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Pannella Marco - 1 gennaio 1975
Ustedes son los culpables
Marco Pannella

SUMARIO: Carta abierta de Pannella al Fiscal General Calamari al día siguiente del arresto de Gianfranco Spadaccia, secretario del PR después del arresto del doctor Conciani y a la orden de captura contra Adele Faccio y Emma Bonino.

Faccio y Conciani y Emma Bonino son responsables del CISA (Centro información, esterilización y aborto) que, en señal de desobediencia civil contra la ley que obliga al aborto clandestino, organizan públicamente, desde las sedes radicales, los abortos con el método Karmann.

Spadaccia, que ha asumido la responsabilidad, es arrestado.

(Il Mondo - Enero de 195, del libro "Marco Pannella - escritos y discursos - 1959-1980", editorial Gammalibri, enero de 1982)

Señor Calamari, fiscal general, para velar por la sanidad de la estirpe o de la raza ha capturado al Secretario nacional del Partido radical, Gianfranco Spadaccia. Al amanecer, no era el lechero sino usted.

Desde las alturas de su ciudad, en donde descansa Ernesto Rossi(1) junto a los hermanos Rosselli(2), una voz se desplomará esta noche para darle las gracias a vuestra presa, encerrada en las Murate(3), las gracias que los hijos deben dar a los padres que saben luchar, vivir y ser buenos como ellos, tal y como ellos nos pidieron que fuésemos. En el Arno(4), a esas horas, se desplomarán silenciosas - como desde hace veinte años, en los líquidos, a cada instante, raudal de fetos descuartizados, con la sangre copiosa vertida por los vientres raspados - las lágrimas de las mujeres que no han podido ser madres.

En cientos de casas, desesperación y miedo. No en la suya, señor fiscal general, Comendador que nunca se ha bajado de su pedestal por tan poca cosa. Ni tan siquiera de la ley, que ha creado de esta manera nuevos crímenes y nuevos criminales. El aborto clandestino, inmundo, bárbaro, aterrorizador, el de masas, el de clase, el clerical, a usted no le atañe; de estos fantasmas usted no se ocupa. Miedo a otras complicaciones: a la enfermedad, a más sangre derramada, a la esterilidad, a volver a amar y no poder amar más; y más sencillamente todavía, a la muerte. Miedo, también, de no poder pagar las deudas que se han tenido que contraer. Miedo a un infierno lejano, que es lo único cierto y actual en los corazones en los que habita.

Desde su jerarquía, un cardenal lanza contra nosotros sus anatemas y sus insultos. Literalmente infame, nos acusa de asesinato. Hablan en nombre de la vida aquellos que han bendecido y apoyado desde siempre violencia y estragos. Florit no dice que la alternativa al aborto clínico que nosotros proporcionamos es sólo el aborto trágico e infernal de la clandestinidad, o el de clase y clerical de las clínicas de lujo, de las Sagradas Rotas del aborto.

También en su Florencia, doctor Calamari, el mayor de los carabineros que, en calidad de policía judicial, ha llevado a cabo la "operación" en defensa de la raza, y declara textualmente a la prensa, que repite sus palabras, que en la ciudad los abortos cuestan por lo general quinientas mil liras. Hubiese podido añadir que se efectúan en condiciones sanitarias y psicológicas peligrosas y patógenas, que anualmente se cuentan por miles o decenas de miles, y que afectan sin lugar a dudas, en uno o dos años, a cientos de miles de personas. No lo había usted oído nunca, señor fiscal general?. No lo había sospechado usted nunca, señor Substituto Casini?.

Lo sé. Andan ustedes muy ocupados. Contra la subversión marxista y radical, contra los editores, los vendedores, los lectores de opúsculos de educación sexual: contra los magistrados que manchan el prestigio de la casta porque profesan opiniones republicanas y democráticas: contra las huelgas de los guardias urbanos: contra nuestros vilipendios; contra los "planes subversivos" paseándose en coches estupendosa, para que se les pueda ver bien: los "rojos", naturalmente, los únicos que conocéis.

Contra el Isolotto(5)....

Pero, mira por donde, han encontrado tiempo así de sopetón, cuando en Florencia las mujeres han podido empezar a abortar como seres humanos y no como bestias inmundas dignas de castigo y masacre, cuando han podido, al menos en ésto, ser "distintas" a la inmensa mayoría. Con cien mil liras, si las tenían, y si no con nada. En condiciones humanas, civiles, sanitarias extraordinarias para este nuestro país de santos hospitales, de obras pías, de institutos de buen pastor en ruinas. En condiciones, al cabo de pocos minutos gracias a la ciencia moderna, gracias a quien sabe obedecer a la esencia del juramento de Hipócrates, gracias a la humanidad que consigue progresar y derrotar a los ptolemaicos de toda la vida, gracias al trabajado militante y a la moralidad civil y personal de exponentes del PR, del MLD(6) y del CISA(7), de volver a sus casas, a sus trabajos, persiguiendo sin heridas ni físicas ni psíquicas, sin más riesgos para el futuro, sin traumas patógenos, el obligado, el obligatorio diálogo con sus con

ciencias, como cada vez que la vida se apoya sobre la libertad y sobre la responsabilidad de cada uno de nosotros.

Tras haber capturado a los enemigos de la patria y de la ley, médicos y enfermeros, personal técnico y subalterno, tras haber capturado a Spadaccia, andan ustedes buscando por Italia a la compañera Adele Faccio, esta admirable militante que no echa mano de estériles proclamaciones de feminismo ideológico y existencial sino que conscientemente cuestiona su propia libertad y su propia responsabilidad mientras no se dé un paso necesario y urgente de concreta y auténtica liberación. Esta mujer ha sabido, casi por sí sola, con sus compañeros de ideas y de convicciones, prefigurar lo que todo Estado cívico proporciona a todos y que, antes o después, será no sólo derecho sino deber de las instituciones republicanas, de su Estado, doctor Calamari. Y mientras tanto, "avíseme".

Bien. No sólo le concedo, sino afirmo pública y serenamente que ni usted, ni sus colaboradores, son los responsables de los hechos acaecidos en estos últimos días. A quien hay que acusar, y nosotros lo acusamos, es al parlamento republicano, que es solidario, hasta ahora, contra nuestra lucha, nuestra petición, consejo, con las leyes inmundas que usted está aplicando. Bajo acusación se hallan las fuerzas políticas, en primer lugar las democráticas.

Usted, en cambio, está en su sitio, desempeña su papel. Aplica las leyes que castigan el delito de opinión. Leyes que el Parlamento defiende: las que proponemos barrer con una ráfaga de referéndums populares y a las que se ata desde hace cincuenta años al país, desde hace treinta años contra la Constitución y el derecho fundamental de la República.

Todo mi afán, desde hace algún tiempo, estriba en hacer entender a la izquierda histórica de la que formo parte que el legado de la "derecha histórica", y no el crispino(8), su concepción del Estado de derecho es, actualmente, aquí y ahora más que nunca, objetivamente revolucionaria y subversiva del desorden establecido, para poder dirigirle en esta ocasión lo opuesto a las alabanzas. Arreste, así pues, capture, incrimine, castigue, condene, movilice al brazo armado y escuche el estado de ánimo católico de este Estado, tal y como le gusta y tal y como el Parlamento le consiente.

Por mi parte, rechazo, como lo rechazaría Spadaccia, ser para usted digno de esos privilegios de impunidad que usted suele reconocer a muchos, en el ex gran ducado de Toscana. En primer lugar a esos obispos traidores y perjuradores, prevaricadores y a los "forcaioli"(9), que en dos ocasiones, en 1970 y en esta primavera, insultaron y violaron de forma estridente, continuada y proterva, las leyes y los reglamentos, así como vuestro Concordato clérical-fascista.

Me quejo por otras cosas, señor fiscal general. Me quejo de que la justicia de este país sirva al régimen, al poder, al "orden" (es decir al desorden establecido), mucho más que a la ley. Me quejo del hecho de que durante años y años, en Florencia al igual que en otros lugares no hayan ustedes adoptado esas iniciativas, promovido esas investigaciones, ejerciendo esa acción penal que era justo emprender ante la unívoca y no desmentible gravedad del azote social del aborto clandestino de masas y de clase.

Ultimamente en Milán, una redactora de la revista "Amica" ha detectado sola a 37 médicos (de los cincuenta visitados) que procuran abortos. El 47 por ciento de la clase media, así pues, no encuentra nada mejor que permitir y facilitar delitos y crímenes contra la persona y contra la raza.

Por qué, señor procurador general, usted con todos sus colegas italianos, ha hecho ver que ignoraba lo que toda la prensa, lo que toda la policía que ha intervenido en miles de mítines nuestros, congresos, convenios, manifestaciones, hacían público?.

Por qué ante los cientos de autodenuncias por aborto, publicadas en el periódico del que soy propietario y del que he sido editor y director, Liberación, tomadas de otros periódicos, usted no ha ejercido acción penal, ni ningún otro lo ha hecho?.

Por qué la asociación para delinquir, la instigación para delinquir, la apología de delito, el concurso de aborto procurado, la ofensa a las leyes del Estado, el vilipendio no nos han sido incriminados?.

Por qué no lo han hecho ni tan siquiera cuando hemos anunciado denuncias por omisión de deberes o por falta de acción penal?.

El régimen había confiado en asesinar de otra manera, que consideraban menos costosa e impopular, más segura, el PR, la LID(10), el MLD, el CISA, la LOC(11) y todo el movimiento de los derechos civiles, aboliéndolos como sujetos de los derechos constitucionales y fundamentales del hombre y del ciudadano. La primavera pasada se intentó abolir más que el divorcio, realmente a los divorcistas; se intentó asesinar lo que es en su conjunto el más peligroso movimiento alternativo porque basa sus esperanzas libertarias, su compromiso democrático de clase, en la defensa de una República auténticamente constitucional, en reivindicaciones simplemente liberales, en la libertad y la fuerza de la absoluta no violencia. Hemos tenido la fuerza y la suerte de darle la vuelta a la situación.

Nosotros constituimos, todos juntos, el partido del 13 de mayo(12); y lo saben ustedes. Quieren hacérnoslo pagar, antes de que causemos más daños. Ustedes consideran intolerable y urgente barrer el campo y el futuro de nuestros métodos e ideales. Va en ello la supervivencia del régimen. Capturan ustedes a nuestra gente. Saben que somos la voz de no pocas minorías sino de las grandes minorías que el poder ha acallado durante tanto tiempo con la violencia, con la corrupción, con la traición de la ley fundamental del Estado. Quien ha esperado durante estos días para dañarnos con la violencia legal de las instituciones ha envilecido la justicia y la ha convertido en sierva del régimen, no ya persiguiendo las violaciones de la ley sino no haciéndolo durante años, contra su letra y más todavía contra su espíritu.

En donde ya no estamos de acuerdo, doctor Calamari, es en las modalidades que esta usando. Hay algún que otro exceso, si me permite, en ponerle las esposas y tener en la cárcel a nuestros compañeros arrestados. Yo diría que se están moviendo, Calamari y Casini, de todo corazón.

En ese caso, acabemos con toda justificación recíproca. En este momento cientos de radicales del PR, del CISA, del MLD, de militantes libertarios, laicos, socialistas, de hermanas feministas, están llevando a cabo una serie de delitos, cuya flagrancia es - permítame decirlo - flagrante. Y no solo los cientos de firmatarios de las autodenuncias públicas por aborto. Sino que, sin organizar como estoy, titular solo de la promoción de la "liga 13 mayo" - movimiento socialista en pro de las libertades y los derechos civiles", no puedo más que hablar por mí.

Mi situación, señor fiscal general, es la siguiente:

1) estoy declaradamente asociado a Gianfranco Spadaccia, a Adele Faccio, al PR, al MLD, y al CISA, desde hace tiempo, ininterrumpidamente, y hoy más que ayer, con posturas objetivas de máxima responsabilidad sustancial, en la promoción de la desobediencia civil con respecto a la ley inicua que pretende condenar a un aborto criminal a millones de mujeres. Todo lo que han hecho o han intentado hacer, yo lo he hecho con ellas, independientemente de ellas. Siempre he proclamado el deber para todos de concurrir a los abortos procurados, como necesidad y conciencia decididas de mujeres soberanas que disponen de su propio cuerpo, libres y responsables ante la maternidad. Vuelvo a hacerlo hoy, y lo haré mañana y en todo momento, de forma particular afirmando el deber de todos y de todo médico que esté ideal y políticamente de acuerdo con nuestra postura. Creo que esta carta que le envío, señor procurador general, es prueba evidente de la flagrancia y de la continuidad de las instigaciones para delinquir, de la apolo

gía de delito y de la asociación para delinquir.

2) Tengo la intención de actuar y así lo estoy haciendo, para que próximamente, en numerosos centros de Italia, las más de trescientas mujeres que se han dirigido a nosotras, desde el momento del cierre del centro de Florencia, y que están viviendo horas, días, minutos dramáticos y cada vez más apremiantes, puedan obtener esa asistencia que una ley aberrante y el Estado les niegan, y a la que tienen derecho. La libertad de mis días debe ser utilizada necesariamente y sobre todo de esta manera.

3) Mientras nuestro parlamento, el gobierno, la "Justicia", no hayan encontrado - como deben - una nueva y decente respuesta que no sea vergonzosa, con artículos, mítines, escritos, reuniones, y toda iniciativa que resulte oportuna y adecuada, considero que es mi deber desobedecer a la ley, de objetar en conciencia, de promover y organizar en asociación con el PR, el MLD, el CISA (y sólo con ellos) el uso democrático y civil de la ciencia y de la medicina, de la política y de las instituciones, un uso que salve, con el mayor número de mujeres, la mayor esperanza posible de progreso, de justicia y de libertad.

Me queda poco que añadir. Sólo lo que es necesario y lo que es verdad para que no existan justificaciones para no aplicar la ley de forma igual para todos: o todos dentro, o todos fuera. Usted me entiende.

Tiene que ver con el único delito que tal vez no emerge de forma inequívoca de estas líneas: el de aborto causado. Junto con las personas nombradas, y con el médico Conciani, al que le dirijo públicamente mi cordial saludo y un agradecimiento formal. Le informo de que dese hace tres meses he enviado a la clínica de Florencia a las personas que se han dirigido a nosotros, o a mí, para interrumpir voluntariamente un embarazo. Son unas veinte. Eso es todo, Calamari.

Espero ahora, lo sabemos los dos, sus noticias. No le considero vil, hasta que no me demuestre lo contrario. La República ha hecho de Usted uno de us más prestigiosos magistrados; de nosotros, delincuentes, al igual que millones y millones de mujeres, de hombres sencillos y pobres. Usted representa a la ley republicana de los poderosos, nosotros a la esperanza socialista y libertaria, laica no violenta, de quien aprende cada día que esta justicia es violenta.

Desde estas páginas, que fueron las de Piero Calamandrei(13), así como las de Mario Pannunzio(14) y las de Ernesto Rossi, por esta compañía ideale y por la viva de los nuevos compañeros, al saludarle puedo garantizarle, señor fiscal general, que no somos nosotros los que nos avergonzamos.

Entrando en ellas, se avecina el día en el que volveremos a derrocar las cárceles de ustedes.

(1) Ernesto ROSSI: (Caserta 1987 - Roma 1967), dirigente de "Giustizia e libertà". Fue arrestado en 1930. Promotor del Movimiento federalista europeo, fue uno de los fundadores del Partido Radical.

(2) los hermanos ROSSELLI: Carlo (Roma 1899- Bagnoles-de-l'Orne, Alençon 1937). Uno de los fundadores del movimiento Justicia y Libertad (París 1929), cambatiente en España con los republicanos (1936), asesinado hybto a su hermano Nello por los terroristas de la cagoule por orden de los servicios secretos italianos. Figura de gran relieve en el antifascismo italiano en el exilio, reunió los valores liberales y la doctrina socialista, expuesta en Socialismo liberale (1928).

(3) LE MURATE: cárcel en Florencia, antes claustro de rigor.

(4) ARNO: río de Toscana que atraviesa la ciudad de Florencia.

(5) ISOLOTTO: Comunidad católica en contra del aborto.

(6) MLD: Movimiento para la liberación de la mujer.

(7) CISA: Centro de información, esterilización y abortos.

(8) Francesco CRISPI: (Ribera 1818 - Nápoles 1901). Mazziniano, participó en la revolución siciliana de 1848 y en 1860, tras haber preparado la espedición de los Mil, fue la mente política de la "dictadura" de Garibaldvi en el mediodía. Diputado de la izquierda desde 1861, en 1864 se sumó a la monarquía y fue ministro del interior con Depretis (1877-78). Presidente del consejo (1887-91; 1893-96) manifestó tendencias autoritarias y ancionmalistas; volció al irredentismo y al movimiento socialista. Autor de la triple alianza y de la expansión colonial en Etiopía. Dejó el poder tras la derrota de Adua.

(9) FORCAIOLO : partidario de los sistemas represivos de gobierno: se dio este título desde 1898 a los conservadores y moderados engreídos. Neologismo forjado por el periodista Vassallo.

(10) L.I.D. Liga italiana para el divorcio. Fundada en 1969 por los radicales, por el diputado socialista Loris Fortuna, por el diputado liberal Antonio Baslini y por distintas personalidades.

(11) LOC: Liga para la objeción de conciencia.

(12) 13 DE MAYO: liga que toma su nombre de la victoria del 13 de mayo de 1974 en el referéndum que las organizaciones clericales habían promovido para abolir el divorcio (el 60% de los italianos se pronunció a favor de mantenerlo).

(13) Piero CALAMANDREI: (Florencia 1889-1956) jurista, periodista y político. Autor de varios ensayos, fundó la revista "Il Ponte".

(14) Mario PANNUNZIO: (Lucca 1910 - Roma 1968) director (1943-47) del periódico "Risorgimento liberale" y (1949-66) de la revista semanal "Il Mondo".

 
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