Radicali.it - sito ufficiale di Radicali Italiani
Notizie Radicali, il giornale telematico di Radicali Italiani
cerca [dal 1999]


i testi dal 1955 al 1998

  RSS
mer 12 feb. 2025
[ cerca in archivio ] ARCHIVIO STORICO RADICALE
Archivio Partito radicale
ADP - 1 febbraio 1975
Fichas de documentación sobre el Partido Radical (3)
realizadas por "ADP - Archivos de documentación política".

SUMARIO: Sin pretensión alguna de ofrecer un análisis histórico y político, las fichas del Partido radical realizadas por la ADP suponen, salvando algunas imprecisiones, una base documental útil para la ubicación cronológica de los acontecimientos más importantes relacionados con el Partido radical, desde 1955 hasta 1975.

Para un análisis profundo de este periodo histórico radical utilícense los demás documentos presentes en el ARCHIVO DEL PARTIDO RADICAL y en particular "Los nuevos radicales" (1318 > 1327).

(ADP - Archivos de documentación política - La documentazione italiana Editrice, 1975)

------------

1974

Con respecto a las hipótesis formuladas en el mes de enero de 1974 por la prensa y por la que el republicano Spadolini emprendió una iniciativa parlamentaria para evitar el referéndum sobre el divorcio, el 15 de enero la Secretaría nacional del Partido radical envió al diputado Ugo La Malfa un telegrama en el que manifestaba preocupación por los rumores sobre un intento extremo de compromiso sobre el divorcio, "que ahora ya se encamina hacia la disgregación y asimismo de retraso de la campaña laica y divorcista sobre el referéndum"; en el telegrama los radicales manifestaron su perplejidad ante una iniciativa semejante la hubiese propuesto una persona como el senador Spadolini.

El 20 de enero, en un teatro romano, la liga en pro del divorcio celebró el mitin nacional de apertura de la campaña en pro de la defensa de la ley sobre el divorcio en el referéndum abolitivo.

La manifestación se celebró junto con el lanzamiento de la campaña para la recogida de firmas para la celebración de los 8 referéndums populares abolitivos de las citadas leyes "clericales, militaristas y autoritarias" promovidas por el Partido radical. En la manifestación participaron igualmente Loris Fortuna y el diputado Baslini, signatarios de la famosa ley sobre el divorcio. Tras cinco meses de vida, el periódico del Partido radical "Liberación" suspendió la publicación. La decisión, anunciada en la última edición del periódico del 30 de enero de 1975, no se debió, según los radicales, sencillamente a motivos de carácter económico, que habían obligado desde hacía algún tiempo a "Liberación" a una difusión limitada y a una periodicidad no cotidiana, sino a una preeminente voluntad de protesta. En el último número del periódico se podía leer que las publicaciones se interrumpían "para subrayar la gravedad de los ataques y de las discriminaciones de régimen contra el Partido radical, la liga para el divorc

io y el mismísimo periódico".

Mientras tanto, se celebraban en toda Italia manifestaciones a favor del divorcio: en Milán, el 17 de febrero se celebró una con la adhesión de la Liga para el Divorcio, de movimientos juveniles y estudiantiles, en la que participaron más de mil personas. Hablaron, entre otros, Loris Fortuna, Camillo Benevento, secretario provincial de la UIL, y los organizadores Pannella y Mellini.

Numerosos oradores recordaron la necesidad de celebrar una campaña capilar de ilustración de la ley, subrayando vivamente el carácter de conquista civil y de libertad de la misma. Algunos, entre ellos Fortuna, subrayaron que la ley que introducía en nuestra legislación la institución del divorcio era una ley que tutelaba un derecho y que dejaba libre la conciencia del creyente sobre el valor del sacramento. No faltaron, en algunas intervenciones, sobre todo en la de Pannella, ataques al PCI, sosteniendo que dicho Partido no estaba totalmente comprometido en la lucha para ganar el "referéndum" porque "estaba "demasiado atareado" en sacar adelante el compromiso histórico con la DC. Se siguieron produciendo ataques a la senadora comunista Carrettoni, "culpable" de haber presentado una propuesta de modificación de la ley "Fortuna Baslini", y acusada de haber proporcionado con ello "armas al adversario". El 20 de febrero, Marco Pannella fue condenado a nueve meses de reclusión, junto a los periodistas Loteta y Si

gnorini, por el Tribunal de primera instancia de la ciudad de L'Aquila, confirmando la sentencia de primer grado por difamación con respecto a Antonio Lojacono, acusador público del caso Braibanti. Las declaraciones del líder radical, tras la sentencia fue bastante crítica, desvelando entre otras cosas una circunstancia que según nuestro parecer hubiese debido aconsejar el aplazamiento del proceso. "Con este acto - declaró - se produce un episodio más de violencia de las instituciones y que se contrapone a las más elementales exigencias no sólo de justicia, sino de legalidad. Para celebrar el proceso nos vemos obligados a sufrir una defensa amputada, pues todos los defensores han documentado su imposibilidad de asistir a los imputados, por impedimentos jurídicos". El 11 de abril de 1974, en un comunicado conjunto del Partido radical y de la LID se expresó una enérgica protesta por la exclusión de ambas organizaciones de la participación en los debates televisivos "tribuna del referéndum". En el comunicado, a

demás, ambas organizaciones divorcistas declararon su propia oposición a la propuesta de proporcionar a la RAI una serie de oradores para escoger a algunos de ellos, por voluntad irreversible de la RAI, para que participasen en los debates colaterales que se iban a celebrar entre "expertos" en materia de divorcio.

En el comunicado se subrayaba igualmente que la LID y el Partido radical habían sido excluidos y sin embargo "ha tenido el derecho de participar el movimiento ultra reaccionario "Civiltá Cristiana", que tal y como es sabido está compuesto por apaleadores y gamberros, y que ha atacado al Partido radical sin posibilidad alguna de réplica".

El 19 de abril, el secretario del Partido radical, Giulio Ercolessi, y Marco Pannella de la secretaría de la LID, difundieron una declaración conjunta en la que afirmaban que la opinión pública, con respecto al estridente episodio del magistrado genovés Sossi, secuestrado por las Brigadas Rojas, debía exigir del Gobierno una intervención adecuada e inmediata para salvar y liberar al juez. "La libertad y la vida de un fascista, en democracia, para un demócrata, deben ser y son valiosas mucho más que la propia". En el comunicado se afirmaba que quien había organizado el secuestro estaba perpetuando consolidadas costumbres del régimen: "cada vez que hay algún peligro se producen estragos o muertes sospechosas y aparatosas". Y se citaban los casos de Milán de 1969 y de Feltrinelli antes de las elecciones de 1972. "La víspera del "referéndum" - proseguía el comunicado - la desaparición del magistrado de extrema derecha no puede dejar de constituir un consciente intento de inducir por lo menos a ese 70 por ciento

del electorado de la derecha nacional y a ese 30 por ciento de electores de la DC, que según los sondeos electorales son favorables al divorcio, para que vuelvan a adoptar sus posturas tradicionales". El 20 de abril, el primer secretario del Partido radical, Giulio Ercolessi, y el presidente de la LID, Mauro Mellini, enviaron al presidente Leone una carta de protesta por las "discriminaciones a las que se sometía a los movimientos en pro de los derechos civiles" a lo largo de la campaña electoral para el "referéndum" e informaron al Presidente que los 30 militantes radicales y de la LID tenían la intención de seguir su ayuno de protesta, que habían iniciado hacía cinco días, hasta que no considerase obligado recibir a los representantes del Partido radical y de la LID en el Quirinal, para poner remedio, en su calidad de garantizador de la constitución, a los atentados que se estaban produciendo contra la libertad política de las minorías radicales. La carta a Leone concluía afirmando como en 1958, en circuns

tancias análogas, el presidente Gornchi recibió a los representantes del Partido radical.

El mismo 20 de abril, iniciaron en todo el territorio nacional las operaciones para la recogida de las firmas para la celebración de los ocho "referéndums" abolitivos promovidos por los radicales. Al dar la noticia, un comunicado de los radicales aclaró que las firmas se podían presentar en las cancillerías del Tribunal y de la Jefatura, en las secretarías municipales y en los estudios notariales cuyas listas se hallaban en la sede del partido. Las manifestaciones para protestar contra la exclusión de la propaganda electoral de los medios radiotelevisivos se extendieron a Milán: aún no pudiendo contar con un gran número de militantes, la LID y con ella el Partido radical efectuaron en la capital lombarda su acción con el apoyo de todas las fuerzas de izquierda, desde el PCI hasta el PSI a los grupos extraparlamentarios que apoyaban la propaganda. Siete militantes del Partido radical, entre los que figuraba el secretario nacional, prepararon un par de mesas justo en el centro de la galería con grandes cartele

s alrededor y con un megáfono iban explicando a la gente que iba pasando por ahí los motivos de su decisión: mientras el Presidente de la República, Giovanni Leone no recibiese a una delegación del Partido radical y de la LID, no se iban a mover de ahí, o por lo menos iban a llevar a cabo una huelga de hambre a ultranza.

A principios de mayo, cuando ya faltaba poco para que venciese la fecha fatídica del 'referéndum', se dio a conocer que algunos de los exponentes de las jerarquías eclesiásticas habían sido denunciados por el secretario del Partido radical, Giulio Ercolessi, por violación del art. 98 del texto único de las leyes electorales, al "haberse decantado muy especialmente a favor de la cruzada sanfedista (1) llevada a cabo por la CEI (Conferencia episcopal italiana). De hecho, el art. 98, tal y como aclaraba un comunicado del partido - establecía que "el ministro de cualquier culto que abusando de sus propias atribuciones y durante el ejercicio de las mismas obligue a los electores a vincular los sufragios ... está castigado con una reclusión de seis meses a tres años".

Tras la ronda electoral del 12 de mayo, que asistió a la victoria de los divorcistas, el Partido radical difundió una nota en la que, subrayando que todos habían rendido homenaje a aquellos católicos que, desafiando las jerarquías y a costa de notables sacrificios, habían osado declararse abiertamente a favor del "no", se afirmaba que nadie había tenido el valor, la firmeza ni la lucidez política de proporcionar una garantía concreta y responsable para que en el piano político y civil los fermentos y las aspiraciones manifestadas por aquellos creyentes no fuesen ni absorbidas ni entregadas "a los chantajes y a la segura venganza de la jerarquía y de la Iglesia".

Pannella distribuyó en su nombre un comunicado en el que afirmaba que otras muchas luchas esperaban a su partido, y muchas de ellas las iba a tener que afrontar el Pueblo italiano "para liberarse de un régimen que en las mismas semanas en las que se preparaba este estridente fracaso se reforzó peligrosamente con la ley sobre la financiación pública de los partidos y con la compra de los últimos titulares libres del país...

La abolición de los inicuos Pactos Lateranenses y no su confirmación a través de la llamada revisión, junto con la abolición de las peores leyes militares y civiles a través de los ocho "referéndums" serán la próxima irrenunciable etapa de los radicales".

El mismo Pannella ilustró el 7 de mayo en una rueda de prensa los motivos por los que el 3 de mayo anterior había iniciado otro ayuno: el primer motivo era la petición mínima "justa y necesaria" a la RAI para que le concediesen al menos un cuarto de hora de tiempo a la LID y al PR con las garantías reconocidas a las retransmisiones electorales, y la solicitud de que se le asignase por lo menos un cuarto de hora al Padre Franzoni bajo forma de entrevista o coloquio con la prensa. Pannella dijo que iba a ayunar hasta que el Jefe del Estado no aceptase la petición de audiencia presentada desde el 15 de abril para informarlo de las graves discriminaciones y situaciones básicamente inconstitucionales que se estaban determinando. "Ayunaré - añadió Pannella - hasta que el Parlamento no cumpla su deber de tomar en consideración la ley de reglamentación del aborto presentada en febrero de 1973 por el diputado Fortuna y con esa realidad humana y social que se considera y pronunciarse al respecto". Pannella motivó su a

yuno alegando la defensa de la libertad de la información y de la línea "laica democrática antifascista" del periódico "Il Messaggero". El líder radical solicitó "garantías adecuadas e irreversibles" para evitar acabar en "graves e inadecuadas formas de censura y opresión" en detrimento del Partido radical. Pannella concluyó la rueda de prensa deseando que estas peticiones fuesen acogidas sin más demora: la experiencia así como la evidencia, demuestran que nunca hemos pretendido usar el arma débil y no violenta el ayuno para intentar obtener ventajas o privilegios. Recurrimos a ella sólo si no tenemos más remedio y para restablecer los derechos violados o negados".

"Acuso a la Audiencia provincial de Roma de haber adoptado una actitud persecutoria y política". Con estas palabras iniciaba Marco Pannella una rueda de prensa el 29 de mayo en el Palacio de Justicia de Roma. El líder radical habló la víspera de un proceso en el tribunal de lo criminal que lo acusaba de vituperio al gobierno y a las fuerzas armadas, así como de instigación a los militares a desobedecer las leyes y, genéricamente, de instigación para delinquir. Para comprender la actitud de Pannella, cabe recordar que el 21 del mismo mes, cuando se celebró la primera audiencia del proceso, el abogado De Cataldo, en calidad de defensor solicitó en vano la citación de muchos testigos importantes como la de Fanfani, Pertini etc. En dicha ocasión, Pannella entregó a los periodistas un documento dirigido al Tribunal en el que se anticipaba su actitud procesal para rebelarse contra dicha situación: puesto que el Tribunal ha rechazado la solicitud de los testigos que tenía por objeto reavivar a los jueces la atmós

fera de 1972 (a la que se refería los términos de la acusación), el proceso ya no tenía razón de ser, pues representaba un acto de "violencia pública", pretendiendo aplicar la eventual sentencia de condena sin presentar apelación.

Pero el proceso fue suspendido: el Tercer Tribunal de lo criminal, acogiendo una instancia de la defensa, ordenó la transmisión de las actas al despacho del acusador público para que averiguase si existían los elementos para la consideración de la acción penal a cargo de los miembros de la dirección del Partido radical quienes habían declarado en la audiencia anterior ser autores junto a Marco Pannella de todos los escritos incriminados. (Las acusaciones de vituperio a las distintas instituciones recaían sobre Pannella puesto que fueron perpetradas en algunos artículos publicados el 29 de marzo de 1972 en "Noticias Radicales", el periódico del partido del que era responsable). La lectura del ordenamiento fue acogida con aplausos por parte de los muchos radicales presentes. Al término de la audiencia, Pannella declaró que el significado político de una "decisión judicial tan excepcional" estaba claro: la Audiencia provincial de Roma había instituido el procedimiento por motivos políticos y, según el líder rad

ical, de manera incomprensible desde el punto de vista técnico y jurídico. "Por consiguiente, presentaremos una denuncia ante el Consejo superior de la Magistratura para que se indague y se averigüe si no existen acusaciones de graves incompetencias profesionales en la realización de esta iniciativa".

El 2 de junio, fiesta de la República, como es habitual los radicales organizaron paralelamente al tradicional desfile de las Fuerzas Armadas una manifestación, que consistía en lanzar octavillas en las que se protestaba por el hecho de que "la celebración de una República basada en el trabajo" se celebrase con un desfile militar. Esta fue la primera vez que una manifestación radical acabó con arrestos. En general, la policía se había limitado a detener a los jóvenes que repartían octavillas; sin embargo, en 1974 fueron arrestadas seis personas por delito de vituperio a las Fuerzas Armadas, que entre otras cosas fueron puestas inmediatamente después en libertad provisional, no se sabe si por que estaba de buenas el policía de turno o por la sentada inmediata de protesta efectuada por Pannella y sus secuaces ante la jefatura central para solicitar que soltasen a los detenidos.

Episodios parecidos se produjeron en otras partes de Italia. El secretario del Partido radical, Giulio Ercolessi, el 17 de junio denunció ante la Audiencia General a algunos carabineros que habían arrestado el 9 de junio en Trieste, durante una manifestación antimilitarista, al miembro Del Comité Central del partido, Marino Busdachin, y a otros tres pacifistas que estaban repartiendo octavillas. Según los radicales, los Carabineros habían "atentado" contra un derecho político concreto, garantizado por la Constitución, al impedir a cuatro pacifistas parados que difundiesen octavillas; Giulio Ercolessi manifestó su intención de constituirse en parte civil en nombre de la secretaría nacional del Partido radical.

Comentando los resultados de las elecciones en Cerdeña (cfr. Actividad política), el 18 de junio la secretaría del Partido radical subrayó que "el fuerte giro hacia la izquierda que se ha producido en las elecciones sardas es una prueba más del potencial de alternativa democrática y socialista que existe en el país". Los radicales afirmaron que era innegable la estrecha relación existente ente el éxito del "NO" que se había producido el 12 de mayo en Cerdeña y las elecciones regionales. Junto al consistente aumento, para los radicales, registrado en el PCI, en el PSI y en el PSDI, otro dato significativo de dichos resultados consistía en el hecho de que los partidos laicos en su globalidad se instalaron electoralmente por vez primera en la historia de Cerdeña en un porcentaje alcanzado con los votos del "referéndum", "con leves e insignificantes diferencias".

El 26 de enero de 1974, Pannella celebró una rueda de prensa para ilustrar los motivos que le habían impulsado a iniciar hacía 51 días una huelga de hambre. Recordó que habían sido rechazadas las peticiones de la LID de participar en los debates que se habían desarrollado en televisión con motivo de la campaña para el referéndum; lamentó que sólo algunos órganos de la prensa hubiesen informado sobre las iniciativas de las que los radicales habían sido promotores en esos últimos años. Dijo además, que tuvieron que pasar 78 días desde que presentó su petición para que el Presidente de la República decidiese recibir a los radicales y a la LID en una audiencia. Pannella anunció asimismo el propósito de solicitar a la nueva propiedad del periódico "Il Messaggero" garantías sobre la efectiva "confirmación de la línea laica" del periódico. "Pedimos - dijo - un documento concreto de garantía en dicho sentido que someteremos a lo largo de los próximos días al comité de redacción, para eventuales correcciones, y poste

riormente a nueva propiedad, es decir a la Montedison, por lo que se sabe; solicitaremos la publicación integral del documento y de un comentario de tres páginas por parte de la LID y del Pr en el periódico".

Pero Pannella se quedó muy decepcionado en lo que se refería a la audiencia con el Jefe del Estado: un comunicado del Quirinal informó ese mismo día que la audiencia había sido anulada. La reacción de los radicales fue inmediata. Estos definieron "inexplicable" la actitud del Quirinal. A pesar de ello, al día siguiente, una delegación del partido se presentó lo mismo a la audiencia, alegando que la anulación no había sido comunicada oficialmente ni al Partido radical ni a la LID, ni por carta ni con telegrama. La delegación estaba formada por Angiolo Bandinelli, Liliana Ingargiola, por Gianfranco Spadaccia y Roberto Cicciomessere en representación del Partido y por Mellini, De Cataldo, De Marchi y otros en representación de la LID. Al no ser recibida, la delegación entregó a la secretaría del Quirinal una carta de protesta. A este propósito, la Secretaría nacional del Partido radical convocó el Comité central, para dar una "respuesta adecuada a la iniciativa del Presidente".

Y el 29 se desarrolló dicha sesión extraordinaria del Comité Central. En dicha ocasión, entre la Presidencia de la República y "los no violentos" la polémica adquirió un tono cada vez más recio. Spadaccia afirmó que era falso que la audiencia fantasma hubiese sido concedida a título personal, tal y como afirmaba el Quirinal, puesto que no resultaba en ninguna comunicación oficial. Sin embargo, lo que si era cierto era que la audiencia había sido fijada por Mellini y Ercolessi, el primero perteneciente a la LID, y el segundo al Partido. Elena Croce, la hija del filósofo, por voluntad personal, había hecho de todo para que los radicales obtuviesen la entrevista desde hacía algunos meses. El secretario general de la Presidencia, Picella, según Gianfranco Spadaccia, le contestó que el Presidente estaba dispuesto a recibir a Marco Pannella, confiando en convencerlo de que dejase el ayuno. Al aclarar el por qué del rechazo a dicha entrevista, el servicio de prensa del Quirinal aclaró que el rechazo de Leone se deb

ía a la imprevista y autónoma decisión de enviar una delegación oficial a una audiencia que había sido concedida a "título personal" exclusivamente para Ercolessi y Mellini. "Mellini y Ercolessi - declaró Spadaccia - no tenían nada personal que contarle al Presidente". La delegación pretendía ilustrar al garantizador de los derechos de las minorías la problemática de los no violentos: aborto, proyectos de ley que desde hacía años se iban empolvando en el Parlamento, el voto a los mayores de dieciocho años, los escándalos encubiertos, etc...

El Comité central del Partido radical volvió a reunirse el 6 de julio, y puntualizó la cuestión de las batallas que el grupo estaba llevando a cabo, apoyado por los ayunos de Pannella y por otros cuarenta militantes. El secretario Spadaccia subrayó el apoyo del Partido Socialista a las iniciativas radicales, e invitó a desarrollar acciones comunes; "por lo que se refiere al problema del aborto - añadió - se registran disensos en el seno de todos los partidos. Por lo demás, la voz radical empieza a recibir apoyos. Por ejemplo, Pannella lanzó hace días la propuesta de recrudecer las condenas para los exportadores de capital, y la Democracia Cristiana entonces sí se pronuncia al respecto. Y no sólo eso sino que además, desde hace trece días se ha reanudado la actividad parlamentaria".

Según Marco Pannella, que había llegado al 65 día de ayuno (parece que iba tirando con vitaminas y cafés con leche, concretamente cuatro al día), era el momento de intensificar las iniciativas porque si los órganos de los partidos se mostraban disponibles sobre ciertos temas, no existía la voluntad política de resolverlos. "Lo que nosotros pedimos - decía - no lo queremos inmediatamente. Por el momento pretendemos que con respecto al problema del aborto se fije el debate parlamentario; que para el voto a los mayores de dieciocho años antes de finales de año se apruebe el proyecto de ley; que la actividad parlamentaria y las leyes que lo regulan se respeten". Pannella añadió que faltaba poco para el 6 de julio, y que a finales de mes las Cámaras se iban de vacaciones. El Partido radical intensificó en esos días su acción con mítines y otras iniciativas, una de ellas la de la recogida de firmas para un noveno referéndum: el de la abolición de la ley sobre la financiación pública de los partidos.

Asimismo, Pannella informó que iba a solicitar ser recibido por el Jefe del Estado: "esta vez solicitaremos a cuarenta exponentes del mundo de la cultura que firmen la petición junto a nosotros. A ver si la rechazan de nuevo. Presentaremos a Leone un libro blanco, con un capítulo dedicado a la Presidencia de la República.

Finalmente a las 18 horas del 18 de julio, el Presidente de la República italiana, Giovanni Leone, recibió a Marco Pannella en privado.

A lo largo del coloquio, que duró cuarenta y cinco minutos, Pannella recordó al Jefe del Estado la necesidad de recibir a los representantes del Partido radical y a los de la LID para un intercambio de opiniones. Sobre la conversación, el Partido radical declaró que el Presidente, tras haber manifestado su aprecio e interés por el compromiso civil de Pannella, le comunicó que no podía conceder una audiencia a los representantes del partido y de la lid pues no se lo permitía una praxis que se venía llevando a cabo desde hacía varios decenios, praxis que diferenciaba a las fuerzas políticas presentes en el Parlamento de las demás.

Al término de al audiencia en el Quirinal, Marco Pannella, en una declaración expresó su agradecimiento al Jefe del Estado y la constatación sobre la imposibilidad del Presidente de interrumpir la citada praxis que se venía realizando desde hacía varias décadas sobre la cuestión de las audiencias. Praxis que Pannella recordó que ya había sido criticada por todo el mundo, y a la que los radicales y la LID oponían objeción de principios que en la práctica se convertía en la confirmación de la solicitud de audiencia. "La situación - concluía Pannella - es la siguiente: un disentimiento en la claridad y en el respeto mutuo".

Ese mismo día por la noche, Pannella apareció en la pequeña pantalla participando en el debate, aprobado por el comité para las directrices culturales de los programas radiotelevisivos, sobre el derecho de familia. Sin embargo, la RAI no retransmitió dicho debate, y la LID preparó un comunicado de protesta. "Precisamente durante un coloquio con el director general de la RAI, el Sr. Bernabei, Pannella había recibido garantías de que no sólo la oficina de prensa iba a desarrollar normalmente su función de informar en esta ocasión, sino que considerando la importancia y la seriedad del tema hubiese debido ser movilizado de forma adecuada y no como mera rutina".

Derogando una costumbre consolidada durante hacía diez años de compromiso en la "marcha antimilitarista" que desde el 25 de julio al 4 de agosto de cada año se había desarrollado desde Milán a Vincenza y que últimamente se venía desarrollando desde Trieste hasta Aviano, el partido radical y la LOC (Liga de objetores de conciencia) decidieron trasladar en 1974 la manifestación a Roma. Las "diez jornadas contra la violencia", tras y como fueron definidas por los organizadores de la manifestación, fueron dedicadas cada una de ellas a una batalla civil distinta con la que los radicales se proponían llamar la atención de las fuerzas políticas y sociales del país. El programa completo preveía la jornada contra la violencia de la Iglesia, del Ejército, de la policía, de la justicia, de los patrones, de la falsa información y contra la violencia hacia los jóvenes, las mujeres y la sexualidad libre, Durante las "diez jornadas", a las que se sumó también el Partido Socialista Italiano, los radicales intentaron enviar

el mayor número posible de jóvenes a las calles romanas para recoger adhesiones a los ocho referéndums que se proponían celebrar.

El 1 de agosto empezaron mientras tanto las entrevistas de la delegación del Partido radical y de la LID con los secretarios de los partidos políticos. Franco De Cataldo (LID) y Spadaccia (Pr) fueron recibidos por el secretario del PSDI, Flavio Orlandi, y ese mismo día por la tarde, por el secretario del PCI, Berlinguer. "Hemos querido entrevistarnos - declararon Spadaccia y De Cataldo - para que los partidos se diesen cuenta directamente de su responsabilidad ante la necesidad de fijar concretamente el debate parlamentario sobre la ley sobre el derecho de familia y la del derecho al voto para los mayores de dieciocho años". El 2 de agosto, los radicales solicitaron oficialmente, con una serie de telegramas, la inmediata destitución o suspensión de su puesto del director general de la RAI-TV, Ettore Bernabei, y de los demás altos dirigentes de dicha entidad. Asimismo, se decidió presentar contra los representantes de la RAI "una denuncia por estafa y por omisión de su deber en calidad de encargado de un serv

icio público, y una instancia para que se adoptasen sin más demora medidas de urgencia y de previsión".

La destitución de los dirigentes de la RAI estaba justificada, según los radicales, por las sentencias del Tribunal Constitucional, que precisamente se produjeron en esos días, que habían confirmado que "desde hacía por lo menos diez años, la RAI-TV se movía en el terreno de las violaciones de los derechos-deberes constitucionales de la información y contra los derechos fundamentales del ciudadano". La situación estaba volviéndose insoportable - añadían los radicales, puesto que mientras toda la prensa nacional y gran parte de la extranjera daban gran relieve a las iniciativas de lucha del partido y de la LID, la RAI-TV había practicado una censura cada vez mayor desde el punto de vista de la información, "una total desinformación a nivel de los servicios periodísticos y de cualquier otro sector".

El 7 de agosto, Marco Pannella envió a Agnelli, a Cefis y Girotti un telegrama para solicitarles una entrevista, advirtiendo, entre otras cosas, que si no se sumaban a su petición iba a seguir ayunando a ultranza, (hacía ya muchos días que estaba en ayunas). En el telegrama estaba escrito que las más destacadas autoridades del Estado habían acogido desde hacía tiempo las peticiones de audiencia de Pannella, y que se habían celebrado encuentros con los más destacados exponentes de los partidos democráticos, los cuales se habían identificado con las reivindicaciones presentadas por los radicales y que atañían asuntos de su competencia. "Comprendiendo que la responsabilidad del poder económico en Italia - decía Pannella en su telegrama - especialmente en lo que se refiere a usted, son a menudo los más altos y formales poderes del Jefe del Estado y del Gobierno. Precisamente por ello, deseo entrevistarme con usted en nombre del Partido radical y de la LID".

Con respecto a los contactos con los exponentes de los partidos políticos, el 12 de agosto, las delegaciones del Palazzo Madama por los representantes de los grupos parlamentarios de la DC, del PCI, del PSI y del PSDI. A lo largo de los coloquios, los exponentes radicales subrayaron la necesidad de una rápida discusión y aprobación de las propuestas de reforma del derecho de familia y de las relacionadas con la extensión del derecho al voto a los mayores de dieciocho años. Tal y como se informó con un comunicado al grupo de la DC, las delegaciones fueron recibidas por el presidente de los senadores, Bartolomei, por el vice secretario del partido, Ruffini, y por la senadora Falcucci, delegada femenina de la DC y responsable del grupo para la Comisión de Justicia; se entrevistaron con los senadores comunistas Gigilia Tedesco, Lugano y Petrella; con los socialistas Zuccalà, presidente del grupo, y los senadores Rossi y Talamona; con el grupo socialdemocrático se entrevistaron con su presidente, el senador Arios

to: las delegaciones se entrevistaron también con la vicepresidenta del Senado, Tullia Carrettoni.

El 17 de agosto, al cabo e casi cien días de lucha no violenta, Pannella quiso hacer un balance, en una rueda de prensa que se celebró en la sede del Partido radical, de las iniciativas radicales. Pannella, que finalmente había suspendido tras 94 días exactos su huelga de hambre, afirmó haber dejado de ayunar tras haber constatado que se habían "logrado básicamente" los objetivos que el Pr y la LID se habían propuesto.

"A lo largo de estos tres meses - subrayó el exponente radical - la prensa y la televisión han dedicado a las acciones del movimiento en pro de los derechos civiles el triple de espacio que el que habían dedicado a lo largo de la década que va del año 63 hasta el 74.". Pannella subrayó el valor especial que cobró su encuentro con el Presidente Leone."Si el Presidente - especificó - no ha considerado oportuno modificar una praxis que no le permite recibir en audiencia a los representantes de las minorías políticas, ha renovado el respeto a esta tradición, recibiendo para una consulta política a un ciudadano privado". He aquí la lista de los objetivos alcanzados tras el largo ayuno de protesta, en el que estuvieron comprometidos no sólo Pannella sino también numerosos militantes. Aborto: el Presidente de la Comisión de Sanidad en al Cámara se comprometió a finalizar el examen en la Cámara antes de un año.

Derecho al voto para los mayores de dieciocho años: todos los grupos políticos del Senado se comprometieron a finalizar antes de octubre el debate y la votación sobre dicha ley, que inmediatamente después iba a ser asignada a la comisión competente de la Cámara.

Derecho de familia: La DC en su encuentro con la delegación radical excluyó categóricamente" toda voluntad obstruccionista y aceptó las sugerencias para una aceleración de la discusión en la comisión. En cuanto a la RAI-TV, Pannella mientras confirmó la marcha de protesta en programa para el 20 de septiembre, recordó el acuerdo alcanzado para la atribución a la LID de un "espacio televisivo" con una duración de media hora en total así como el compromiso de realizar un reportaje sobre el disentimiento católico (Padre Franzoni y otros "marginados"). En otoño iba a iniciar la campaña para la no colaboración y la huelga fiscal.

Pannella llegó a la conclusión de que la acción no violenta era el único instrumento de lucha eficaz a disposición de las minorías. Con respecto a la estrategia del movimiento para los derechos civiles, el líder radical recordó que se podía resumir de la siguiente manera: transformar toda vejación en elemento de enfrentamiento político; restaurar la legalidad republicana cada vez que se viole.

A finales de agosto, el secretario nacional de la LID, Marco Pannella, dio a conocer en una intervención publicada por el "Corriere della Sera" los resultados de dos sondeos efectuados por Demoskope por iniciativa del Partido radical.

El 85% de los interrogados considera que el proyecto del Partido radical sobre los "ocho referéndums" contra el Régimen "era un proyecto político de gran ayuda para el funcionamiento democrático de las instituciones, y en particular del Parlamento"; el 78% estaba a favor de la abolición de las leyes del concordato; el 82% a favor de la abolición de las leyes del código penal. El 89% de las de los códigos militares; el 75% de las de la prensa. Se trataba de una nueva prueba, tras la publicación de los sondeos sobre el aborto, de que, tal y como se había dicho en un comunicado del Partido radical, la política radical sobre los derechos civiles obtenía en el país una mayoría mucho más vasta que la del 13 de mayo.

Con respecto a esta política, el PR y la LID dirigían un llamamiento a toda la izquierda para que se identificase con dicha política como alternativa al régimen.

El segundo sondeo revelaba que el 25 de julio, sólo el 6% de los italianos había declarado estar al corriente de la existencia del Partido radical, y el 80% de la de la LID. A pesar de ello, el 3,9% de los interpelados declaró que si el Partido radical se presentaba lo iban a votar "probablemente o sin lugar a dudas". Entre ellos, el 12% eran electores de la DC, el 10% de la derecha nacional, el 10% del PLI, el 9% del PRI, el 8% del PSDI, el 17% del PCI, el 8% declaró que no iban a votar o que votarían en blanco, mientras el 9% eran nuevos electores.

En su intervención en el "Corriere de la Sera", el secretario nacional de la LID subrayó que tal y como estaba la situación, los electores radicales en potencia serían más numerosos que los del PRI o del PLI, pero que para una alternativa al régimen era de desear que toda la izquierda elaborase un programa común de gobierno incluyendo las reivindicaciones del movimiento de los derechos civiles, usando totalmente, tal y como el Partido radical y el país requerían, el instrumento democrático de los referéndumes populares.

El 4 de septiembre, con sus pancartas de protesta debajo del brazo, tres no violentos, guiados por Marco Pannella, lograron que les recibiese el diputado Umberto delle Fave, presidente de la RAI-TV. El encuentro tuvo lugar en la sede de la RAI, en Roma. La entrada de la delegación, compuesta por Pannella, Maria Costanza Lopez (Movimiento de liberación de la mujer) y por Cicciomessere y Baldasarri (Partido Radical), había sido precedida por una manifestación de "no violentos", que protestaban contra la orden del juez de primera instancia de Roma que, según ellos, negaba al usuario el derecho a pretender de la RAI-TV, la objetividad de la información, la imparcialidad en la representación de las ideas y la apertura a todas las corrientes de pensamiento. Un periodista se había dirigido al magistrado para obtener una medida (con carácter de urgencia) contra dicha entidad acusándola básicamente de no haberse adecuado a la reciente sentencia del Tribunal Constitucional sobre las transmisiones radiotelevisivas. El

recurso había sido rechazado.

La entrevista con Umberto delle Fave, apoyado más tarde por Ettore Bernabei, duró aproximadamente dos horas. EL presidente de la RAI escuchó las razones expuestas por la delegación: desde el aborto, hasta el voto a los mayores de dieciocho años, pasando por el derecho de familia. Era indispensable, sostenían los radicales, que la RAI-TV afrontase el delicado tema con reportajes completos y objetivos. Según los radicales, era indispensable que la RAI_TV afrontase los temas con reportajes completos y objetivos. Delle Fave, admitió que la RAI iba a hablar de todo ello pero no fijó una fecha concreta. En ese preciso instante Delle Fave llamó a Ettore Bernabei, ante la presencia del director general, Marco Pannella elevó su protesta por el "folletín policíaco" que servía de fondo a los quince minutos de vídeo que poco tiempo atrás había logrado que rodase dicha entidad. Se habló de un fraudulento cambio de programa, incluyendo el programa en el que aparecía Pannella, para no provocar una polarización de telespect

adores hacia la oratoria sobre el tema del "ayuno". Para los radicales fue sencillo: bastó no anunciarlo a los periódicos. En efecto, pocos fueron los espectadores que tuvieron la oportunidad de escuchar a Pannella. A pesar de que la oficina de prensa de la RAI comentase: "Ha sido un encuentro normalísimo y sereno", los radicales comunicaron que no tenían ninguna intención de renunciar a su "Marcha" a la RAI, prevista para el 20 de septiembre.

Mientras tanto, ese mismo 4 de septiembre, la secretaría nacional radical, preparó para los días 1, 2, y 3 de noviembre en Milán, el Congreso nacional del Partido. Comentando el episodio de la RAI, tal y como informaba un comunicado, el Comité central del Partido radical "ha ratificado los compromisos adquiridos, para imponer contra la violencia de las instituciones por parte del régimen ya no sólo contra las minorías sino contra los ciudadanos en general, la restauración de la legalidad en el campo de la información pública y de la televisión".

Y, tal y como había sido prometido, la tarde del 20 de septiembre tuvo lugar la anunciada "marcha a la RAI-TV". Aproximadamente unas cuatrocientas personas, precedidas de un conjunto de jazz subido en lo alto de un camión, entonando algunos fragmentos musicales, se detuvieron algunos minutos en primer lugar en la calle Via del Balbuino, sede del periódico, lanzando sloganes y ondeando numerosos carteles con los que se incitaba a la reforma de la RAI y se solicitaba la abolición del monopolio radiotelevisivo en Italia. Al poco tiempo, los "marchadores" (además de los líderes radicales se hallaban presentes el sindicalista Camillo Benvenuto y Marco Pannella de la LID) se trasladaron a la sede de la dirección general que se halla en la calle Viale Mazzini. Algunos oradores hablaron desde un palco que habían montado por la mañana. La manifestación se disolvió en el más completo orden.

La marcha puso punto final a las dos jornadas de lucha unitaria - según rezaba en un comunicado radical - lucha por una información democrática, por la constitucionalidad y la lealtad de la información pública, en apoyo a la reforma de las estructuras y de la gestión de la RAI-TV . "La sentencia del Tribunal Constitucional - explicaron los organizadores - ha proclamado solemnemente la ilegalidad y la inconstitucionalidad de la información radiotelevisiva, de la misma manera que ha sido impuesta al país desde hace diez años por la RAI-TV".

En Turín, ese mismo día, algunas decenas de simpatizantes del Partido radical y otros grupos minoritarios participaron en una manifestación de "protesta contra la administración anterior de la RAI-TV y contra la actual, "encerrándose simbólicamente" y sólo durante media hora en el vestíbulo de la sede administrativa de la RAI que se halla en la calle Via Cernaia.

A pesar del crescendo de iniciativas, los radicales se llevaron una gran decepción cuando no lograron recoger las 500.000 firmas necesarias para promover los ocho referéndums sobre los derechos civiles programados en su día. De hecho, el 30 de septiembre venció el plazo para presentar ante el Tribunal supremo de casación las firmas de los solicitantes de los ocho "referéndums". El número de firmas era menos de la mitad de las requeridas. El 24 de septiembre, Angiolo Bandinelli trató el tema de la iniciativa radical afirmando que siempre que los radicales habían sido capaces de poner en marcha una organización para recoger firmas, la respuesta popular había sido masiva e inmediata. El número de las repeticiones de referéndumes, según Bandinelli, no fue óbice para la recogida de adhesiones sino, al contrario, facilitó la operación: aproximadamente el 90% de los signatarios firmó todas las peticiones de referéndumes. "Hemos hallado a lo largo de esta campaña - dijo - dificultades y obstáculos de todo tipo: difi

cultades y resistencias de carácter político, como el abandono de la campaña por parte del "Manifesto", del PDUP, y de Lotta Continua, que nos habían asegurado en repetidas ocasiones su adhesión; la hostilidad declarada del PCI y, durante el referéndum sobre el divorcio, también del PSI, y la consiguiente cerrazón de las fábricas ante nuestra iniciativa - continuó Bandinelli - a pesar del apoyo de la mayoría de los sindicalistas de la UIL en todos sus elementos. También hemos tenido que sortear obstáculos de carácter institucional, empezando por la dificultad para sacar compulsas en la recogida de firmas, y por último - concluyó Bandinelli - el comportamiento de la RAI que ha tratado la iniciativa radical de la más absoluta censura".

El 13 y el 14 de octubre se reunió en Comité Central del Partido radical, última reunión antes del Congreso nacional realizado para el mes de noviembre. Los temas del debate, introducido por un informe del secretario nacional Gianfranco Spadaccia, fueron la grave crisis política y las determinaciones que el Congreso debía adoptar.

Interviniendo en el debate, Mauro Mellini dijo que con el referéndum del 12 de mayo, el país en su gran mayoría había demostrado que deseaba poner punto final a una época iniciada el 18 de abril de 1948. "La auténtica causa de la crisis - dijo - estriba en la contradicción entre las exigencias de alternativa maduradas en nuestro país y la aparente imposibilidad de darles una salida política consecuente. De la crisis no se sale sin plantear el problema surgido de esta contradicción".

A lo largo del debate se produjo una gran convergencia - tal y como afirmaba un comunicado radical - por parte de todos los que intervinieron al considerar los derechos civiles y el instrumento institucional de los referéndums como un terreno de enfrentamiento y confrontación política en el que la izquierda debía afrontar la DC y todo el ala "clerical-fascista". De no producirse dicha confrontación se hubiesen debilitado las luchas sociales y las iniciativas parlamentarias.

Una de las primeras confrontaciones surgió con motivo de las estrategias que el partido debía seguir: Giulio Ercolessi, ex primer secretario del partido, dijo que el Congreso debía reimpulsar la recogida de firmas para los ocho referéndumes, lanzando al mismo tiempo una campaña nacional para la abolición de la financiación pública de los partidos.

Franco De Cataldo propuso que el Partido radical continuase con la política de los derechos civiles y iniciativa de los referéndumes buscando el acuerdo y la más amplia convergencia posible con las fuerzas laicas y en particular con el PSI y el PCI.

Según Roberto Cicciomessere, por el contrario, la crisis del régimen no permitía tiempos largos ni iniciativas intermedias sino que exigía una respuesta política general por parte de toda la izquierda. El Partido radical debía proponer, sin abandonar sus propias iniciativas, una confrontación con los demás partidos de la izquierda que permitiese crear los cimientos necesarios para la realización de un programa y de una alineación alternativa a la Democracia Cristiana. A falta de ello, el partido debía movilizarse desde ese momento para presentarse autónomamente a las elecciones políticas considerando la posibilidad de que se produjesen elecciones anticipadas.

Como conclusión de los trabajos, el Comité Central aprobó un documento en el que se decía entre otras cosas que "la actual crisis de gobierno corre el riesgo de traducirse en un ulterior motivo de parálisis del Parlamento, de sus funciones de control y de su actividad legislativa". El documento añadía que "a la crisis económica y política cabe añadir, por voluntad de la DC, una crisis institucional y legislativa que no puede ser agravada recurriendo a las elecciones anticipadas" y que "ante esta hipótesis, los partidos de la izquierda no deben esperar pasivamente, tal y como sucedió en 1972, una eventual decisión del Jefe del Estado de disolver las Cámaras, sino que deben desarrollar inmediatamente la lucha para la transición de las reformas, para que quede bien claro que quienes desean impedir que se produzcan es la misma fuerza política que ha permitido a lo largo de estos años que se agravase la crisis económica. La victoria del 13 de mayo no puede acabar ahí".

Los trabajos del XIV Congreso del Partido radical, que iniciaron el 1 de noviembre de 1974 y finalizaron el día 4 con la decisión, que posteriormente se ratificaría por mayoría absoluta por el Comité Central, de presentar listas electorales radicales a las primeras elecciones. El Partido radical se pronunció igualmente a favor de impulsar de nuevo la celebración de los referéndumes abolitivos.

No todos los radicales estuvieron de acuerdo con la participación del partido en las elecciones. En contraposición a la moción de Spadaccia y Bandinelli, se presentó otra moción (firmada por Palazzo, Castiglione y Colombo) contraria a la presentación de listas electorales. La primera moción fue aprobada con 156 votos a favor, 19 en contra y 32 abstenciones. Transformada en enmienda que solicitaba la convocatoria de un congreso extraordinario para la eventual participación del partido en las elecciones, la moción de Palazzo, Colombo y Castiglioni fue rechazada. Una tercera moción presentada por Sonnini y Mancini, fue retirada tras haber recibido de Spadaccia y Bandinelli "la garantía política" de que sería la mayoría absoluta del nuevo Comité Central la que decidiese si se presentaban las listas o no.

A propósito de las elecciones inminentes, y en particular ante la posibilidad de que se produjesen elecciones anticipadas, la moción Spadaccia-Bandinelli comprometía a los órganos del partido, a las asociaciones radicales y a cada uno de los militantes a movilizarse desde ese preciso instante para la presentación de listas radicales. "Si en el seno de la izquierda no se producen una serie de hechos nuevos, si no se ponen en movimiento dinámicas innovadoras y alternativas determinadas por la moción, el partido radical no podrá eludir su deber de dar, desde el punto de vista electoral, aportando su iniciativa al seno de las instituciones parlamentarias, una expresión política concreta a las apremiantes exigencias de la democracia italiana".

Afirmando que "el primero de los derechos civiles que hay que conquistar y poner en práctica es el del derecho a celebrar referéndumes", la moción ratificó la validez del "proyecto de referéndum abolitivo aprobado por el congreso anterior que el pasado año se intentó llevar a cabo", y dio mandato a los órganos dirigentes del partido para que especificasen las "modalidades de lanzamiento a lo largo de 1975, con las modificaciones pertinentes". El documento conclusivo del congreso dirigió a este respecto "un llamamiento a todas las fuerzas democráticas, políticas y sindicales, parlamentarias y extraparlamentarias, para que comprendiesen la importancia de esta iniciativa, como momento de movilización desde la base de una vasta participación popular en el proceso de democratización del Estado, para evitar que se repitan los errores cometidos en dos ocasiones en el pasado de obstaculizar y boicotear su realización".

Ilustrando los puntos más destacados de la moción, Spadaccia sostenía entre otras cosas que la construcción de una "gran fuerza socialista y libertaria es la condición indispensable para llevar a cabo una política de alternativa democrática de izquierdas". El Partido radical - añadió el secretario - reforzando sus propias estructuras, intenta dar su propia contribución autónoma a la perspectiva de esta nueva construcción unitaria, no con una acción de agitación que sirva sólo de presión con respecto a los partidos parlamentarios, de la izquierda y de los sindicatos, sino promoviendo y desarrollado nuevas luchas de libertad y de liberación, convirtiéndose en punto de referencia y de coordinación federativa de los nuevos movimientos libertarios, democráticos y socialistas nacionales y locales, trabajando para crear nuevas condiciones de democracia y para hallar salidas políticas e institucionales adecuadas". El día anterior había hablado Marco Pannella, secretario de la LID, quien, además de ilustrar los objet

ivos del nuevo movimiento político "Liga 12 de mayo" para los derechos y las libertades civiles que él mismo constituyó, hizo un examen de la situación política nacional e internacional desde el punto de vista radical. Pannella sostuvo que se estaba produciendo una "intentona de estafa ideológica" puesta en práctica por el capitalismo que estaba atravesando un momento de profunda crisis en todas partes pero muy esencialmente en Europa. "Se afirma - dijo el secretario de la LID que la crisis de Europa ha sido provocada por los jeques que han aumentado el precio del petróleo. La verdad es otra, porque el aumento de los precios de los productos energéticos es la fuente de ulteriores beneficios para las sociedades multinacionales y americanas que de esta manera y teniendo por el mango otras fuentes de energías están convencidas de que mantendrán su poder en el mundo durante varias décadas más". Luego criticó todo lo que se hizo en Italia en los años anteriores en los sectores de la energía nuclear y la petroquím

ica, "impidiendo - dijo - configurar un mercado europeo que las sociedades multinacionales y americanas temen".

Tras afirmar que en los años 50 la DC había "fascistizado" el ejército, Pannella criticó las posturas adoptadas por los partidos la víspera del 4 de noviembre. "Cuando todos los partidos declaran que el ejército es sano - afirmó no puedo dejar de pronunciarme contra esta falsedad porque no conozco a un sólo general o coronel que haya confirmado su fidelidad a la constitución republicana y que haya condenado a los militares golpistas".

Refiriéndose al informe del Congreso del secretario del partido, Gianfranco Spadaccia, Pannella estuvo coincidió en la necesidad de volver a proponer los ocho referéndumes. Tras haber aprobado la indicación del congreso de llevar a cabo una huelga nacional de estudiantes para reivindicar el derecho al voto a los dieciocho años, Pannella afirmó que era menester organizar la desobediencia civil de los propietarios de los pequeños apartamentos para que no se viesen obligados a pagar una gran cantidad "puesto que el Vaticano no paga los impuestos inmobiliarios".

Pannella habló asimismo del movimiento recientemente formado por él, aclarando que cuando acabase el Congreso radical iba a dar "un paso definitivo" y que iba a difundir un manifiesto. "Nuestra batalla - dijo - será una batalla unitaria de la izquierda para realizar una gran movimiento socialista en pro de las libertades civiles.

El 5 de noviembre, la secretaría nacional del Partido radical expresó, en un comunicado, "su desacuerdo con las formas y los contenidos con los que la izquierda parlamentaria ha participado en las celebraciones del 4 de noviembre". Según los radicales "las recientes revelaciones sobre los intentos de golpe" demostraban que las Fuerzas Armadas "seguían estando contaminadas por grupos antirrepublicanos", por lo que era menester realizar un "profundo saneamiento" de las estructuras militares, saneamiento que no podía resolverse simplemente en los altos órganos sino que debía prever formas de control y participación democrática de todos las personas pertenecientes a las Fuerzas Armadas.

El comunicado de los radicales concluía sosteniendo que la postura de las fuerzas republicanas y democráticas que "han justificado su presencia en las celebraciones del 4 de noviembre con la insignia de la exaltación de las Fuerzas Armadas sosteniendo que son totalmente fieles a la República", corría el riesgo de debilitar "aquellos sectores de las Fuerzas Armadas, soldados, cabos y sargentos que luchan por una fuerte democratización y control político de las mismas a partir de la conquista de las libertades civiles constitucionales y sindicales, y las militares, que a partir de una clara propuesta democrática son recuperables para la fidelidad republicana". El 9 de noviembre los radicales invitaron a todas las fuerzas de la izquierda a celebrar de forma unitaria una jornada nacional (el 30 de noviembre) a favor del derecho al voto de los mayores de dieciocho años. La invitación, que partió del secretario del Partido radical, Gianfranco Spadaccia, estuvo dirigida a las federaciones juveniles del PSI, del PCI

y del PRI, al PDUP, a los grupos de Avanguardia operaia y Lotta Continua, y preveía manifestaciones en Milán, Florencia, Roma, y en la medida posible en otras ciudades. El comunicado que daba la noticia de la iniciativa radical afirmaba igualmente que era necesario luchar contra "el intento de la DC y del MSI de impedir la aprobación de la ley sobre la reducción de la mayoría de edad, y deseaba que "por lo menos a este respecto se pudiese llegar a un momento unitario".

El 27 de noviembre, Pannella se entrevistó con los periodistas judiciarios considerando que el 6 de diciembre se reanudaba el proceso por el que se le acusaba en calidad de responsable del periódico "Noticias radicales", por vituperio a las distintas instituciones del Estado. El proceso (véase mes de mayo) había sido suspendido y las actas habían sido devueltas al acusador público, puesto que en dicha ocasión, recordamos, todos los componentes de la dirección radical se autoacusaron de delitos imputados a Pannella.

En una entrevista con los periodistas, Pannella y sus defensores, De Cataldo y Mellini, formularon algunas consideraciones. De Cataldo subrayó la indiscutibilidad, bajo el perfil político, de la decisión del magistrado, aun considerándola discutible desde el punto de vista político. Por el contrario, Pannella afirmó que el proceso se configuraba como una grave acción política, con la que se intentaba atacar a la libertad de prensa. Según Pannella, "puesto que se incrimina a un director de una publicación que es además órgano de un partido, se pretende básicamente hacerle pagar a una persona lo que en realidad constituye una deliberación política del partido en sí".

1975

A principios de 1975, el Partido radical se vio implicado en un "escándalo" debido a que se descubrió en Florencia una clínica en la que, parece ser, se practicaba como actividad principal el aborto y, por lo visto, con la plena aprobación y apoyo de los radicales. Para más inri, se insinuó que muchos de los ingresos del partido precedían de las actividades ilegales practicadas en dicha clínica. Como reacción a dichos hechos, el 13 de enero, el Partido radical presentó una querella contra los directores del periódico "Il Secolo d'Italia" y de la revista semanal "Candido", que sostenían dichas tesis. En el comunicado que daba la noticia se subrayaba que el Partido radical "es el único partido italiano que no sólo publica sus balances anuales, sino que además publica sus fuentes de ingresos". Spadaccia replicó la declaración del fiscal del tribunal substituto de Florencia, el señor Padoin, que sostenía que la responsabilidad de los hechos de Florencia recaían sobre el secretario del Partido radical, afirmando

que según los cálculos más fidedignos, los abortos clandestinos que en dicho periodo se practicaban cada año en Italia superaban el millón y medio, y que según revelaban encuestas sociológicas efectuadas en los barrios de la periferia y en las barriadas habían demostrado que, a falta de otras formas de asistencia sanitaria, la gran masa de mujeres de condición proletaria se sometía al aborto clandestino.

"Por lo que se refiere a las clases burguesas es lógico suponer que en la mayoría de las clínicas privadas se practiquen abortos. "Nosotros le preguntamos - concluyó Spadaccia - al dr. Podoin: qué es lo que ha hecho la Magistratura italiana para aplicar la ley a todos?". Por toda respuesta, el magistrado florentino expidió una orden de captura contra Gianfranco Spadaccia, cuyo arresto suscitó revuelo en toda Italia. El Partido radical celebró una rueda de prensa en la que participaron el vicesecretario Roberto Cicciomessere, Silvia Grillo del MLD y Marco Pannella, y en la que se solicitó la liberación de todos los arrestados, la revocación de los mandatos de captura, y una iniciativa inmediata parlamentaria para eliminar las leyes "fascistas". Reivindicada la corresponsabilidad de la secretaría del partido con las declaraciones de Spadaccia, que se hallaba en arresto, Cicciomessere anunció la inminente apertura de centros CISA (Centro Italiano esterilización y aborto, federado al Partido radical en las dist

intas ciudades de Italia).

El abogado defensor de Spadaccia, De Cataldo, tras su encuentro con este en la cárcel, refirió que había sido arrestado por sus declaraciones a la prensa "es decir, por adoptar una postura de responsabilidad política". Pero para la ley no había ningún problema: Spadaccia era prácticamente reo confeso. "Entre los objetivos de nuestro partido - dijo Spadaccia al juez Casini que le interrogó en la cárcel de Florencia - se trataba también de lo de encontrar locales y médicos para practicar el aborto en condiciones de seguridad y de forma pública". Spadaccia declaró haber realizado su deber político, cumpliendo el mandato del Congreso del partido, que se había celebrado el pasado mes de noviembre.

No faltaron las autoacusaciones, como la de Pannella que en una artículo publicado en "Il Mondo" sostenía que "se asociaba a lo declarado por Spadaccia y sus compañeros con posiciones objetivas de máxima responsabilidad en la promoción de la desobediencia civil con respecto a la inicua ley que pretende condenar a millones de mujeres a un aborto criminal".

El 19 de enero, el presidente de la Cámara, Sandro Pertini, recibió a una delegación radical que le expuso sus más vivas preocupaciones por las modalidades y el significado del arresto del secretario nacional, Gianfranco Spadaccia, e instigó al Parlamento a examinar lo antes posible la ley socialista según el compromiso adquirido por el presidente de la Comisión de Sanidad.

Pertini - tal y como informó un comunicado del PR - declaró estar dispuesto a intervenir con respecto a los problemas planteados.

Asimismo, afirmó que de todas maneras no cabía esperar que la acción parlamentaria pudiese ser rápida y decisiva.

Ese mismo día, el Consejo federativo del partido confirmó la "corresponsabilidad política de todo el partido en la acción de desobediencia civil efectuada por el centro de información sobre la esterilización y el aborto, que tiene por objeto cambiar la ley fascista", y decidió seguir apoyando políticamente la acción del Cisa, así como de llevar a cabo la obra iniciada para el "apoyo a la realización de las actividades del centro y la realización del convenio nacional sobre el aborto en Roma a finales de mes". Al mismo tiempo, dio mandato a la secretaría para que solicitase un encuentro con el Presidente del Consejo, Aldo Moro, y con los secretarios de los partidos democráticos, para romper con la parálisis que se había creado tras el arresto de Gianfranco Spadaccia, por lo que "se celebró una campaña nacional con iniciativas directas, las más duras, y con una jornada nacional unitaria".

N.d.T. (1) Sanfedismo: Actividad de las bandas armadas de

campesinos en la Italia meridional, organizadas por

primera vez por el cardenal Ruffo, en el ejército de la

Santa Fe, a finales del s. XVIII, para combatir contra

la República partenopea (república que duró 4 meses en

1799). Y también actividad de numerosas sectas

reaccionarias reactivas en el Estado Pontificio, tras

la Restauración. Por extensión actitud política

reaccionaria.

 
Argomenti correlati:
stampa questo documento invia questa pagina per mail