Marco PannellaEsta es una carta abierta de Marco Pannella al director del periódico romano Paese Sera, Arrigo Benedetti, con motivo del ataque llevado a cabo contra el abogado y consejero regional Franco De Cataldo, inscrito radical y republicano, culpable de haber defendido a algunos acusados de la organización de extrema derecha "Vanguardia Nacional". Marco Pannella recuerda el carácter "volteriano" de la iniciativa radical que pretendía "impedir que un tribunal especial llevase a cabo un proceso fascista".
(Carta abierta al director de "Paese Sera" - Enero de 1976, del libro "Marco Pannella - Escritos y discursos - 1959-1980", editorial Gammalibri, enero de 1982)
Querido Arrigo Benedetti,
sigo considerando que el ataque traicionero y fascista procedente de tu periódico es igualmente un ataque a tu dirección, a tu presencia y a tu figura moral, periodística y política. Sigo creyéndolo, aunque sea intolerable el silencio actual de Paese Sera. Tú lo sabes muy bien: nunca, ni tan siquiera en el peor momento estalinista, se osó linchar como fascistas a los radicales, fuere cual fuere su corriente o su generación.
El asqueroso ataque a De Cataldo es un doble pretexto: el periodista vendido Alfonso Testa sabía perfectamente, tal y como lo sabían los responsables, que durante dos días usaron las dotes de sicofanta, que De Cataldo se limitó a constestar como línea de principio al llamamiento laico, volteriano, ultra-antifascista, que el Partido radical y la Liga 13 mayo dirigieron a los abogados demócratas para impedir que el tribunal especial llevase a cabo un proceso fascista. Estos señores sabían perfectamente que a la misma hora en la que prendían a De Cataldo con el pretexto para atacarnos, De Cataldo fue expulsado del Partido Rapublicano italiano por su posición laica, alternativa, porque no estaba dispuesto a colaborar con la misma gente que tú, y a los que, antes que todos nosotros, tachó indeleblemente de corruptores de la capital y untadores de la República.
Pero tenían que sostener que en la institución "Regione Lazio" no existe mayoría posible de izquierdas. Para hacerlo han usado los mismos sistemas que los clericales y los estalinistas han utilizado siempre que han podido para eliminar toda disensión, asesinando física o moralmente a quién la proponía.
Existe un fascismo "antifascista", desde hace demasiado tiempo, que se utiliza para mantener en pie a las bandas de depredadores, peculadores y corruptores que se hallan en el poder.
Pero este episodio (y tú probablemente no te has dado cuenta nunca, al haber vivido tantos años lejos de Roma) no es más que la conclusión de una línea de información y política de Paese Sera, a nivel regional y ciudadano, efectuado por muchos meses de información deshonesta, de censura, de "eliminación" de los hechos y de las personas incómodas: de los radicales, en primer lugar. De personas como De Cataldo, al que se reserva el odio de los deshonestos para con los honestos y los capaces.
Dentro de algunos meses se celebrarán elecciones administrativas y políticas. Tú sabes que no he proferido palabra, que no he pronunciado una crítica, por la confianza y el respeto que siento por tí, sobre las acciones que considero erróneas, como igualmente tú en estos momentos consideras erróneas las nuestras. He aceptado la perspectiva de que la campaña comunista en la prensa estuviese arropada por tu prestigio y tu laicismo, sin ni tan siquiera expresar la más ténue de las reservas: y sabes perfectamente que no le tengo miedo a las polémicas, ni tan siquiera entre amigos.
Pero he de decirte que los sacristanillos y los filo-petrucci(1), antisocialistas y antiradicales, que representan un aspecto bastante ignorado de la corrupción romana que ablanda a toda la izquierda, seguirán contando con el aval y la protección, aunque sea por omisión de intervención y de aclaraciones, y nos seguiremos ocupando de los patrones olvidando a los siervos celadores e ingénuos, a un PCI que no tiene nada, nada nada que enseñarnos en materia de libertad, ni de honestidad, ni de rigor, ni de luchas populares y democráticas.
Actualmente, toda la prensa nacional ha guardado silencio sobre nuestra polémica. Te ruego medites sobre este síntoma. Nosotros, los del Partido radical y los de los movimientos en pro de los derechos civiles, nos estamos convirtiendo realmente en los "fascistas", los "judíos" y los "perversos".
Al igual que acaeció otrora. No tenemos derecho a la palabra. Si la conquistamos, como De Cataldo en la "Regione Lazio", se nos censura, se nos reprime, se nos mitifica. Si - sabiendo lo que nos espera - mantenemos nuestra fuerza moral e ideal, y tomamos decisiones (que se pueden criticar perfectamente, pero, te acuerdas?, nos criticaron igualmente cuando estuvimos en contra de la "Ley Scelba")(2) sabemos que son tan difíciles como indispensables, y el ataque más asqueroso procede de un periódico que tú diriges, por primera vez entran ganas de decir apaga y vámonos.
Pero no lo haremos. Es más, en cierta medida tenemos que darle las gracias al asalariado petrucciano que nos ha atacado. Nos hemos dado cuenta de que no hay tiempo que perder. A este ataque y a todo lo que se esconde detrás, contestaremos en público, Adele Faccio, Loris Fortuna, Gianfranco Sapdaccia, Franco De Cataldo, Mauro Mellini y yo mismo, dentro de dos domingos, en el teatro Adriano.
No lo teníamos pensado. Lo hemos decidido esta mañana. Como puedes observar, seguimos siendo radicales.
Afectuosamente.
N.d.T. (1) Americo Petrucci: alcalde democristiano de Roma,
encarcelado por corrupción.
(2) Ley Scelba: ley sobre la reconstitución del partido
fascista.