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Pannella Marco, Playboy - 1 gennaio 1975
La razonable sinrazón de los sentidos
Entrevista de Playboy a Marco Pannella

SUMARIO: La siguiente entrevista brinda a Marco Pannella la oportunidad de hablar "con toda holgura" sobre su vida, los orígenes y las características de su vocación política, las influencias del ambiente familiar, la experiencia liberal, su manera de vivir el binomio cultura-política, los modelos de Pannunzio y Rossi, la droga, el modo liberal de entender el socialismo, la no violencia, el Partido radical, el viejo fascismo y el nuevo disfrazado de antifascismo, la RAI de Bernabei máximo instrumento de violencia contra los ciudadanos...

(Entrevista de Playboy - Enero de 1975 del libro "Marco Pannella - Escritos y discursos - 1959-1980", editorial Gammalibri, enero de 1982)

Playboy - Cuantos años tienes, Marco?.

Pannella - Cuarenta y cinco. Nací bajo el signo de Tauro, en Téramo, Abruzzo. Me llamo Giacinto Marco, Giacinto como un tío mío sacerdote, un personaje bastante insólito, en la que era la típica familia agraria meridional, en donde al primogénito le correspondía el derecho de ocuparse de los asuntos de la casa, mientras que el segundo se metía a cura, y los demás se hacían o notarios o farmacéuticos, se "colocaban" cada cual a su estilo. Este tío mío se hizo sacerdote pero siguió ocupándose de la administración de las tierras, es decir que siguió siendo el cabeza de familia. Era el único con intereses culturales. Publicaba una revista, algo totalmente artesanal y provincial que, por casualidad y con una cierta conmoción, encontré en bibliotecas especializadas en París y en Viena.

Mi Padre Giacinto tuvo un gesto de lo más audaz por aquellos tiempos. Cuando mi padre, que quiso hacerse ingeniero y estudió en Turín y luego en Grenoble, volvió a casa casado con una francesa (nacida en Suiza, hija de hoteleros), una mujer que no hablaba más que su lengua y que llevaba el pelo corto en un pueblo en el que todas las mujeres se lo recogían en la nuca haciéndose un moño, e iban vestidas de negro hasta los tobillos, comprendió que tenía que ayudar a la joven pareja que acababa de aterrizar en un mundo distinto y difícil. De esta manera cogió la parte de propiedad que le correspondía a mi padre, y le dio alguna que otra posibilidad. Será por eso que yo no tengo animosidad anticlerical por esta simple anécdota, porque la mejor persona de mi familia fue este clerical; y siempre he tenido muy buenos amigos curas. Soy un laico, tranquilamente, sin luchas interiores ni problemas.

Playboy - Cuántos años llevas metido en política?. Parece como si estuvieses de toda la vida.

Pannella - La impresión es exacta. Creo haber comprendido, desde muy pequeñito, que no existe divorcio entre la vida pública y la vida privada, que los hechos de la vida privada se convierten en ocasión para hacer política, y por lo tanto en vida pública. Pasé mi más tierna infancia entre Téramo y Pescara. Una infancia normal, con muchas mujeres, tías, campesinas, que me acudían, y juegos y alegría. Pero en esa normalidad, en esa felicidad, existía, existían pequeñas cosas de gran importancia. Un cierto zapatero antifascista, al que no había que ir, yo tenía tres o cuatro años. Bebía, decían que era por eso que no se podía ir, pero se comprendía que el mal consistía en que gritaba contra el fascismo. Mi madre, que en casa hablaba francés, y siempre venía alguna persona notable que decía que no estaba bien, que tenía que andarse con mucho ojo. «Pero, si el francés era su lengua!. Yo tenía una amiguita con la que jugaba siempre, se llamaba Adria, fue mi primer gran amor, yo tenía más o menos siete u ocho años.

Pues bien, un día ya no la vi más. Desapareció. Era hija de judíos, y su familia se había ido del pueblo.

Pasé largas temporadas en Francia en un "instituteur", para aprender, y tanto el marido como la mujer me adoraban, pero entre ellos se peleaban a matar, y yo me encontraba siempre en medio, a veces defendiéndolo a él y otras a ella. Incluso decidía si quería dormir con el marido o con su mujer. Me acuerdo que me preguntaba por qué aquellos dos que se hacían la vida imposible mutuamente y que por separado eran personas tan amables, tenían que seguir viviendo juntos. Tal vez, ya por aquél entonces me planteaba yo el problema del divorcio, aunque de forma muy llana, me rebelaba contra la idea de que dos personas tengan que estar ligadas para siempre porque un buen día decidieron casarse ... Significaba, tal vez, rebelarse contra las presiones, reivindicar el derecho de ser antifascista, de hablar la propia lengua, rebelarse contra la injusticia de la discriminación racial.

Son anécdotas insignificantes, como puedes ver, pero sirven para demostrar lo que he dicho siempre, que la vida privada y la vida pública son lo mismo. Qué quiere decir defender la propia intimidad?. Yo no veo dónde empieza y dónde acaba....

Playboy - De hecho, te acusan de no tener vida privada.

Pannella - La experiencia personal, privada, se transforma siempre en política y te da la fuerza para combatir las batallas. Tomemos por ejemplo la de la legalización del aborto; o la del divorcio, las personas que creen y que han creído, parten de la política o de la experiencia de la propia vida privada?. Yo siempre digo que las leyes no tienen que penetrar en los días sino también en las noches. Cuentan las verdades cuyas raíces se hallan en tu historia personal. Comprendes?. Cuanto más privados se me antojan los hechos, más públicos y políticos intento que sean reconocidos. Y esa eterna polémica entre amor y amistad, «qué gran equivocación!. Decir que con la chica puedes joder y con el amigo tienes que hablar, quiere decir dividir en dos la propia vida. Es absurdo.

Playboy - Y un día te metiste en política ....

Pannella - «Qué no hombre, qué no!, siempre me he dedicado a la política a mi manera, y mi manera ha sido siempre la misma: el interés por los demás, el diálogo. Estudiaba en Roma, un estudiante un poco adelantado porque mi madre con su perfeccionismo había pretendido que me saltase dos años, y un día vi en el quiosco "Risorgimento Liberale". Lo compré, me interesó. Me pareció que era lo que más amaba, la libre discusión inteligente. Desde ese día, compraba siempre dos copias de "Risorgimento": una para mí y otra para mis compañeros de escuela, para que la leyesen, la discutiesen, aportasen sus objeciones y expusiesen sus ideas ... De esta manera algunos y yo empezamos a frecuentar vía Frattina, en donde se hallaba la sede del Partido Liberal Italiano, y poco a poco nos encaminamos en esa dirección y posteriormente se convirtió en la izquierda liberal.

Eramos jóvenes, los mismos jóvenes que iban a jugar a la pelota o a bailar con las mozas, que teníamos esa que tú llamas vida privada, pero una vida privada que coincidía con la pública. Porque el diálogo, para mí, es algo complejo y completo, no solamente "espiritual": las caricias también son diálogo, al igual que los besos, los puñetazos y los abrazos, a parte de las ideas hermosas. Mi manifiesto, el manifiesto de los radicales, nos procede de un gran poeta, Rimbaud: "Le raisonnable dérèglement des sens", la razonable sinrazón de los sentidos. Una frase "anti maudit". Rimbaud había intuido lo que los cibernéticos han intuido a nivel científico. El drama consistía en la razonabilidad. Para los radicales también es así.

Playboy - así pues, esos jovenzuelos se codeaban con los mayores, los escuchaban e intentaban oir de sus discursos lo que parecía más verdad. Y tú en medio. Probablemente eras un tipo lleno de sagrados furores ...

Pannella - «Qué va!. Sólo un poco ardiente. Pero de una manera muy distinta a los furores sagrados, que hacen pensar siempre en algo sombrío e introvertido; en una voluptuosidad de martirio. Yo soy extrovertido, amo la vida, nada de tormentos ni ardores. "Route de braise et non de cendre", decía un poeta. No la llama que quema y deja inútiles y tristes cenizas, sino la brasa que perdura.

Playboy - Esos jóvenes, sin lugar a dudas, discutían las opiniones de los mayores.

Pannella - Algunas veces eran objeto de discusión pero nunca de polémica. Yo ya era muy hablador por aquel entonces, y contaba - creo - con un cierto poder de persuasión. Tal vez lo ejercitaba sobre ellos. O tal vez, ellos, en el fondo, eran lo suficientemente abiertos y comprensivos. O tal vez se exasperaban oyéndome discutir sin acalorarme. Por otra parte, ellos tampoco se enfadaban nunca. Y después me saqué la tesina de licenciatura, en Urbino, con una nota bajísima: 66. Escogí Urbino porque creí que allí iba a acabar pronto. Discutí durante tres horas con once profesores. En el examen me tocó, mira por donde, el artículo 7 del Concordato, así pues había tema de discusión para rato. Como ves, siempre con las mismas ideas. Desde el principio. Un aburrido que se repite más que un disco rayado.

Playboy - Hay algo que recuerdes con especial placer de aquellos tiempos de tu adolescencia?.

Pannella - Recuerdo una fotografía en un periódico. Era una edición vespertina, se llamaba "Il Giornale della Sera". En una foto un poco desenfocada se veía a un chico que saltaba por una ventana, apretando una caja contra el pecho. Era yo. Se tenía que votar en la universidad, y los fascistas andaban poniendo todo tipo de obstáculos. Los fascistas acabaron entrando, iban armados con puños de hierro y otros objetos, eran bastantes, tenían un aspecto peligroso.

Cogí la caja y me tiré por la ventana de Ciencias políticas, un primer piso. Debajo había unos los hornos de cal viva y unos obreros trabajando. Me faltó el canto de un duro para caerme dentro de uno de los hornos, pero lo logré. Los fascistas, mientras tanto, volvieron a bajar y avanzaron por la calle, con sus puños de hierro, con esa cara de bestias que tienen. En un abrir y cerrar de ojos, me vi perdido. Pero los obreros levantaron las palas y empezaron a echar cal. En fin, fue toda una victoria de la clase obrera.

Playboy - Al igual que todos los jóvenes, leías mucho. Cuál es tu bagaje ideológico, quiero decir qué pensadores de antaño, o qué corrientes de pensamiento inspiraron tu batalla?.

Pannella - Yo no creo en las ideologías, no creía en las ideologías codificadas y confiadas a los volúmenes encuadernados ni en las bibliotecas o los archivos. No creo en las ideologías cerradas, de usar y tirar como con un paquete que se recoge en la estafeta de correos. La ideología te la creas tú, con lo que te sucede, incluso por casualidad. Yo puedo habérmela construido sobre la catequesis que me hacían aprender en el colegio, y que me planteaba problemas y por consiguiente, a la fuerza tenía que protestar.

Puedo decir que han sido importantes cinco o seis aforismos de Nietzsche sobre el bien y el mal; y Gozzano, mira por donde, y la sonata de Kreutzer. Un cierto número de Esprit de 1947, encontrado en Modane esperando el tren. La "historia de la edad del Barroco", de Croce. Un poeta, Jonn Perse, que se lee como se lee una enciclopedia, y que todos encuentran difícil de leer porque conoce demasiadas palabras. Thomas Mann, aedo de la burguesía. Mis compañeros que se leían a Marx, te citaban inmediatamente la cuarta o la quinta respuesta a Feuerbach, La indicación que se convierte en liturgia o letanía. Yo no he leído a Marx pero he tomado de él lo que necesitaba. Y de pequeño me leí las grandes novelas rusas, con un poco de dificultad con los patronímicos, pero apañándomelas muy bien, porque en la novela clásica no hace falta una trama.

Pero de donde he aprendido muchísimo es de los periódicos. Porque en los periódicos se hallaban las ideas que no se veían mucho, tal vez por su posición, es decir porque las colocaban al lado del hecho contingente, en pequeñito, y desarraigadas del presente. Leer una revista, un periódico es importante porque se reciben ideas que cobran forma dentro de ti, que se convierten en ti mismo. Yo he leído "Il Mondo" y "Risorgimento Liberale".

Playboy - Ha habido algún año, una época, especialmente hermosa, significativa para ti?.

Pannella - Todos los años son hermosos. Este último, por ejemplo, que tenía que ser el año del asesinato político del Partido Radical, es el año de su victoria, el año del referéndum para el divorcio. Pero cada año es hermoso, porque cada año se hace algo con los mítines, los "happenings", con las acciones individuales y colectivas, con las palabras, con los gestos, cantando y agitándose, sin pararse un solo instante, porque pararse un momento significaría volver atrás días y días. Cada año es hermoso porque yo estoy contento de hacer lo que hago, de ayunar y de oir que me llaman el Gandhi de pacotilla, de firmar los folios de los extraparlamentarios en los que no he creído nunca pero que tienen derecho a tener sus periódicos, de defender a los objetores de conciencia incluso cuando se trata de fascistas idiotas, de chillar, de perder la voz y la salud, incluso feliz de que las feministas me tachen, a mí, de antifeminista....

Playboy - Antifeminista tú, "paladino de las mujeres"?

Pannella - Pues sí, porque como he luchado de la manera que he luchado a favor del aborto, las mujeres se dan cuenta de que incordio, de que me he apoderado de temas y argumentos y luchas que les pertenecen a ellas ... Ven en mí al representante del hombre, el "macho" que instrumentaliza a la mujer fingiendo defenderla, el prevaricador. No todas las feministas, obviamente, se expresan así, sólo algunas de ellas, las que todavía tienen residuos machistas. Digamos que son feministas que cometen errores. Las mujeres no cometen errores. Lo han demostrado en el momento del referéndum, porque está claro que para el divorcio han votado también las que de emancipación ni saben ni quieren saber.

Playboy - Te parecen justas todas las reivindicaciones de las mujeres?.

Pannella - Yo encuentro justas todas las reivindicaciones de las minorías. De esta manera lucho por la liberación de la mujer al igual que apoyo el movimiento homosexual del "Fuori" y a quien tenga algo que decir y se sienta oprimido, de esta manera nuestro partido es el refugio de los que se encuentran fuera de la ley del matrimonio, y de los objetores de conciencia, de las feministas, de los freaks y de los abortistas, de los vegetarianos y los nudistas, es decir los "restos de la cárcel" de todo tipo. Hay que defender a todas las minorías, ninguna posee prioridad sobre las otras. Yo defiendo igualmente al que está en la cárcel por el simple hecho de ser fascista, porque la etiqueta no me interesa, me interesa que se trate de una minoría a merced de la poderosa mayoría. Y he defendido en repetidas ocasiones a las minorías extraparlamentarias con todas sus destemplanzas, aún a sabiendas de que me consideraban al margen, con ideas utópicas, un burgués. Las que no puedo aprobar son las minorías del poder, por

que inmediatamente su campo privilegiado se convierte en violencia: para mí, para nosotros radicales, todos los fusiles son negros, al igual que todos los ejércitos y todas las institucionalizaciones de la violencia, se ejerzan contra quien se ejerzan.

Playboy - También defiendes la droga, la hierba "especial".

Pannella - A mí personalmente la hierba no me interesa. Tengo la mía que es la nicotina. Dentro de mis pulmones hay una autopista de alquitrán, por la cual viaja cuanta autodestrucción, evasión, culpabilización y placer consumido y solitario mi muerte exige y obtiene. Desde luego, me parece lógico fumar otro tipo de hierba menos nociva, si gusta, y negarse a pagarla demasiado cara. Mi "hierba" ha sido siempre mi gasto más grande. Me puedo comprometer como me comprometo contra ese jaleo que llaman el Orden para defender la hierba y a quien se la fuma, pero hacer de ella un símbolo positivo y definitivo lo considero erróneo.

Playboy - No reconoces en ti bagajes ideológicos; pero reconocerás maestros, habrá hombres políticos, italianos o extranjeros, de los que hayas aprendido algo...

Pannella - No reconozco maestros porque no los he tenido, y las personas que para mí han contado no querían ser maestros. Dos vidas han determinado la mía. Las vidas de dos personas que han muerto, una cuando era justo que muriese, porque ya no le quedaban esperanzas y estaba convencido de haber acabado. La otra, en un momento injusto, cuando muchas de sus previsiones se hacían realidad. Me refiero a Mario Pannunzio(1) y a Ernesto Rossi(2). El Partido Radical está hecho de todo lo que dijeron Pannunzio y Rossi.

Pannunzio era la moralidad, no el moralismo, su rigor era lo que yo amaba, incluso estilístico, cuando nos predicaba que nos inspirásemos en Flaubert. Su indiferencia ante el poder, la mayor enseñanza. Era un político, si político es aquel que cambia la organización de la ciudad, si político es aquel que incide en su propia época. Y quién, también en el pasado, incidió en su propia época?. Dicen que Mattei(3), Vanoni(4). Vanoni y Mattei han creado tal vez algo a nivel de objetos, pero en realidad lo que Enrico Mattei, el demiurgo de los años 50 dejó fue la "realpolitik" de la corrupción; a Vanoni algunas buenas soluciones de mecanismo y control político. Nada que haya incidido como Pannunzio y Rossi, incluso a sus amigos, a sus compañeros, nunca considerados auténticos políticos.

Playboy - Pero, realmente consideras a Ernesto Rossi un político?.

Pannella - «Cómo no!. El, tan feliz, con la leticia de un jovenzuelo, de existir, lo había previsto todo: el corporativismo estatal, la mano pública que da beneficios a la mano privada. El, tan inocente, había detectado que nos encaminábamos hacia la derrota histórica.

Playboy - No tenían mucho en común, aparentemente ...

Pannella - Eran dos burgueses con una cualidad insólita para un burgués, el desinterés por el dinero, Porque no lo necesitaban. No hubiesen sabido como gastarlo. El consumo no era lo suyo ...

Playboy - Tu dices "burgueses". A veces te tachan de burgués como un insulto.

Pannella - No ven al burgués como lo veo yo, es decir, aquel que se inspira, que da forma a las grandes idealidades de la revolución francesa. Desde luego, soy un burgués y a mucha honra.

Playboy - dicen que si fueses un místico podrías arrastrar multitudes en oración.

Pannella - Sí. Pero no lo soy. Y no me gusta arrastrar, sino convencer. El diálogo, ya lo he dicho. El diálogo con las mismas palabras de siempre: conocerse y reconocerse.

Playboy - Y dicen que a menudo eres un titiritero.

Pannella - Sí. Cuando hablo en un mitin, cuando escojo en medio de la multitud, pequeña o grande, que me mira, esas tres o cuatro caras, sé que estoy haciendo teatro, cultura. Y los llamados "humildes" me comprenden más que los politiqueros. Pero yo creo en la cultura, no en la naturaleza. El Buen Salvaje de Roussseau me hace reír. La claridad, la pureza, la nitidez de la infancia?. «La claridad, la pureza, la nitidez del patriarca Miguelangelesco!. El estado de naturaleza es una condición ambigua.

Playboy - Te queda tiempo para pensar en tu vida?

Pannella - La verdad, no mucho. Mi problema es encontrar un momento de soledad. Mi casa está siempre llena de gente. Todo aquel que quiera usar mis cosas puede entrar. Raras veces, rarísimas consigo dormir solo. Los políticos, en cambio, están siempre solos. Míralos cuando salen de la Cámara, se zampan una comida cauta o golosa y luego buscan un cine en donde echarse una cabezadilla esperando que se eche encima la hora de ir a dormir. Solos, tétricos, descontentos de la existencia, incapaces de dialogar porque son incapaces de atención, seguros como están de tener razón, de ser lo mejor, mientras los demás son lo peor. Seguros de que el país es inmaduro, y no ellos. Yo quisiera un poco de soledad, incluso por pocos momentos, y no desde luego para ir al cine. Pero, por otra parte, en mi vida no necesito pensar. Estoy contento. Amo la vida, amo los placeres que la gente y la vida te dan. La soledad podría servir para leer más, ahora leo tres, cuatro, diez minutos como mucho, me releo las mismas cosas que luego

cito a uno, a diez, a veinte personas, o cuando me ocupo de política, a cien, a mil. Y son siempre esas citas, como una señora que enseña siempre los mismos collares. Pero son lecturas que han entrado dentro de mí, se convierten en mi carne y en mi sangre, y que yo ahora doy a los demás.

Desde luego, quisiera hacer otras cosas, pero cuándo?. Y sin embargo, si hay alguien que tiene que verme a la fuerza, no sé, un amigo que pasa por Roma un par de horas, uno que necesita absolutamente verme, hago lo imposible para que cuadren todas mis citas, aunque parecía que no hubiese espacio libre, obtengo esos pocos minutos que necesito. Una operación que me llena de satisfacción, que me hace creer en mí mismo no confiado en la casualidad.

Playboy - Y sin embargo, no es posible que no haya nadie, entre los políticos militantes, que no te haya enseñado algo.

Pannella - Realmente, no sabría decir quien. Riccardo Lombardi(5) es desde luego una eterna lección. La Malfa(6), tal vez, en algunos momentos. He estado muy cerca de La Malfa, me ha demostrado bastante benevolencia, de él que dicen que no tolera a nadie cerca de él. Pero este fascinante Crispi(7) de los tiempos modernos me ha decepcionado. Qué ha hecho La Malfa?. La liberalización de los intercambios, se dice. Y luego?. Qué ha cambiado con la liberalización de los intercambios?. Todo se ha quedado igual que antes. Político es lo que incide, lo que determina desarrollo, crecimiento. Y, además, mira su insensibilidad hacia nuestros problemas de los derechos civiles, su constante y única atención ante los hechos económicos, siempre proponiendo y volviendo a proponer pequeñas soluciones.

Playboy - Pero no es sólo la cuestión de La Malfa, como tú dices, insensible al problema de los derechos civiles. Existen otros problemas importantes, como los sociales. Y tú crees que convergen los derechos civiles y las instancias sociales?. No temes que anteponer los unos a los otros te cree a ti y a tu partido una impopularidad incómoda?.

Pannella - Los derechos civiles y las instancias sociales coinciden. La lucha por el divorcio ha sido la lucha contra el divorcio de clase, la lucha contra el aborto, lucha contra el aborto de clase. Cada problema civil no resuelto comporta injusticias sociales, resolverlo significa afrontar y vencer la injusticia. Además, nuestros problemas ponen al desnudo la verdad de cada uno de nosotros. Si Fanfani(8) dice que no a un cierto artículo en favor de los trabajadores, será incluso posible que se encuentre una justificación, yo que sé, la trágica contingencia, la relación con el patrón, cosas por el estilo; si dice no al referéndum, qué justificación le da?. Puesto así al desnudo, se quedará desarmado, o tendrá menos armas.

Playboy - Qué fuerzas, al margen de los partidos, consideras particularmente contrarias a las batallas que tu combates?

Pannella - Naturalmente, las fuerzas clérigo-corporativas, y es lógico. Los "laicos del régimen", es decir aquellos que usan su laicismo para asegurarse una porción del pastel del régimen, y hay muchos hombres del mundo de la cultura así, y también gran parte de los dirigentes políticos y de los parlamentarios; no son distintos, aún siéndolo, de los católicos democratacristianos.

Playboy - Las fuerzas de izquierda también os han definido como una minoría enredosa y básicamente enemiga de los intereses parlamentarios.

Pannella - «Ojalá fuese sólo eso!. También nos tachan de siervos de Fanfani, y peor todavía si cabe. La verdad es que nos han temido. Hasta el referéndum nos han temido. Y nos han atacado con habilidad, con el rigor científico que los democratacristianos no tienen, porque entre las filas de la DC consiguen infiltrarse contradicciones, entre las del PCI no.

En lo que a mí se refiere, yo digo que si puedo actualmente comprender el socialismo, se lo debo a los ideales democrático liberales clásicos. El socialismo me gusta, al igual que los liberales, y los libertarios y también los marxistas. Lo que no me gusta es el marxismo-leninismo, no me gusta la cultura marxista-leninista que se ha vuelto inexorablemente pequeño-burguesa. con caracteres considerablemente represivos. Porque la materia común a todos los dirigentes italianos es la convicción de tener el deber de actuar por el bien del pueblo, ese pueblo que bajo tantas palabras bonitas no se considera más que un calzonazos, y se creen que su deber sea eliminar todo lo que vaya contra corriente. Pero con los comunistas, por ahora, nos hallamos en una fase más tranquila. Por otra parta, alguno de ellos ha estado siempre muy cerca de nosotros los radicales, por ejemplo Umberto Terracini(9) y Fausto Gullo.

Playboy - Ahora los radicales se están volviendo populares. Riccardo Lombardi dice que esta popularidad puede ser peligrosa. Dice que puede acabar siendo un bocado goloso para aquellos partidos que esperan ser ellos los que obtengan los votos que potencialmente van al Partido radical.

Pannella - El peligro es para los demás, si de mala fe juegan con la popularidad de los radicales. Uno nace hijo de puta; si durante diez años hace todo lo posible para demostrar que no lo es, pero en realidad lo es, se vuelve hijo de puta el que va con él?. Es difícil que los radicales cambien sus posiciones, sobre todo ahora que están más seguros y son más fuertes. El riesgo, si existe, lo corren los demás.

Playboy - Consideras que tienes una misión?, consideras que los hombres tienen que tener una misión?.

Pannella - Yo no creo en las misiones, como no creo en el destino, ni en la predestinación, ni en la vocación y todos esos rollos. Detesto sobre todo la idea del sacrificio.

Playboy - Y el ayuno ...

Pannella - «El ayuno!. Desde luego, ayunar no es agradable, y yo en general suelo comer muy bien. Pero ayunar es la única arma a disposición de quien es minoría y detesta la idea de la violencia, y yo escojo este arma, y desde el momento que la he elegido porque es la única a disposición soy feliz, exaltado. Arrigo Benedetti(10) una vez me imaginó encerrado entre cuatro paredes, desmedrado, hablando con los muertos. Pero yo estoy en la calle, exaltado. El espíritu de sacrificio, la ética y la etiqueta del sacrificio no están hechos para mí. Detesto todo eso, la lucha heroica, la catarsis. Yo quiero vivir y ser feliz, y quiero que mi compañero viva y sea feliz, siento auténtica repugnancia por su sacrificio. El deber de un militante es estar vivo y ser feliz, no estar muerto y ser un héroe.

Playboy - Puedes decirme en qué crees y en qué no crees?

Pannella - En primer lugar, no creo en el poder. Creo en la gente. Mi movimiento, los radicales, propone todos estos referéndums. Estamos seguros de que vamos a ganar. Estamos seguros de que vamos a obtener el ochenta por ciento de los votos a favor, estamos seguros de que a todos les hará más ilusión firmar para un cierto número de referéndums que no para uno solo. El ochenta por ciento de las personas están profundamente de acuerdo con nosotros, pero las que no lo están son las instituciones, y de ahí la dicotomía que nos atormenta. Pero luchamos seguros de que venceremos. nuestra fuerza es manifestar lo que se llama el sentimiento común de la gente. Y creo en la palabra que se escucha y se dice, en todas partes, en el colegio, en la cama, por las calles, en las plazas, y en cambio no creo en la invectiva, al igual que no creo en los textos sagrados o en las ideologías.

Playboy - Eres un personaje muy discutido. Unos te aman y otros te odian. Tu nombre basta para hacer gritar de fastidio y rabia...

Pannella - Los que me aman, en realidad corresponden a mi amor. Los que me odian en cambio, no manifiestan más que el odio normal por lo "distinto", la misma forma de odio que hace babear contra los homosexuales que no molestan a nadie, contra la mujer que intenta salir de su tradición de secular opresión, contra el pobre... A parte de estos "distintos" hay otros, y son de lo más odiados: aquellos que creen en la libertad.

Playboy - Tú personalmente te has vuelto muy popular, entre otras cosas, tras tu aparición en televisión. Has conseguido despertar a la gente, implicarla. Todos han seguido tu batalla, se han preguntado; lo logrará o no?. La pequeña pantalla había "enjaulado" a gente mucho más paliza que tú. Has tenido suerte, un caso único o casi... pero tras haber conseguido tomar por asalto el santuario de los medios de comunicación, ha cambiado algo en tu vida?.

Pannella - Pues sí, ahora la gente me para por la calle, en el tren, un poco por todas partes. Llegan cientos de cartas, la mayoría de adolescentes, pero no solo ellos, a veces familias enteras, tres generaciones me escriben, me dicen que salga hacia adelante, me ofrecen su amistad. Me preguntan qué pueden hacer. Se sienten excluidos. nuestra cultura nos acostumbra a sentirnos inútiles, irremediablemente solos e irrepetibles precisamente en nuestras mejores esperanzas. No he tenido demasiado tiempo, a lo largo de estos meses, de responder largo y tendido tal y como hubiese querido, pero lo haré.

Mientras tanto, con convicción y mucha confianza, pido a todos que se inscriban al Partido Radical, aunque ya estén inscritos a otro partido, es más, mejor todavía, o si están y quieren seguir estando inscritos a otras organizaciones. Y les doy la dirección y el número de la cuenta corriente: Via di Torre Argentina 18, y c/c nº 1/47750 a nombre del Partido Radical. Sólo con un Partido radical más fuerte, creo que incluso la "Lega 12 maggio" y cualquier otra organizada para la alternativa puede confiar alcanzar sus objetivos. Igualmente, la renovación de la izquierda tradicional, en todos sus elementos, desde la comunista hasta la republicana, desde la socialista hasta la liberal, pasa a través de la iniciativa unitaria y libertaria del movimiento radical.

Playboy - En la televisión, en los debates, cada vez que se sube en una caja de jabón o en un podium improvisado, te piden que hables del fascismo, del fascismo actual ... Son ese tipo de cosas que se les suele pedir a los políticos. Pero, qué es, más allá de la etiqueta, el fascismo, quienes actualmente deben ser considerados fascistas, por lo menos, según marco Pannella y sus simpatizantes?

Pannella - Los missinos(11) no son más que paleofascistas. Es una cuestión que no me interesa. Par mí, los auténticos fascistas de hoy en día son los democratacristianos, portadores del mensaje autoritario clasista, al igual que lo fue el fascismo en su día. Estoy de acuerdo con mi amigo Pasolini(12) cuando dice que nada distingue a los jerarcas de Mussolini a los jerarcas actuales, sino todo lo contrario. Todo lo que nuestros dirigentes políticos hablan de antifascismo sirve para descargar y suscitar la emoción y la indignación popular contra el fascismo, pero su única intención - «cuánta maldad! - es distraer la atención de sí mismos para poder presentarse como demócratas. No existe ruptura alguna entre la Italia de Mussolini y la Italia del fascismo democrático: Mussolini en camiseta en el agro pontino (13)(ya lo comenté en un debate, a propósito de la película de Nico Naldini "Fascista" es tal vez más simpático pero no distinto de Paolo Bonomi(14) que desde hace treinta años es un dictador en nuestras ca

mpañas como jefe de los cultivadores directos.

Playboy - Esto que tú dices es muy distinto de lo que generalmente dicen los políticos. En una situación tan confusa y contradictoria, tal vez adrede, tu respuesta no es desde luego ni esquiva ni bizantina. Tú le sacas punta a todo.

Pannella - Sí. Pero en Italia, desde hace muchos años, desde distintas partes se persigue una culpable operación de digresión. Desencadenarse contra Almirante(15) y sus secuaces, resucitar el odio contra aquellos jóvenes de veinte años que entraron en la República Social Italiana, es una estupidez. Y no sólo es una estupidez porque funciona para consolidarse una vez más como siervos del poder y del fascismo, que actualmente viven y prosperan en nuestro país bajo la especie democratacristiana. Ser antifascistas, actualmente, no significa más que ser democratacristianos. Si sentimos desdén y rabia, dirijamos estos sentimientos contra los sucesores reales, e históricos del fascismo del Estado. Eso es lo que hacemos nosotros los radicales.

Playboy - En este momento, tú puedes considerarte un vencedor. Has vencido al adversario aplicando con lucidez la sólida técnica de la protesta. Y tu colección de medallas aumenta: la batalla por el referéndum, la lucha contra el monopolio y el excesivo poder de la radio-televisión, que se ha concluido con la salida del escenario de Bernabei(16), la víspera de vuestra marcha de protesta...

Pannella - Estaba claro que este personaje se tenía que ir de la Rai. Presentando su dimisión o echado por el gobierno. Tras la sentencia del Tribunal Constitucional, que confirmaba de que manera la Rai-TV se movía en un terreno de ilegalidad con respecto a los derechos del ciudadano, Bernabei no podía hacer más que irse. Bernabei, el máximo exponente de la desinformación, la personificación de la violencia contra el ciudadano... Porque violencia, y violencia física, no es sólo atacar el cuerpo del ser humano, sino también su espíritu, privándolo de sus derechos, ametrallándolo con noticias falsas o tendenciosas, poco a poco quitándole la facultad de pensar, y por lo tanto, modificando su misma naturaleza. Algún éxito, desde luego, lo hemos obtenido. Y es el mérito de nuestra obstinación, de la fuerza de volver a empezar siempre desde el principio, sin dejarnos abatir por las derrotas, negándonos a sobrevivir, deseando vivir... Y el mérito es de nuestra confianza, de nuestra esperanza.

Playboy - Si tuvieses que hacer un balance, si una madrugada te llamase el corresponsal de un gran periódico extranjero y te preguntase: "Marco, en treinta segundos, explícame qué está sucediendo en Italia"... le contestarías, qué le contestarías?.

Pannella - Siempre es difícil hacer balances, porque la realidad cambia continuamente. Pero a menudo, me preguntan qué es eso tan terrible que está pasando en Italia, o qué le ha pasado a este país que parecía ir por buen camino con el "milagro económico" ... yo les digo que lo que está pasando estaba previsto, que a la fuerza tenía que ser así, con esta clase dirigente que no se distingue en absoluto de la que se encontraba en el poder o junto a él en la época de Mussolini. Con la diferencia de que actualmente somos un país industrial, y por aquel entonces éramos un país de campesinos. Pero lo que está pasando justifica un cierto optimismo: la clase dirigente, por vez primera, empieza a dudar de sí misma y a reflexionar sobre sus errores.

N.d.T. (1) Mario Pannunzio: (Lucca 1910 - Roma 1968) director

(1943-47) del periódico "Risorgimento liberale" y

(1949-66) de la revista semanal "Il Mondo".

(2) Ernesto Rossi (Caserta 1987 - Roma 1967), dirigente de

"Giustizia e libertà". Fue arrestado en 1930. Promotor

del Movimiento federalista europeo, fue uno de los

fundadores del Partido Radical.

(3) Enrico Mattei: (Acqualangna 1906 - Bascapè 1962)

empresario. Presidente del ENI (Ente nacional italiano

de energía)(1953), intentó establecer acuerdos directos

con los países productores de petróleo de Oriente Medio

y con la URSS. Murió en un accidente de avión.

(4) Ezio Vanoni (Morbengo 1903 - Roma 1956) ministro de

hacienda (1948-54) y de presupuesto ((1954-56),

promovió la reforma tributaria de 1951 (que introducía

la declaración anual única de la renta), y el plan de

desarrollo, de empleo y de la renta, que no se aplicó,

conocido como el Plan Vanoni.

(5) Riccardo Lombardi: (Regabulto, 1901-84), uno de los

fundadores del "Partito d'azione"; en la postguerra se

sumó al Partido Socialdemocrático italiano del que fue

presidente en 1980.

(6) Ugo La Malfa (Palermo 1903-Roma 1979), uno de los

fundadores del "Partito d'azione" (1942), se sumó

posteriormente al Partido Republicano Italiano (48) del

que fue secretario (65-75) y presidente. Ministro de

transportes (45), del comercio con el exterior (46;

51-53), de presupuesto (62-63), del tesoro ((73-74) y

vicepresidente del Consejo italiano (74-76).

(7) Francesco Crispi: (Ribera 1818- Nápoles 1901),

mazziniano, participó en la revolución siciliana del

1848 y en el 1860. Preparó la expedición de los Mil.

Cerebro político de la "dictadura" de Garibaldi en el

mediodía italiano. Diputado de la izquierda (1861). Se

sumó a la monarquía (1864) y fue ministro del interior

con Depretis (1877-78). Presidente del Consejo italiano

(1877-91); 1893-96) manifestó tendencias autoritarias y

nacionalistas. Fautor de la triple alianza y de la

expansión colonial en Etiopía. Dejó el poder tras la

derrota de Adua.

(8) Amintore Fanfani: (Pieve S.Stefano 1908). Secretario de

la Democracia cristiana (1954-59; 73-75), presidente

del Consejo italiano (1958-59; 60-62; 62-63; 82-83),

ministro de asuntos exteriores (64-65; 65-68),

presidente del senado (68-73; 76-82).

(9) Umberto Terracini: (Génova 19895- Roma 1983) uno de los

fundadores del PCI; encarcelado por el fascismo (1926-

43). Presidente de la asamblea constituyente (47-48).

(10) Arrigo Benedetti: (Lucca 1910- Roma 1976) periodista,

director de las revistas "L'Europeo" (1945-54),

"L'Europeo" (1955-63) e "Il Mondo" (1969-72).

(11) missinos: del Msi (Movimiento Social italiano),

fascista.

(12) Pier Paolo Pasolini: (Bologna 1922 - Roma 1975),

escritor y director de cine. Inscrito al Partido

Radical.

(13) Agro Pontino: zona ubicada en la región del Lacio.

Mussolini transformó la zona pantanosa en zona agrícola

y habitable. La imagen del dictador en camiseta

excavando la tierra pretendía ser símbolo de

laboriosidad.

(14) Paolo Bonomi (Romentino 1910) democratacristiano;

fundador (1944) de la Confederación nacional de

cultivadores directos.

(15) Giorgio Almirante (Salsomaggiore 1914 - Roma 1988)

secretario del Movimiento social italiano desde 1969

hasta 1987).

(16) Bernabei: director de la (RAI) Radio Televisión

Italiana).

 
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