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Pannella Marco - 15 novembre 1974
1976 Brigadas Rojas: operación aborto
Prólogo de Marco Pannella

SUMARIO: Más que un prólogo del libro de Mellini, "1976 Brigadas rojas: operación aborto", Marco Pannella traza el itinerario posible de la lucha para legalizar el aborto. Una lucha que, al igual que las otras libradas por los radicales, no debe desarrollarse sólo desde un punto de vista cultural y teórico sino que debe conducir concretamente a que se apruebe una ley. En este contexto tiene lugar un duro y amargo llamamiento al diputado Loris Fortuna que en una entrevista a una revista española afirma que ha presentado la ley sobre el aborto pero que no quiere que se discuta en el Parlamento: "Prefieres la discusión cultural, filosófica y médica, para ver si existe una base de acuerdo. También sirve para España. También allí en vez de romper la unidad ora fascista mañana antifascista, en espera de la "alternativa" sucesiva, convendrá ser realistas y "preferir al enfrentamiento ideal y político de la discusión" con filósofos, médicos y gente muy leída. Total, ellos no abortan: tienen tiempo. Como los político

s. Basta aquí en Italia y bastará también allí en España "un movimiento" para el público, el pueblo becerro, y las puercas que se quedan embarazadas tontamente". A pesar de estas actitudes de renuncia por parte del "padre" del divorcio, la agenda radical se establece con precisión: tres años o un poco más para que se vote la ley sobre el aborto [previsión exacta puesto que la ley sobre el aborto se aprobó en mayo de 1978, tres años y seis meses después de la publicación de este artículo - n.d.r.]; a partir de febrero recogida de las firmas necesarias para un referéndum que podrá celebrarse en 1976. Para Mauro Mellini, en cambio, reserva las palabras de mayor gratitud: "Si tuviese que indicar un anti-andreotti, en nuestro país, por elección, moralidad, cultura, política, carácter, estilo de vida no encontraría nada mejor que Mauro, Mauro Mellini". "No sabe ni tan siquiera lo que es el poder; para él el Rey está desnudo y basta; puesto que no cree que sus ojos sean distintos a los de cualquier otro". Es un lai

co realmente. No conoce la verdad más que para compartirla, nutrila y transmitirla".

(Mauro Mellini, "1976 brigadas rojas: operación aborto", Savelli editore, Roma 1974)

Un periodista español acaba de entrevistarme. Me ha dejado un ejemplar de su periódico: "Gentleman". Hace algunas semanas, un comando de "Cristo Rey" en Madrid les devastó la sede. La revista intenta subrayar de qué manera la costumbre ibérica en el sentido europeo, evocando situaciones y luchas de otros lugares, puede tal vez mover o formar en España alguna que otra corriente de opinión más liberal y democrática. El número que tengo delante anuncia en portada: "Entrevista con L. Fortuna(1), padre del divorcio italiano". La hojeo con curiosidad, rápidamente satisfecha.

Hace tiempo, y durante mucho tiempo, con Loris y Mauro Mellini estuvimos unidos como tres mosqueteros; y al igual que ellos distintos pero todos para uno. Ahora Fortuna ya no, y no porque nosotros así lo hayamos querido.

Sentimos el deber de mostrarnos juntos la noche del 13 de mayo, entre el pueblo raomano que festejaba la victoria en el referéndum, pero la verdad es que desde el 11 de febrero de 1973 ya no nos frecuentamos.

Ese día, aniversario de la infausta Conciliación entre el Estado y la Iglesia fascista, Fortuna depositó en la mesa de la Presidencia de la Cámara su proyecto de nueva disciplina de interrupción voluntaria del embarazo, iniciativa de la que desde hace un par de años el Partido radical (al que los tres pertenecíamos) se ocupaba enérgicamente, y que juntos habíamos presentado a los periodistas de la prensa extranjera un par de semanas antes. A partir de ese momento nunca dejamos de luchar ni un solo instante, con campañas políticas, recogidas de firmas para los referéndums abolitivos, comicios, autodenuncias y ayunos, contactos y presiones con las Presidencias de las Cámaras, las Secretarías de los partidos, las revistas semanales, los periódicos, "nosotros", radicales y feministas del Movimiento de Liberación de la Mujer.

Lo que ha pensado y ha hecho Fortuna es del dominio público ahora, por lo menos en Madrid. Su español es claro; como el latín democristiano en materia de divorcio. No es necesario traducirlo, basta transcribirlo. Estos son algunos de los fragmentos de la entrevista: El entrevistador a penas sí se ha dado cuenta de que el enfrentamiento sobre el tema del divorcio promete ser más duro que el del divorcio. (1)

Fortuna: "Y por eso no doy batalla en este terreno. Prefiero la discusión cultural, filosófica y médica, para ver si existe una base de acuerdo pero sin fozar un choque".

Gentleman: "O sea, su ley sobre el aborto dormirá en el Parlamento. No se toca".

Fortuna: "No habrá presión. He presentado la ley pero no tnego intención de que se discuta".

Gentleman: "Ni acelerar los tiempos".

Fortuna: "No, no".

El diputado socialista italiano ha dictado un epígrafe para el parlamento que debería ser republicano; ha dado ejemplo de comportamiento democrático nacional a los lectores españoles, para el futuro que les espera: "He presentado la ley, pero no tengo intención de que se discuta". Está muy claro amigo Loris. La ley dormirá. No se toca. Nada de "presiones". Prefieres la discusión cultural, filosófica y médica, para ver si existe una base de acuerdo. Eso también sirve para España. También allí en vez de romper la unidad ora fascista mañana antifascista, en espera de la "alternativa" sucesiva, convendrá ser realistas y "preferir al enfrentamiento ideal y político la discusión" con filósofos, médicos y gente muy leída. De todas maneras ellos no abortan: tienen tiempo. Como los políticos. Basta aquí y bastará allí también "un movimiento" para el público, el pueblo becerro, y las puercas que se quedan embarazadas tontamente.

"Châteaux en Espagne" dicen los franceses para evocar sueños prohibidos, construir castillos en el aire. Pero este castillo español de Fortuna no es un sueño sino una pesadilla. Olvidémosla. Esperemos que regrese el hijo pródigo: por experiencia sabe que se le agasajará con el cordero más cebado.

* * *

Si la Organización Mundial de la Salud, con sus cifras, tiene razón, hoy 15 de noviembre de 1974, y abortan clandestinamente, matadero moral y físico por el que pasan 4.100 mujeres contando solo nuestra amada Patria del derecho y lo católico. Si, por el contrario la exactitud corresponde a las cifras dadas por las compañeras feministas, la fábrica de ángeles producirá en este día radiante, para los basureros nacionales, 8.2000 fetos. Por cada una de estas nuestras horas, 341 úteros serán raspados. Por cada minuto que pasa mientras escribo, se producen cinco de estos dramas o tragedias. Una cadena de montaje del delito, de la tortura que procura un mínimo de cien mil millones de beneficio inmediato y directo, sin contar con los sucesivos. Para evitar algún que otro millón de unidades de carne de exportación en las fábricas extranjeras, que no podrían acogerlas, cada año, ahora que las guerras no desempeñan su aludable y radical obra demográfica.

Esta grande industria nacional parece ser ala única que nunca entra en crisis, sino que se desarrolla progresivamente. sería ecuánime que la República estuviese representada no por la cabeza de una mujer con el casco de Escipión ornando el capo. También nuestra madre Iglesia. Aparte de los filósofos, médicos e intelectuales, hay tema para rato que dará mucho que hablar a

cardenales, teólogos, pintores y hasta navegantes.

La entrevista está aquí, en la mesa. Creo que en este momento Barbarella está en avión volando hacia Londres. Ayer por la noche estaba hecha polvo. También para ella la colecta diaria entre compañeras y compañeros ha funcionado. No añadirá al mal otras angustias: gracias a Mauro, como de costumbre, que pasa de la defensa de los objetores a los militares en los tribunales especiales del ejército a la redacción gratuita de libros de lucha, a reuniones, mítines, a la asistencia de los chicos culpables de consumir la no-droga, cuyo delito es no pagar el impuesto general y republicano, por la droga del régimen; nicotina, alcohol, o psicofármacos. Gracias a Mauro que ni tiene tiempo ni ganas de desencadenar rentables causas de divorcio en cadena.

* * *

Se echaban cuentas, el otro día, sobre cuándo podría ser "aprobada" la "Ley Fortuna" no tanto en el caso nefasto de que se amoldasen los ritmos políticos y parlamentarios a las actuales intenciones de quien la ha propuesto sino en casio de que se respetasen las peticiones radicales presentadas y acogidas a lo largo de este verano. Estos cálculos se nos antojan muy interesantes. Considerémolos. No le damos más de seis meses a las comisiones de Sanidad y Justicia de la Cámara de los diputados para que acaben de examinar el proyecto de ley en cuestión. Es una previsión aceptada sólo por el diputado Frasca, presidente de la Comisión de Sanidad. El diputado Oronzo Reale, Presidente "republicano" de la comisión de Justicia, ha rechazado asociarse: su ideología es lentocrática, es un hombre riguroso desde el punto de vista de los principios y la forma de actuar: no tolera interferencias con el soberano deber del parlamento de "discutir" seriamente" los problemas graves que se plantean ante su responsabilidad.

Sabemos perfectamente lo que significa "discutir seriamente". Pero admitimos de forma hipotética que, una vez resuelta la crisis, cuando se reanuden los trabajos legislativos entre una interrupción y otra debida a la crisis del ejecutivo, vacaciones y debates "generales" en el aula, se llegue a la natural conclusión del voto referente por parte de estas comisiones para finales de primavera. Por ejemplo, consideremos que la Cámara empiece en otoño el debate en el aula y qie lo finalice poco después de un año (para el divorcio, cuyo itinerario fue considerado excepcionalmente breve y rápido fueron necesarios tres). Estamos ya en febrero de 1977. El proyecto se transmite al Senado: entre las Comisiones y el aula calculamos un par de años, tras los cuales será necesario que el texto enmendado vuleva a Montecitorio: para principios de 1980, si todo va bien, así pues, podemos confiar en que la más infame e inmunda de las leyes de la República, la más criminógena y propulsora de la delincuencia entre las muchas exi

stentes, sea "reformada".

Eso en teoría. Puesto que no hemos ni tan siquiera tomado en consideración la probabilidad de que una de las muchas votaciones de comisión de aula se carguen el proyecto. Surgirán excepciones de inconstitucionalidad, mociones prejudiciales, enmiendas supresivas, propuestas de Comisiones de estudio y de sub-comisión de investigación. No olvidemos que el 1 de octubre de 1970 la propuesta de ley sobre el divorcio, tras cinco años de discusión parlamentaria, se salvó por una sola votación.

No hemos considerado ni tan siquiera un dato certero: como mucho en 1977 si no dentro de algunos meses, acabará esta legislatura, y se producirán nuevas elecciones. Entonces tendremos que volver a empezar desde cero, "ab ovo" o mejor dicho "ab óvulo".

Pero seamos optimistas: otorguemos al nuevo itinerario un tiempo breve, tres años, todo incluido, o poco más. Para llegar a la votación (no necesariamente a la aprovación, cabrá esperar a 1981. Mientras tanto se habrán producido de diez a veinte millones de delitos de aborto. Es obvio, así pues, que quienes nos acusan de irresponsabilidad y de impaciencia, quienes no comparten por lo menos la petición radical de que el Parlamento respete sus reglamentos y su función, tal vez prescinciendo del carácter dramático y urgente del problema, actúa en realidad para que se llegue a otras generaciones antes de que se resuelva la cuestión.

A partir de febrero, el Partido radical volverá a recoger las firmas para que se celebre en 1976 un referéndum abolitivo de las normas democristianas o fascistas de los códigos, entre las que figuran las de "la defensa de la sanidad y la integridad de la estirpe", incluidas las del aborto voluntario. Crear por lo menos un vacío legislativo, abolir la inmunda ley es la única vía que cabe recorrer para obligar a ayudar al parlamento a salvar, con su dignidad y su función, un mínimo decente de civismo que en este campo el país confía en conquistar. «Tenemos que apoyarlo, lectores!.

* * *

Este nuevo libro de Mauro Mellini ayudará a comprender mejor cuanta ceguera suicida y proterva tanto moral como política se hace pasar una vez más por "realismo" impuesto, sufrido, vivido por los casi mil "representantes del pueblo" y de la nación. En el casi del aborto se resume de forma ejemplar la verdad de la política italiana. clandestino, de masa y de clase: este es el aborto necesario, defendido, promovodo, producido por el sistema y el régimen. Un aborto que es el de la República, de la Costitución, de la Resistencia: son estos los primeros tres fetos de la serie. Somos excesivos?, realmente dementes?

Vientos de sabiduría radical soplan en este otoño que a tantos se les antoja como el peor de los últimos viente años. La ráfaga de la sensibilización, de la verdad. Se abren los ojos que habían permanecido cerrados para no ver lo que sucedía. Un ejército en el que la felonía de los generales y campitanes ha hallado curso libre y exaltado. Una Televisión que el Tribunal Constitucional ha tachado de fascista básicamente. Una economía desgranada por los dientes feroces del capitalismo público y privado, por las haciendas vaticano-mafiosa-multinacional de los Sindona(2) tras la de los Virgillito y los Marzollo. Un Parlamento paralizado, reducido por la mayoría clerical-fascista en la Cámara de los fascios de intereses de castas y corporaciones. Una Izquierda. La más fuerte cuantitativamente, con respecto a cualquier otra nacison de democracia política, que ya no es más que desesperada defensa del débil orden que el régimen puede seguir permitiendo en su seno. Una Iglesia que ha bendecido las armas no civiles de

los Fanfani(3) y los Almirante(4), "sus" nuevos cruzados tras los Mussolini(5) y los Graziani. Un Régimen basado en la corrupción, en los masacres, en el peculado, en la violencia, en el chantaje, en la vergüenza, en las abogaciones, en la financiación "pública" del MSI y de cualquier otro partido "parlamentario".

Una lucha política oficial que se ha convertido en mero "Jeu de massacre". Una "socialdemocracia" que adopta definitivamente el rostro de un Tanassi(6), un "laicismo" el alma de Carlo Casalegno. Los "socialistas" a los que no les cabe más que esperar, como máximo del "socialismo" proponible en la concreta moralidad política de cada día, en el adviento de un gobierno "monocolor", todo democristiano...

Ello en la Italia del 12 y 13 de mayo de 1974.

* * *

En esta tempestad en donde todo parece naufragar de nuevo y el miedo devasta el poder (que, al no poder resolver la crisis que ha preparado y producido, la agrava más todavía), el Partido Radical mantiene fierme el timón hacia las luchas y el arrido de la conquista de los derechos civiles. Sus análisis y previsiones han demostrado ser las únicas correctas y justas. El régimen, desde hace tiempo, no ha tenido otra línea política antagonista; ni se divisan en el horizonte otras nuevas. Ha llegado el momento de que esta línea se encarne en una formación adecuadamente organizada y popular. La "Armada Brancaleone"(8), la corte de los milagros radical es en realidad clase dirigente expresada por la gente, por la única y auténtica mayoría silenciosa de este país: "silenciosa" porque ha sido amordazada y ahogada por instituciones estatales y políticas expresión de una época y de un país hoy por hoy inexistente.

El nuevo "pamphlet" que Mellini declara haber escrito para satisfacer su derecho a divertirse y a sonreír es por el contrario (o precisamente por ello) una nueva arma no violenta, política al máximo, adecuada para el objetivo que se propone, para el movimiento radical de liberación social y política italiana, en todas sus corrientes principales:

"El poder logora: pero sólo a quién no lo tiene". (9)

La elegancia con la que este líder católico italiano sabe vestir su fe cínica está a punto de acabar. Le reconocemos con mucho gusto, más que a Alcide De Gasperi,(10) la dignidad de auténtico representante de la continuidad y de la reconstrucción del Estado.

Pero los viejos demonios que la contrarreforma que Andreotti ha creído poder cabalgar, contra el angel aparentemente inerme del cristianismo y del laicismo, y de la civilización que anuncia y encarna, están jugándole una mala pasada. Hay gato encerrado. Me huele que está por el poder y no por el pueblo...

* * *

Si tuviese que indicar un anti-andreotti, en nuestro país, por elección, moralidad, cultura, política, carácter, estilo de vida no encontraría nada mejor que Mauro, Mauro Mellini". "No sabe ni tan siquiera lo que es el poder: para él el Rey está desnudo y basta: porque no cree que sus ojos sean distintos de los de cualquier otro". Es un laico realmente. No conoce la verdad más que para compartirla, nutrirla y transmitirla. Es un volterriano, un enciclopedista, un humanista, un anticlerical, un "erudito" por pasión cívica por virtud republicana. Tesimonio de otros tiempos, sobre todo futuros. Su fuerza no conoce igual si la comparamos a nivel civil y político. En la conciencia de los millones de italianos que ahora saben que existe la Sacra Rota, la turbia y sucia justicia eclesiástica ha muerto sin honores ni sepultura, el tiempo de un panegírico o de una conmiseración. Se lo debemos a los cuentos, a los libros, a los artículos y a las entrevistas de Mauro Mellini. Y sólo a él.

Si hoy por hoy existe el divorcio, si cientos de miles de personas han vuelto a adquirir un gramo de dignidad y de felicidad, si familias enteras han podido constituirse, mientras antes no eran más que lugares nefastos de "concubinato" y de "delito", se lo debemos en primer lugar a la LID. Fue Mellini el que quiso que existiese la LID, él la creo, la animó, la defendió, con el Partido Radical del que fue en 1956 uno de sus fundadores y del que ha sido Secretario nacional.

En los tribunales militares ha defendido durante años, con argumentos y tesis políticas nuevas y sugerentes, pero sobre todo, con eficaces objetores de conciencia, jóvenes detenidos en las cárceles porque eran culpables de ser personas. Si hubiese vivido en la comodidad de sus cuatro paredes de libros, de los tribunales de segunda instancia, en el silencio de la cultura, de la lectura, de la escritura, hubise sido el rebelde que es: en la larga líneaa aparentemente troncada de los Courier hasta los Cajumi. Pero la nuestra es una historia de militantes autodidactas, la conquista de nuestra existencia, por el momento, consiste en haber ganado nuestro derecho a/y la capacidad de ser gente pueblo, ciudadanos no intermitentemtne, sin irreparables esquizofrenias, con una integridad nuestra. De esta manera, yo creo que el abogado Mauro Mellini, burgués no renegado, todo lo contrario se realiza en el rigor de las contradicciones de la lucha política, por esperanzas e ideales antiguos y muy nuevos, sea un radical, un

socialista, un revolucionario: mucho más que quier profesa duras ideologías. Mellini no conoce ni ejerce el poder del saber ideológico, ese sucedáneo clasista de la teología por el que tantos burgueses "ocupan" desde hace décadas las altas cúpulas y las instituciones, estatales o partídicas, del movimiento obreroy de los trabajadores. Su partido le permite ser lo que le sería más difícil: un libertario. Pero qué "prólogo" es este, sin mencionar ni pío sobre el libro que sigue?

No soy un crítico ni un lector creíble. Nos convertimos inexorablemente en lo que hemos hecho y en lo que estamos haciendo. No me quejo: tengo mis felicidades, que son distintas pero no por ello menores de quienes han podido y escogido, en su existencia, leer y escribir otras cosas y mejores exentas de los ritmos y las urgencias militantes.

Sé simplemente que este libro es un expléndido presente de Navidad, que servirá para más de un año. Mellini lo ha derribado con un soplido breve. Sus compañeros no le hubiesen permitido que hubiese hecho otra cosa. Anuncia a todos nosotros, a las "compañeras" del MLD, a las "compañeras" que "somos" (más que "tener") a parte de los compañeros radicales y socialistas que la batalla contra el sucio aborto clandestino y obligatorio del Estado y de la Iglesia, masivo y clasista, nos halla de nuevo, más capaces que otrora, decisos y sin aparentes "prioridades" que son puro pretexto, anuncia que quien ha sabido vencer contra el dovorcio fácil e inmoral de la Sacra Tora, se ha echado a las calles de nuevo. Nos advierte también que en la parte que nos asigna en esta su "representación" del régimen, parte prestabilidad y homogénea a otras, que si realmente queremos vencer con todos y para todos, contra la felicidad y los derechos de nadie, tendremos que renovarnos profundamente, desordenarnos, inventar de nuevo no sól

o nuestra manera de luchar sino la de ser y proponernos.

Nos convertiremos en respetables e inútiles, patéticos y derrotados, como toda Cassandra. No faltan, por otra parte -ni falta que hacen - gracias al amigo La Malfa, el primero y el mejor de toda una serie inextinguible de profetas y autores de desventuras.

Creo que Mauro Mellini habrá obtenido perfectamente su objetivo si sabe suscitar, como creo que sabe hacerlo, una carcajada a coro de liberación de italia del 12 de mayo contra la que expiró el 28 de octubre de 1921 y que con sus Facta y sus colaboracionistas, sus Giolitti(11) y sus De Gasperi y sus Gronchi,(12) así como con sus Mussolini y los demás "compañeros" socialistas, sindicalistas, republicanos, demócratas, liberales y afines, con su Iglesia, su Ejército, su capital, su Estatuto, su Justicia, su Escuela, sus Jefes de Estado, por tercera vez intenta implicarnos en su catóstrofe para mejor poder sucederse a sí misma.

Pero habrá llanto y crujir de dientes, al final, si quién lo haya leído, el llamamiento, constante y móvil de las acciones de Mauro Mellini.

Lanzo un llamamiento a todos para que sean las distintas pero no opuestas fidelidades y los compromisos en competencia de partidos o de soledades, sean, en su necesaria, literalmente vital, nueva batalla de liberación, "radicales" y concretamente presentes.

En los países anglosajones no existe profesión de fe y esperanza que valgan si no están acompañadas del óbolo de un chelín.

Las cuotas de inscripción del Partido Radical, las contribuciones para apoyar esta batalla hay que enviarlas a Roma, a Via di Torre Argentina 18, con cualquier medio inclusive la cuenta corriente postal nº 1/47750.

Repito nº 1/47750. Perdonadnos nuestra honrosa mendicidad de laicos.

N.d.T.

(1) FORTUNA LORIS . (Breno 1924 - Udine 1985). Político italiano. Presentó en 1965 el proyecto de ley sobre el divorcio aprobado en el parlamento, tras años de iniciativas y batallas llevadas a cabo junto al Partido radical, en 1970. Presentó asimismo proyectos de ley sobre el aborto y la eutanasia pasiva (este último no fue aprobado). Ministro de Defensa civil y de asuntos comunitarios.

(2) SINDONA MICHELE . (Patti, 1920 - Voghera 1986). Financiero italiano. Entre 1969 y 1974 construyó un imperio financiero ante cuya caída huyó a EE UU. Implicado en un nuevo crack, fue arrestado y condenado. Se mató, en circunstancias poco claras, en la cárcel.

(3) FANFANI AMINITORE . (Arezzo 1908). Político italiano, profesor de historia económica, personalidad eminente de la democracia cristiana, de la que fue secretario desde 1954 hasta 1959 y posteriormente desde 1973 gasta 1975 otorgándole un fuerte carácter corporativo con la utilización de la industria pública como punto del desarrollo económico. Jefe de gobierno (1958-59; 1960-62; 1962-63; 1982-83), en repetidas ocasiones ministro de asuntos exteriores (1964-65; 1965-68), presidente del Senado (1968-73; 76-82).

(4) ALMIRANTE GIORGIO . (Salsomaggiore 1914 - Roma 1988). Secretario del Movimiento social italiano (MSI), partido de derechas que se considera heredero del fascismo, desde 1969 hasta 1987.

(5) MUSSOLINI BENITO . (Predappio 1883, Giulino di Mezzegra 1945). En un principio socialista, director de "L'Avanti" (1912 - 14). Intervencionista, expulsado del Partido socialista, fundó el periódico "Il Popolo d'Italia" y tras la guerra los Fascios de Combate. Tras la llamada Marcha de Roma (28 de octubre de 1922) se convirtió en Jefe del Gobierno. Tras 1925 suprimió libertades políticas y constitucionales. Se alió en 1939 con la Alemania nazi, hizo intervenir en la guerra a una Italia que no estaba preparada para ello. El 25-25 de julio de 1943 fue desautorizado por el Gran Consejo del Fascismo y fue arrestado por el rey Víctor Manuel II. Liberado por los alemanes, creo la República Social Italiana. Arrestado por los partisanos, fue ajusticiado por los mismos.

(6) TANASSI MARIO . (Ururi 1916). Fue secretario del Partido Socialdemocrático Italiano (PSDI) (1963). Llevó a cabo, sin éxito, la unidad socialista y fue co-secretario del Partido Socialista Unificado (PSU) (1966-69); Ministro de defensa (1968-69; 1970; 1970-72; 1973-74), condenado por el tribunal constitucional por corrupción por el escándalo Lockheed (1979).

(8) L'armata Brancaleone: en el sentido de cuatro gatos, mal organizados y con pocos medios, de la película del mismo nombre.

(9) El poder desgasta a quien no lo tiene es el título de un libro publicado por Giulio Andreotti.

ANDREOTTI GIULIO . (Roma, 1919) Exponente de la Democracia Cristiana. Secretario de A. De Gasperi, empezó muy temprano como Subsecretario de la Presidencia del Consejo, una ininterrumpida carrera ministerial: ministro del interior (1954), de hacienda (1955-58), del tesoro (1958-59), de defensa (1959-66) y 1974), de la industria ((1966-68), del presupuesto del Estado (1974-76). Presidente del consejo italiano del 1972 al 1973, del 1976 al 1979, y en 1990 hasta nuestros días.

(10) DE GASPERI ALCIDE . (Pieve Tesino 1881-Sella di Valsugana, Trento, 1954) Diputado de la Unión católica popular trentina del parlamento austríaco (1911). Tras la primera guerra mundial la región pasó a Italia y De Gasperi, en 1921, fue diputado del Parlamento italiano por el Partido popular del que fue secretario de 1923 a 1925. Durante el fascismo trabajó en la Biblioteca Vaticana. Reorganizó la Democracia cristiana clandestina de la que fue secretario en 1944. Presidente del Consejo italiano en 1945, firmó el tratado de paz con los aliados en 1947. Obtenida la confirmación de los Pactos lateranenses, logró excluir para siempre a las izquierdas del gobierno, que con él cobró una estable forma centrista.

(11) GIOLITTI GIOVANNI . (Mondoví 1842 - Cavour 1982). Diputado liberal, ministro, presidente del Consejo casi ininterrumpidamente de 1982 a 1911. Favoreció el crecimiento de las organizaciones obreras y socialistas, aunque estableció acuerdos con los católicos moderados en función antisocialista, excluyendo el divorcio de los programas de su Partido. Puso en marcha el ingreso de Italia en la primera guerra mundial. Infravaloró el fenómeno fascista, convencido de poder absorberlo.

(12) GRONCHI GIOVANNI . (Pontedera 1887 - Roma 1978). Político italiano. De origen sindicalista católico, uno de los fundadores del Partido popular (1919) y de la Democracia cristiana (1943). Presidente de la cámara (1948-55) y de la República (1955-62). De tendencias populistas de izquierdas.

 
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