de Marco PannellaSUMARIO: Replicando a Padre Franzoni, abad de la basílica de San Pablo extramuros de Roma, que le criticó por la debilidad del análisis de las causas del subdesarrollo en la campaña "contra el exterminio causado por el hambre", Marco Pannella reivindica el carácter internacionalista, antiimperialista y democrático de clase de la iniciativa en curso, contestando con todo lujo de detalles punto por punto.
(LA REPUBBLICA, 15 de marzo de 1979)
Si no he entendido mal, las críticas de Giovanni Franzoni a mi iniciativa para salvar a millones de niños de la muerte por hambre, son las siguientes:
a) yo "subdivido" el problema de los niños del de los adultos, y el del "hambre" del del "desarrollo":
b) me decanto con la mentalidad asistencialista de las organizaciones internacionales y nacionales y de la ONU y católicas:
c) no he cumplido de forma preliminar un análisis público sobre la matriz capitalista clasista del exterminio que se está produciendo;
d) me amoldo a la tomadura de pelo de salvar a un niño para dejar que se muera cuando crezca;
e) actúo ante una suerte de montón de aprobaciones "qualunquistas(1)"; "incluso" por parte de "marxistas". Todos ellos de acuerdo, en resumidas cuentas; excepto el Padre Franzoni, del que me he enterado hoy con gran alegría que estaba a favor del referéndum contra la ley Reale y que lo está con el de la energía nuclear.
Contesto:
1) Nosotros pedimos inmediatamente que se asigne el 2% del producto nacional bruto italiano, el 1% para el "hambre", el 1,1% para el "desarrollo". El presupuesto del gobierno y de la mayoría prevé el 0,9%, si el senado no intercede. Como radicales sugerimos y solicitamos que esto se produzca exentando al 80% de los ciudadanos del servicio militar, a partir del del pelotón de este verano, y durante dos años, por lo menos (sorteando el 20% que deberá hacerlo), y con las demás modalidades que comunicaremos.
Solicitamos que las sumas para el "desarrollo" se destinen a intervenciones en estructuras, superestructura e infraestructuras en el ámbito de los más serios y científicos programas internacionales de la Onu. Solicitamos que las del "hambre" se usen para intervenciones extraordinarias que habrá que delinear e imaginar para comprometerse inmediatamente a reducir el número de seres vivos dados por muertos en los anuncios de la Onu para 1979 (al menos 17 millones de niños menores de cuatro años, otras tantas personas para el resto de los grupos de edad).
Nadie se imagina, creo yo, que se pueda ir a salvar de la muerte por desnutrición y dejar que se muera el adulto que está al lado. Solicitamos, además, que - fuerte ante estas conquistas morales, jurídicas y políticas - el gobierno italiano, se comprometa a llevar a cabo una acción internacional dura y decidida para propagar, con esta chispa, una guerra inmediata contra la guerra y la muerte.
Quien "subdivide" así pues no somos nosotros, en todo caso las Vera Squarcialupi y los Giovanni Franzoni, quienes, en nombre de la mujer, la primera, y del adulto, el segundo, con señorial y trágica dejadez proclaman irreversible la masacre: este año, 17 millones de niños, más de 30 millones de personas de aquí a diciembre.
Para ser más concretos, desde que estamos discutiendo, el número de personas por salvar se ha reducido aproximadamente unos 6 millones, que ya han sido exterminados. El problema se va resolviendo al ritmo de 90.000 muertos al día, 45.000 de ellos niños. No, no me presto a esta "subdivisión", subdivisión de humanidad y de conciencia.
2) Desde la rueda de prensa con la que anuncié mi ayuno, no he dejado de repetir textualmente que: "Los cientos de millones de muertos son el "producto" de las estructuras asistenciales y de los métodos no-políticos de la Onu y de la gama de organizaciones que viven y prosperan en este sector".
Como radical, presumo no tener que recibir lecciones de nadie - por las batallas concretas que solos hemos librado en este campo, durante tanto tiempo - sobre los "asistencialismos" indígenas o no, clericales o confesionales. Pueden enviar a quien lo pida la documentación, desde los libros de Ernesto Rossi (2) hasta los resultados despampanantes de las campañas sobre el ONMI(3) y la asistencia pública en Roma y otros lugares, a las posiciones sobre el Ipab. Pero querría, si es posible, no abundar, por lo menos en este caso, en consideraciones gratuitamente delatoras o quejicas. Prefiero acordarme de que no es suficiente andarse con quejidos para reformar estructuras e instituciones.
3) Con el permiso de Franzoni y Bobbio(4), Salvatore Secchi ha ya subrayado, con evidente razón, el carácter intransigentemente internacionalista, socialista, antiimperialista, democrático de clase y pacifista de la iniciativa en curso. Es una evidencia. Hacer la exégesis, la apologética, el catequismo de tesis y realidades sagradas, laicas o confesionales, "en vez de" luchar significa hacer disquisiciones de doctores en el templo "en vez" de luchar. En este campo, el celo de los neófitos no puede ser el mío.
4) Salvar a un niño con el riesgo de que se muera cuando sea mayor es una auténtica tomadura de pelo, si el riesgo se produce. Pero no salvarlo solo porque no se sabe si se le podrá salvar siempre, es un crimen. En cualquier caso, es imposible convertirse en mujeres o adultos si a uno le asesinan a los cuatro años.
5) Todos están de acuerdo con los objetivos de mi ayuno? Si así es por qué sigo ayunando?. Exhibicionismo?. Victimismo?. Cálculo electoral?. Temo que es Franzoni, por el momento, el que está en sintonía práctica con la inmensa mayoría de la clase dirigente. Por ello considero urgente romper el hechizo de una peligrosa leyenda que se está creando con respecto a mis anteriores ayunos "denigrados" y sobre lo que se exalta.
Sobre la objeción de conciencia, sobre el respeto por parte del Parlamento de su legalidad para llegar a votar sobre el divorcio, sobre el aborto, sobre el derecho de familia, sobre el voto a los mayores de dieciocho años, sobre la reforma constitucional y sobre la honestidad de la información de la Rai-tv, sobre los objetores de conciencia españoles a los que hay que salvar, sobre la defensa ante los tanques de los países con "socialismo real" de la libertad de Checoslovaquia, sobre los derechos de la policía y los carceleros, sobre el juicio o sobre la liberación de Valpreda(5) detenido desde hace años, sobre los comportamientos anticonstitucionales del presidente de la República italiana Giovanni Leone (he citado de memoria los objetivos de algunos de mis anteriores ayunos), a charlatanerías y por regla general casi todos estaban de acuerdo. Pero sobre medios y objetivos concretos, tiempos y urgencias pocos estaban de acuerdo.
Desde el mes de enero llevo luchando por ello. Los que mueren, los que serán exterminados, se han dado cuenta Padre Franzoni?. Puedo confiar en que mi ayuno, el de ellos, sirva para algo?
EL PRESIDENTE Sandro Pertini(6), desde el primer día de su mandato ha ordenado: "Vaciad los arsenales, llenad los graneros. Es lógico dudar de lo que este hombre, profeta desarmado por aquellos a los que se dirige, sabría hacer, y haría, si le diésemos el derecho a hablar internacionalmente en nombre de lo que nosotros italianos en primer lugar hiciésemos?.
Han acertado. Puesto que saben que he decidido vincular mi suerte a la de cientos de miles de personas (no solo "niños") o de millones ya apuntados en la lista de los exterminados, y que salvaré con ellos, o no me salvaré, prefieren asegurarse de que, por la suerte que les trae, sean efectivamente exterminados.
Saben perfectamente que bastarían una serie, unos diez (tal vez menos) de grandes debates contradictorios televisivos por la noche, concentrados en este residuo de tiempo que nos separa de la probable campaña electoral, para que el país pueda sublevarse hacia esta campaña de vida y de esperanza y hacer un plebiscito. Pero no tienen órdenes, excepto las de siempre, irrisorias, de la ley y de sus conciencias perdidas. Y los principios que nos gobiernan, salvo un interesante telegrama de Enrico Berlinguer(7), no tienen tiempo para ocuparse de estas historias.
Y sin embargo, anida en mí la esperanza y la confianza. Las personalidades que han decidido constituirse en Comité promotor de la Vida, la Paz y el Desarme son tales que me lo imponen, si fuese necesario.
(1) QUALUNQUISMO: Movimiento derechista creado en la Italia de la postguerra por el periodista y comediógrafo Guglielmo Giannini (el nombre se lo debe a su órgano de expresión, la revista "L'Uomo Qualunque" cuya traducción no literal sería "el hombre de la calle"). El qualunquismo, al que rápidamente prestaron su apoyo los descontentos, pero moderados, de la clase media, aquellos que habían sido fascistas no por convicción, sino por conformismo, desapareció de la escena política a los pocos años. No obstante, en Italia sigue empleándose la palabra para designar al magma electoral que, en términos más actuales se conoce como la "mayoría silenciosa".
(2) Ernesto ROSSI: (Caserta 1987 - Roma 1967), dirigente de "Giustizia e libertà". Fue arrestado en 1930. Promotor del Movimiento federalista europeo, fue uno de los fundadores del Partido Radical.
(3) O.N.M.I.: Obra nacional de maternidad e infancia.
(4) Norberto NOBBIO: (Turín, 1909), jurista y filósofo. Ha estudiado las bases de la ciencia jurídica desde un punto de vista jurídico cercano al positivista. Senador vitalicio, conciencia crítica universalmente reconocida.
(5) VALPREDA: anarquista acusado del siniestro de la Banca de la Agricultura de Milán.
(6) Alessandro PERTINI : (Stella 1896). Socialista, en carcelado en repetidas ocasiones durante el fascismo (1943-45). Exponente de la Resistencia italiana; diputado y senador (48); presidente de la Cámara de los diputados italiana (68-76). En 1978 fue elegido presidente de la República italiana.
(7) Enrico BERLINGUER: (Sassari 1922 - Padua, 1984). Secretario de la Federación Juvenil Comunista (1949 -56), diputado desde el 68, secretario general del Partido comunista italiano del 68 al 72. Artífice del eruocomunismo.