo para lapidar a Pasolini.
Uno de estos señores es diputado republicano, es más, parece ser que es secretario del PRI. Lo que sea da igual: la vulgaridad no tiene nombres, pero su existencia no es puro anonimato. Leámoslo de nuevo,. Me llama, dulcemente, "Marco". Escribe sobre mi "querida" existencia: "... Sería injusto recriminarle las mil cosas equivocadas, exasperadas, fuera de tono que dice y a veces hace". Ahora, prosiguen, hay que esforzarse en comprender lo que quiere hacer, este Marco, que no consigue comunicarnos: "Además es la única manera para contribuir a quitarlo del medio del maldito follón en el que se ha metido". Comprender qué hay de válido en esta actitud sobre la "que Marco se califica objetivamente, por encima de muchas y muy distintas posturas políticas que a lo largo de treinta años ha adquirido". Tengo 44 años y tres meses.
Pero sigamos. La violencia, desde luego, puede ser una "afirmación dramáticamente necesaria ... en un momento de represión absoluta". Pero, aquí y ahora?. "La acción no violenta corre el riesgo de convertirse en una forma de auténtica violencia moral ... La amenaza del suicidio por hambre para obtener el derecho de acceso a la Tv significa sólo presionar para obtener un consenso que no es político sino de piedad". Pannella da de esta manera "una contribución más al desmembramiento de la vida democrática igual y contrario al del "qualunquismo"(12) fascista que teoriza precisamente los partidos putrefactos y la democracia incapacitada...".
Al final se comprende por qué este "amigo" interviene, con tanta presteza en el "debate". Gracias a Arrigo Benedetti(13), a Guido Calogero, y luego a Pasolini, tras un par de meses de ayuno, la gente sabe finalmente que vivo y existo, con mis compañeros radicales: la abolición se interrumpe provisionalmente, y no sólo gracias a la única liberalidad de "Il Mondo". Es esto lo que no traga y lo que le alarma. Se preocupa. Naturalmente por mí, no por él. Al no tener el valor de tomársela con Benedetti y Calogero, dispara sobre Pier Paolo: "el mayor riesgo de Marco Pannella es que se lo traguen, lo consuman la moda de los nuevos literarios de corte, el entusiasmo de los fatuos fuegos artificiales que momentáneamente lo circundan, y que se apagarán en cuanto surja una nueva moda".
He reanudado el ayuno, me da vueltas el estómago, el resto no lo cuento.
Durante diez años, las censuras y las desinformaciones de la Rai, el secuestro de la legalidad denunciado hace unas semanas por el Tribunal Constitucional, han obtenido una suerte de legitimación democrática y una seguridad de impunidad a las censuras fascistas de "L'Unitá"(14) y de "La Voce Repubblicana".
Cada uno de nosotros, tanto si le gusta como si no, edifica cotidianamente, con sus comportamientos un tipo de sociedad determinado. La violencia abusiva contra las minorías, contra las voces de protesta, contra los distintos, contra las mayorías desagradables en casa y en casa de los vecinos, la traición de los ideales y de las realidades demócrata-republicanas en la práctica de la información y de la lucha política, que caracterizan actualmente la situación política italiana, son un producto también republicano y comunista, no es algo marginal.
De esta manera se explican nuestros contrastes, la lucha contra todos procedente de las cúpulas del PRI y del PCI, lucha contra nosotros. De esta manera se explican los miles de millones que el régimen ha permitido siempre que llegasen de forma fraudulenta, de ENI(15), de las demás empresas petrolíferas, de las compañías azucareras, de los fondos más que negros de la publicidad barnabeiana(16) hasta ciertos laicos "jabones Cadum" de la moralidad democristiana, corporativa, clasista y clerical, siempre refunfuñando, siempre profetizando catástrofe, siempre solidarios en los momentos de peligro con el poder, su violencia, su corrupción, su ilegalidad.
La Audiencia provincial de Roma del Tribunal de Apelación guarda en sus archivos testimonios de una campaña política llevada a cabo en 1965 por el Partido Radical, que duró más de un año en absoluto silencio oficial de todos los partidos, contra los métodos de la ENI de Matteo. Se trataba de una documentación francamente espeluznantes: intentamos todos los medios posibles, desde los judiciarios hasta los políticos, pasando por las marchas y los mítines, hasta los llamamientos y las ruedas de prensa a repartir octavillas, fijar carteles etc.
Miles de millones para los fascistas, miles de millones para los republicanos, miles de millones para los comunistas, miles de millones para echar a Felice Ippolito, miles de millones para que todos guarden silencio sobre todo, miles de millones para el PSIUP ... Denunciamos desde ese momento la función corporativa, es decir estructuralmente fascista, de la economía pública democristiana, de corrupción de la vida política, de aniquilación y eliminación de la libertad de prensa. Implicamos a sindicatos y personalidades, desde Malagodi(17) a Lama(18). Nadie osó moverse. Intervino incluso Paolo VI, que tenía algunas chanchullos que encubrir. Todo está documentado, lo repetimos. Se nos permitirá, desmintiéndose, por fin un proceso que obligue a la magistratura a reconocer ese dossier oculto desde aquel entonces?.
Fue a partir de ese momento cuando se nos empezó a definir "vetustos" anticlericales, anticomunistas, antimilitaristas, antiautoritarios, porque se nos "vetaba". Ya por aquel entonces Dodo Battaglia y Maurizio Ferrara se distinguían por atacarnos. Al hacer propaganda y realizar el más fascista de los comportamientos contra nosotros, para abolirnos con la censura, o mencionarnos sólo para difamarnos. Pero son años de densas luchas, de episodios determinantes, sobre los que valdrá la pena volver a discutir. Conseguimos por primera vez en la historia de estos veinte años ha lograr que se desencadenase el procedimiento constitucional de acusación contra dos ministros, Preti y Valsecchi, por la cuestión de la "cédula vaticana". Los republicanos guardaron silencio una vez más y encubrieron al régimen: la Cámara no votó la acusación. Durante dos años llevamos a cabo una campaña contra el escándalo ONMI(19) que condujo al arresto del alcalde Petrucci(20). "La Voce Repubblicana" guardó silencio hasta las últimas cons
ecuencias, con sus asesores en el ayuntamiento de Roma fieles hasta el final a la DC y a sus métodos. La censura fue total. La víspera de la primera votación sobre el divorcio, determinante, de la Comisión de Asuntos constitucionales de la Cámara, exponentes relevantes republicanos le sugirieron a Renato Ballardini, presidente de la comisión, que zanjase el asunto asegurando la inconstitucionalidad del divorcio para los matrimonios concordatarios. Se nos acusó de estar chiflados con esta nueva cuestión y que nos arriesgábamos a provocar la fragmentación del "centro-izquierda" y de dividir a Italia. Una vez más, no conseguimos más que ataques y silencio. Estaba en casa de Ernesto Rossi(21), llegó una llamada telefónica furibunda, eran los republicanos. "L'Astrolabio" y "L'Espresso" empezaban a denunciar con precisión y claridad las maniobras de De Lorenzo y de la Dc. "Estáis locos, ahora provocáis también al ejército, que en este país no es más que un peligro de opereta... En "Agenzia Radicale", ya desde 1965
habíamos empezado a denunciar los vínculos entre la industria estatal, los militares, los servicios secretos y los ambientes fascistas y democristianos. Celebrábamos convenios antimilitaristas, marchas. Ibamos, con este objetivo, de Milán a Bérgamo, Brescia, Verona, Vicenza, ciudad que detectamos (en 1967) como el centro purulento del peligro clerical-fascista y militar. Cada año, durante varios días, con testarudez. Sufríamos los primeros de los cientos de procesos por delitos de opinión. "La Voce" seguía ignorándonos o atacándonos, tachándonos de locos irresponsables, al igual que "L'Unitá".
Reale(22), ministro de Justicia, firmaba autorizaciones para proceder por vilipendio a toda pastilla. Se nos enganchaban, por ser laicos, por estar solos, cientos de direcciones responsables de titulares de periódicos de oposición, con los que hasta disentíamos. Peor, no existíamos más que para jugarnos las ironías o la cárcel. Buscábamos nuevas armas, mejores, más eficaces. Ayunábamos. Obteníamos, en pocas semanas, oficialmente, la presidencia de la Cámara y del Senado, con proceso excepcional, garantizasen la conclusión de los debates enfangados en el divorcio. Ayunábamos. En cuarenta días obteníamos la aprobación de leyes que por unánime previsión no podían ser aprobadas más que al cabo de seis meses o un año: la ley sobre la objeción de conciencia y la ley para Valpreda(23). Trescientos compañeros salían de las cárceles militares, en donde todos, todos, les habían dejado y olvidado.
Nos encerrábamos en la RAI y lográbamos de forma estridente que dejasen hablar a los antidivorcistas, republicanos y socialistas, demócratas y comunistas sobre el tema "tabú" - tabú para todos salvo para nosotros: el divorcio. Vamos a seguir hablando de la unánime voluntad de los partidos laicos de abolir en el parlamento la "Ley Fortuna", con nuestra sola oposición para evitar el referéndum?. La disolución de las cámaras para impedir esta victoria laica y permitir con los hechos la victoria electoral clerical-fascista de 1972?.
Vamos a preguntarnos qué es lo que hemos hecho y lo que hemos sabido hacer bien, en pro de las instituciones, la ley, la República, la confianza y la participación de la gente en la "política", y lo que han hecho y han sabido hacer los republicanos, los liberales, los socialdemócratas "oficiales"?.
Vamos a hablar de la República basada en el peculado, del fraude electoral cotidiano?.
Vamos a confrontar lo que hemos logrado obtener, y garantizarle a la democracia italiana, con nuestros métodos, con nuestra utopía y con nuestro realismo?.
Realmente tenemos que esperar a que se produzca la "opresión absoluta", tal y como pide Battaglia, para combatir a ultranza contra la violencia que parece se dispone a vencer, durante años y años, simplemente para brindar mero testimonio desesperado moral y prepolítico?. O acaso debemos, ahora, jugarnos la vida, para que se viva, para que vivamos, y no se desmoronen la legalidad y la república, hasta cuándo seguiremos estando a tiempo?. Debíamos resignarnos a los abusos, a esperar de brazos cruzados las sentencias del Tribunal Constitucional, que son acusaciones oficiales de "fascismo" contra la clase política, pero que para ellos no restauran con los hechos la legalidad violada?.
Pero estos republicanos (y hoy les hemos contestado a ello, por que son los que con más ardor han intentado sofocarnos durante diez años), no dejan de sorprendernos. No tienen límites.
Estalla ahora la cuestión del aborto, gracias al ayuno colectivo y a la lucha global que durante años hemos llevado a cabo.
Escuchamos y meditamos la espléndida respuesta que otro diputado republicano, ex radical, da al sondeo de "Panorama": "yo, antes de pronunciar la palabra "aborto" en mi colegio, me lo pensaré dos veces ..."
Sigo el ayuno indefinido. Estos locos de la "real-politik", al igual que los fascistas de ayer, se encaminan inexorablemente hacia la catástrofe, arrastrando con ellos a Italia, a la gente, a todos nosotros,. No queda ni un minuto que perder para salvarles.
N.d.T.
(1) Pier Paolo PASOLINI : (Bologna 1922 - Roma 1975), escritor y director de cine. Murió asesinado en 1976.
(2) PNF: Partido Nacional Fascista de Mussolini.
(3) Ascarios: del árabe Askari= soldado. Soldados de las tropas coloniales italianas cuyas primeras unidades regulares fueron creadas en Eritrea en 1887.
(4) Giorgio ALMIRANTE : (Salsomaggiore 1914 - Roma 1988) secretario del Movimiento social italiano desde 1969 hasta 1987).
(5) Giovanni GENTILE : (Castelvetrano 1875 - Florencia 1944) filósofo. En 1923 se sumó al Partido fascista.
(6) Alfredo ROCCO : (Nápoles 1875- Roma 1935), jurista y político, ministro de justicia del 25 al 32, artífice de los códigos penales emanados entre el 1930 y el 1931, acordes con las exigencias ideológicas del fascismo.
(7) Carrossello: breve retransmisión televisiva de unos minutos, después del Telediario, que marcaba el inicio de la programación de noche, e indicaba a los niños que había llegado la hora de ir a la cama.
(8) Leonardo SCIASCIA : escritor, elegido en 1979 diputado al Parlamento europeo y al Parlamento italiano por las listas del Partido radical, murió en 1989.
(9) FRANZONI (PADRE): ex-abad de la basílica de San Pablo extramuros.
(10) Elsa MORANTE : (Roma 1912-85); escritora.
(11) Elio VITTORINI : (Siracusa 1908 - Milàn 1966). Escritor. Estuvo afiliado Estuvo afiliado al P.C.I. y posteriormente fue presidente del Partido radical. Colaboró en "Solaria" y difundió la narrativa estadounidense con la "Antología Americana". Promovió una literatura comprometida con "Il Politecnico" pasando posteriormente a intereses experimentales con "Il Menabò". Narrativa: "Il garofano rosso", "Conversazione in Sicilia", "Uomini e no", "Il Sempione Strizza l'occhio a Freijus" y "Le città del mondo".
(12) QUALUNQUISMO: Movimiento derechista creado en la Italia de la postguerra por el periodista y comediógrafo Guglielmo Giannini (el nombre se lo debe a su órgano de expresión, la revista "L'Uomo Qualunque" cuya traducción no literal sería "el hombre de la calle"). El qualunquismo, al que rápidamente prestaron su apoyo los descontentos, pero moderados, de la clase media, aquellos que habían sido fascistas no por convicción, sino por conformismo, desapareció de la escena política a los pocos años. No obstante, en Italia sigue empleándose la palabra para designar al magma electoral que, en términos más actuales se conoce como la "mayoría silenciosa".
(13) Arrigo BENEDETTI : (Lucca 1910 - Roma 1976) periodista, director del semanal "Europeo" (1945-54), de "L'Espresso" (1955-63) e "Il Mondo" (1969-72).
(14) L'UNITA': periódico del PCI, fundado por Gramsci.
(15) ENI: siglas de la Entidad nacional de hidrocarburos.
(16) BARNABEIANA: de Bernabé que fue director de la RAI.
(17) Giovanni MALAGODI : (Londres- 1904) político, hijo de Olindo, secretario nacional del Partido liberal (1954-72).
(18) Luciano LAMA : (Gambettola 1921) sindicalista. Secretario de la Cgil (sindicato comunista).
(19) ONMI: Obra nacional para la maternidad y la infancia.
(20) Americo PETRUCCI : alcalde democristiano de Roma, encarcelado por corrupción.
(21) Ernesto ROSSI: (Caserta 1987 - Roma 1967), dirigente de "Giustizia e libertà". Fue arrestado en 1930. Promotor del Movimiento federalista europeo, fue uno de los fundadores del Partido Radical.
(22) Oronzo REALE : (Lecce 1902). Uno de los fundadores del Partito d'Azione (1942), secretario del PRI, (49-64), ministro de justicia en repetidas ocasiones. Ley Reale: ley antiterrorista propugnada por Oronzo Reale.
(23) VALPREDA: anarquista acusado del siniestro de la Banca de la Agricultura de Milán.