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Pannella Marco - 14 maggio 1977
Roma sellada con sangre y fuego
Marco Pannella

SUMARIO: El 12 de mayo de 1977 la policía cargó contra miles de personas que participaban en Roma en una manifestación no violenta del Partido Radical en pro de la recogida de firmas para los "8 referéndums contra el régimen" (abolición del Concordato, de los tribunales militares, de los delitos de opinión contenidos en el Código penal, de algunos aspectos de la ley de manicomios, de la ley que atribuye a la policía poderes especiales en materia de arresto, perquisición y pinchazos telefónicos, de la ley que atribuye a los partidos una financiación pública consistente, de la "Comisión investigadora" ("tribunal" especial compuesto por parlamentarios para el juicio preventivo de los delitos cometidos por ministros). Una joven, Giorgiana Masi, asesinada herida y otros muchas heridos es el balance de la manifestación. EL Ministerio del interior niega que la policía haya usado armas de fuego. Sin embargo, el Pr, a través de una filmación en la que aparece un agente de policía disparando reiteradamente contra la m

ultitud y cientos de fotografías en las que aparecen agentes armados disfrazados de "autónomos", demuestra que se trata de un intento de siniestro deliberado.

En este artículo que "Il Corriere della Sera" no aceptó y que publicó "Lotta Continua", Marco Pannella denuncia el proyecto violento y autoritario que se cela tras este tipo de provocaciones.

(Artículo rechazado por "Il Corriere della Sera" y publicado por "Lotta Continua" - Mayo de 1977 del libro "Marco Pannella, escritos y discursos - 1959-1980" editorial Gammalibri, enero de 1982)-.

"La resistencia pasiva", escribió el pasado sábado 'Il Corriere della Sera' "es de agradecer cuando cabe defender grandes principios, pero no si lo que se pone en juego es una fiesta popular en plaza Navona, y los radicales han infravalorado la ocasión que estaban ofreciendo a los violentos".

La lectura tergiversada de los hechos, ya sea de buena o mala fe, y su transcripción errónea o fraudulenta, durante años han constituido y siguen constituyendo el arma principal usada por los asesinos, cerebros y ejecutores, de la estrategia de los siniestros y de la desestabilización. Actualmente los hechos indican que el 12 de mayo, en Roma, asesinando a Giorgiana Masi e hiriendo a gran número de personas, se ha intentando llevar a cabo un siniestro, a sangre fría; desde el punto de vista estrictamente jurídico, el siniestro se ha producido. Así pues, denunciaremos por siniestro a los responsables, hasta que no se aclare toda la verdad. Esta vez no vamos a esperar años.

Al igual que con Brescia, Peteano y Trento, se intenta manipular textos, en las cárceles y en las comisarías. Se adulteran textos, declaraciones públicas y oficiales llevadas a cabo por el Ministerio del Interior para afirmar falsedades, para intimidar a fotógrafos y periodistas, con golpes mucho más graves y determinantes que los que ya han venido propugnando por las calles de Roma, mientras estaban de servicio, el 12 de mayo. Desde hace 2 meses, el ministro del Interior(1) personalmente, contra el Parlamento y sus deberes, encubre la existencia y la utilización ilegítima de provocadores armados que se dedican a disparar a tontas y a ciegas, entre la policía, los peatones. Se trata de prefiguración dolosa de las "bandas" semioficiales que actúan en Brasil, en Argentina y en otras partes del Estado. El Ministro del Interior afirma de esta manera que privilegia y defiende la violencia y su lógica mortal. Se moviliza para suspender los derechos civiles de toda una ciudad, ordena agresiones contra personas iner

mes que circulan por la calle, y a miles de mujeres y hombres pacíficos y no violentos que se disponen a escuchar música y a firmar para los referéndums, contestando al llamamiento no sólo nuestro sino de políticos, de diputados socialistas, demócratas, y prestigiosos hombres del mundo de la cultura.

Ocupa militarmente medio centro histórico, apalea a parlamentarios, manda traer de otros puntos de Italia a jóvenes carabineros aterrorizados adrede que no se fían de agentes sospechosos, ordena que disparen miles de bombas lacrimógenas, tóxicas, y decenas de armas de fuego, impide que los ciudadanos pasen incluso los que por casualidad se hallaban en esos momentos en el lugar, bloqueando las calles desde las 14 horas de ese día por la fuerza pública. Busca el enfrentamiento a toda costa, hasta que, tal y como era de esperar, no se produce ningún muerto. De milagro, un muerto, un solo muerto, Giorgiana Masi. Tenía 19 años. Había venido para firmar. La han asesinado.

Todo esto contra el Partido radical, promotor de la reunión pacífica, en nombre del peligro de la posible especulación violenta de los demás, es decir, contra un partido que durante veinte años ha agredido sin cesar con arrestos y violencias de todo tipo, siempre ha sabido negarse a contestar con la violencia e impedir que se tradujese en desorden y hasta en inmediata reacción de defensa personal.

Pero, al día siguiente, el 13 de mayo, el mismo ministro, en Roma, permite en todas partes manifestaciones y asambleas públicas, ni que decir tiene no convocadas (comprensiblemente) bajo el símbolo de la no violencia, y fomenta las manifestaciones de hoy. Se limita a "controlar" de lejos, confiando tal vez utilizar "P 38", no temiendo el uso del lápiz para firmar ni de las notas musicales, a sus ojos armas tremendas de los radicales. Ha logrado lo que quería.

La provocación de la suspensión de los derechos constitucionales de manifestación en Roma, durante largo tiempo, mantenida contra la crítica unánime de todos los partidos democráticos y sindicatos, criminalizar, por lo menos moralmente, al único partido de la no violencia en Italia, ha servido a sus objetivos; vuelve a estallar en toda Italia la tensión, la violencia que corría el riesgo de adormilarse. Y el ministro de la policía podrá de nuevo derramar sobre el país y los periódicos, sus llamamientos y sus advertencias de sheriff de la Providencia, la DC, para solicitar más leyes fascistas.

No es más que una pieza del mosaico del comportamiento criminal del poder que desde hace meses, con ayunos y firmas contra toda forma de abuso sufrido, estamos intentando desvelar y dar a conocer a la opinión pública. Casi solos, ayudados sólo por aquellos compañeros a los que Italia debe la onza de verdad que conoce sobre los siniestros que debían ser los de los Pinnelli(2) y los Valpreda(3), los anarquistas, los de Lotta Continua(4), los radicales: fueron y son otros.

Pero tengo que acabar. El espacio es avaro, las ocasiones escasean. Los hechos del 12 de mayo nos han dado la razón. Se cierne sobre nosotros la violencia directa del poder, como proyecto violento y autoritario que ya ha metido a gente entre rejas, ha permitido incriminaciones y comandantes generales de los Servicios de Seguridad, es decir de las Fuerzas Armadas de la República, los coroneles de las "Rosas de los vientos", las máximas "autoridades" de Trento, más hombres del régimen. Día tras día el perímetro de las libertades civiles se va estrechando con justificaciones de los siniestros que deliberadamente se provocan, y el otorgado por las desesperaciones y los fanatismos que se desprenden, fanatismos a menudo asesinos.

Los radicales habían dado en el clavo, el 12 de mayo, también por otra razón. Es la que más nos interesa. Nosotros afirmamos que durante seis horas las órdenes dadas a las fuerzas de la policía han causado agresiones sólamente por parte de la policía. Que pocas veces se han producido episodios de defensa no violenta, y siempre claramente de defensa. Obviamente, había algún que otro "violento", entre los miles y miles de ciudadanos pacíficos. Pero su táctica esa tarde fue intachable, leal.

Querían que nuestra manifestación se llevase a cabo sin accidente alguno, para que aumentasen las posibilidades de un éxito cuando no de autorización para las manifestaciones del 19 de mayo. He visto a los "autónomos"(5): aplacaban los ánimos, evitando el enfrentamiento. Ahora tenemos una documentación férrea para demostrar que los huesos duros de pelar, armados aunque no siempre con permiso de armas, que disparaban, arrimándose a los manifestantes, provocándoles, estaban a las órdenes del jefe de policía de Roma y sus funcionarios.

Así pues, teníamos razón. Roma se disponía el 12 de mayo a dar una espléndida prueba de serenidad, de responsabilidad, de fuerza laica y alternativa, y contribuir de esta manera a la creación de un nuevo clima, más sereno. Se podían recoger pacíficamente miles y miles de firmas contra el régimen de los siniestros, para los referéndums. Sabían que habíamos dado en el clavo. Se han comportado consiguientemente: sellando Roma con sangre y fuego.

Georgiana ha muerto: no ha firmado. Que todos firmen, ahora: por ella, contra sus asesinos.

N.d.T.:

(1) El ministro del interior por aquel entonces era Francesco Cossiga: COSSIGA Francesco : (Sassari 1928) actual presidente de la República Italiana, ex ministro del interior y de defensa.

(2) PINELLI: anarquista acusado del siniestro de la Banca de la Agricultura de Milán. Salió volando por la ventana de una jefatura de Milán en 1969. El comisario era Luigi Calabresi.

(3) VALPREDA: anarquista acusado del siniestro de la Banca de la Agricultura de Milán.

(4) LOTTA CONTINUA: movimiento político italiano de extrema izquierda fundado en Turín en 1969; dio vida en 1971 al periódico del mismo nombre.

(5) AUTONOMOS: grupos de provocadores violentos.

 
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