Transcripción de la entrevista a Leonardo Sciascia realizada por los alumnos del "Istituto Sperimentale di Santo Stefano".SUMARIO: Entrevista realizada por los alumnos del "Istituto Sperimentale di S. Stefano", pueblo de "fuerte tradición socialista". En primer lugar, Sciascia advierte que, a pesar de que "nací en línea recta a pocos kilómetros de aquí", no conoce la zona. "Es sorprendente el aislamiento que existe entre un municipio y otro de la misma provincia .... hay un desierto". Las primeras preguntas tocan el tema del trabajo (" misión?") del profesor en las condiciones sicilianas ("es un ornamento"), hasta la literatura ("sopla hacia donde quiere"), hasta los progresos y los defectos de Sicilia ("en nosotros los sicilianos persiste una falta de esperanza", la burguesía siciliana es "mafiosa"), etc. A la pregunta de qué es lo que ha cambiado en la mafia contesta que: "se ha convertido en un fenómeno ciudadano y parapolítico"... Asimismo, se afrontan preguntas sobre la obra literaria, los personajes y los libros del escritor. En Italia, existe un diafragma entre el escritor y la gente, a partir de la lengua. Le preguntan
cosas sobre los escritores, el arte contemporáneo, el terrorismo y el caso Moro. Por último, le preguntan qué opina de la Italia actual, a lo que contesta que se trata de "una realidad sobre la que podemos ejercer muy poco nuestro poder intelectivo... puesto que estamos sumidos en la emotividad".
(L'ORA, 9 de mayo de 1979)
Ha hablado de enseñanza y de literatura, de sus libros y de sí mismo, de política y de las Brigadas Rojas, de Sicilia y de más cosas. Ha sido una entrevista en público poco habitual, un martilleo constante de preguntas concretas, agudas, algunas provocadoras, dirigidas a Leonardo Sciascia por los alumnos del "Istituto Sperimentale di Santo Stefano" quiénes lo habían invitado a su colegio. El pueblo se halla en en corazón de una comarca montañosa, recia, cuyo recurso principal es el pastoreo. Desde Palermo se llega tras haber atravesado una meseta aparentemente deshabitada, sin árboles ni casas, con señales de agricultura todavía extensiva, pobre. Al sur de Santo Stefano se halla el valle del Megazzolo poblado por jardines y frutales que son la riqueza de Bivona. Más allá, el campo recio de Cianciana árido de azufreras abandonadas, pobre de cultura, azotada por la emigración. En Santo Stefano existe, resiste, una fuerte tradición socialista. Es el pueblo de Lorenzo Panepinto, uno de los mártires del chantaje
campesino asesinado por la mafia. Era un intelectual, un maestro de escuela. La escuela experimental evoca su memoria, con estos sus profesores con tanta dedicación y trabajo, con sus chicos tan serios, tan sensibles a los problemas de su tierra.
»Estábamos preparando palabras pomposas y altisonantes para dirigirle nuestro saludo - dijo una muchacha cuando empezó la entrevista a Sciascia - cuando nos acordamos de los escalofríos que cada uno de nosotros advirtió en la espalda cuando leímos por primera vez el libro "Le parrocchie di Regalpetra". Hallado inmediatamente el terreno justo del encuentro con el Sciascia escritor, pero al mismo tiempo, antes que escritor, maestro de escuela.
La escuela experimental es experimental de veras. Comprende un bienio inferior y otro superior de estudios a nivel de instituto para entendernos, pero con programas y métodos distintos a los de los demás colegios. Para tenerla en Santo Stefano y para defenderla han hecho falta luchas, auténticas luchas populares, y hasta se tuvo que poner en huelga la ciudad al completo. La querían más vinculada a las necesidades y a los problemas de la zona, es decir al derecho agrícola, en cambio el Ministerio decidió que lo que hacía falta era que fuese de letras y pedagogía. Y así ha sido.
Del colegio y de la la lectura de los libros de Sciascia en ella hablaron en los pimeros saludos al invitado la profesora Grazia Bullone, directora del instituto de Bovona, del que depende el colegio de Santo Stefano, el profesor Stefano Centinaro, de letras, la coordinadora Carmela Caltagione y la estudiante Giovanna Citarella.
Luego empezó la extraordinaria entrevista. Los chicos y las chicas se iban levantando por orden, uno por uno, y formulaban las preguntas. Todos los demás (salón agolpado de gente), escuchaban muy atentos. Frecuentes aplausos acompañaron a las respuestas más destacadas.
Marcello Cimino
Sciascia: »Antes de empezar este juego de preguntas y respuestas quería deciros que nací en línea recta a pocos kilómetros de aquí, y sin embargo esta es una zona que no conozco. Pasé sólo una vez cuando volvía de Cianciana a donde había ido para hablar de Alessio Di Giovanni. Bivona, por ejemplo, es un nombre que me recuerda las relaciones de San Ignacio con un colegio de jesuítas y las cartas que escribió a una dama del lugar, reproducidas en un libro que se titula "San Ignacio y las mujeres". Bivona además me recuerda la existencia de una subintendencia, del subgobierno civil. Eso es todo. Considerando que nací a pocos kilómetros de aquí es sorprendente el aislamiento existente entre un municipio y otro de la misma provincia. Además esta zona está en un cierto sentido literariamente desierta. Un profesor nuestro, bastante racista diría yo, considera que se puede hacer un mapa de la inteligencia sícula y dice que esta zona está totalmente desierta. No es verdad en absoluto. Yo creo que aquí existen condici
ones que no le han permitido a la inteligencia desarrollarse, florecer. Efectivamente, existe un desierto. La única cosa tras Alessio Di Giovanni (poeta y dealectólogo, nacido en Cianciana en 1873), que se ha escrito sobre esta realidad es ese hermoso libro, realmente extraordinario, de Giuliana Saladino, sobre Ciancia que espero todos vosotros conozcais. No tengo nada más que decir. Preguntad lo que querais, muy libremente, sin tener en cuenta la distancia de años que lamentablemente existe entre nosotros".
P: (de una profesora): "Los chicos de este colegio están un poco perplejos: hablar de misión de la educación es retórica o vana poesía?
R: "Hablemos de ello como de un trabajo, es mejor".
P: "Usted escribió: "Me disgustan aquellos que desde fuera exaltan los goces y los méritos de un trabajo de este tipo (profesor). Aquí, al igual que en muchos lugares de Sicilia, es como el trabajo del minero que baja a una mina. No niego que en otros lugares y en distintas condiciones el oficio de enseñar dé más satisfacciones". Cuáles son estos lugares? y las condiciones?
R: "Este fragmento tiene una connotación personal pues se refiere a un momento particular de mi vida. Aquí, en esta nuestra realidad, la cultura no es concebida como un hecho unitario, es decir, como un trabajo, como algo que todos necesitamos, que todos usamos, que sirve para comprender el mundo, para explicárnoslo, para comprender la historia, nuestra situación ante la historia. La cultura ha sido concebida siempre como un ornamento, como algo que no tiene nada que ver con las condiciones de vida. Para mí, por lo tanto, entrar en una clase en donce había unos cuarenta niños de los que por lo menos treinta tenían hambre, tenerles que explicar la historia y limitarme a la primera guerra muncial, sin pasar de ahí - pues sólo se podía hablar del pasado en términos retóricos - para mí no sólo era absurdo sino algo infame. Actualmente, las condiciones de la enseñanza son muy distintas. Se puede decir que la escuela ya no existe, en un cierto sentido. Tal vez, no sé, en la provincia, en algunos pueblos, todavía t
iene un valor, pero hablo desde un punto de vista exhortativo, pues veo que aquí vosotros, en Santo Stefano, tenéis un instituto de letras y pedagogía. Por lo tanto la escuela es un poco como en mis tiempos, en resumidas cuentas. Un pequeño ornamento. Y por lo tanto es un poco absurdo que vosotros estéis aquí escuchando al profesor que os habla de lingüística, cuando a vuestro alrededor tenéis tantos problemas reales. El oficio de enseñar y el de aprender en estas condiciones sigue siendo absurdo".
P: " Cree que la escuela sigue conservando su exclusividad en la formación de los jóvenes?".
R: "No, y creo que no la ha tenido nunca, en realidad. Y hoy menos que nunca."
P: "En una escuela para el pueblo, no tiene sentido la vieja manera de considerar la literatura como asignatura privilegiada. Qué orientación, según usted, deberá seguir la literatura para ser más útil?."
R: "La literatura no tiene que seguir orientaciones. La literatura sopla hacia donde quiere. No puede existir una manera de encauzarla, de hacer que produzca determinados resultados. El ejercicio de la literatura debe ser necesariamente libre. El problema es más bien la manera en la que deberá entrar la literatura en esta escuela. La nuestra es una litearatura un poco pobre, y también un poco aburrida, por lo tanto es necesario ofrecer una perspectiva que sea la más acorde con los intereses - digamos - de las masas, aunque a mí el término masa no es que me guste mucho. La escuela de masa en Italia es un poco así: todos en el escenario. La escuela de masas, por el contrario, a mi parecer, debería brindar a todo el mundo desde un primer momento las mismas condiciones favorables y luego que salgan adelante los que pueden salir adelante... Yo sigo siendo uno de los que creen en la meritocracia. No soy un reaccionario, pero creo que no se puede acceder a las profesiones sin los conocimientos suficientes. Tal vez
un profesor de letras no causa estragos si confunde a Petrarca con Bocaccio, pero cuando se trata de construir casas y puentes, de curar a los enfermos, de defender a los acusados, hace falta saber lo que se hace y quien no lo sabe no debe ejercer una cierta profesión .
P: »En la introducción del libro "Le parrocchie di Regalpetra", usted hace la siguente consideración un tanto amarga: "Quién sabe cuando el reloj de sol marcará la hora de hoy, esa hora que para muchos hombres en el mundo es la exacta". No cree usted que esta hora ya ha tocado?. Hoy nos beneficiamos del bienestar. En nuestras casas han entrado la televisión, la radio, las neveras, los electrodomésticos que hacen que la vida sea más fácil. La considera usted la hora exacta de Sicilia?
R: »Que el progreso material, el que tan cacareado bienestar haya llegado hasta nosotros también, de ello no cabe la menor duda. Pero ello no corresponde a un crecimiento efectivo del Meridión, es más corresponde a una mayor degradación. Este bienestar, automóbiles y electrodomésticos en Sicilia, los pagan como mínimo 700 mil emigrantes que viven en condiciones mucho peores que las de sus familias aquí. No, yo no creo que el reloj haya ya marcado la hora exacta, es más, lo que sucede a nivel nacional demuestra que se está agravando la que se ha dado en llamar la cuestión meridional".
P: "En el libro "Gli zii di Sicilia", se lee: "... yo creo en los sicilianos que hablan poco, que no se alteran, que llevan la procesión por dentro y que sufren". No cree que ésto es lo que demuestra nuestra resignación y nuestro fracaso?. No cabría más bien manifestar este sufrimiento y el dolor de la injusticia para afirmar los valores de una sociedad más humana?
R: »Existe un tipo de siciliano muy extrovertido, muy simpático muy abogadil por así decirlo. Generalmente, este tipo de siciliano que habla demasiado es el que a fin de cuentas accede, sin distinción alguna de partidos, a la carrera política y posteriormente al parlamentarismo. Suelen ser los peores sicilianos. Desde luego, los demás sicilianos deberían abandonar su silencio, pero desde un punto de vista humano les considero los mejores .
P: »Se habla del Sciascia del "Contesto" como de quién encarna en su pensamiento la angustia del hombre ofendido desde hace tiempo en su libertad y en su dignidad. Se reconoce usted en esta aseveración?
R:. »Sí, podría reconocerme en ella. Se habla de mí como autor del "Contesto", porque este es el libro que más polémicas ha suscitado, más resentimientos. Pero "11 Contesto" es el resultado de toda una visión de las cosas de Italia .
P: »Recientemente ha escrito en "Il Giornale di Sicilia" y ha declarado en una entrevista a la televisión que el carácter refractario del pueblo siciliano ante las ideas que cambian el mundo y la falta de espíritu público constituyen el peor de los males de la sociedad siciliana. Podría explicarnos los motivos históricos de dichos defectos y decirnos de qué manera la enseñanza podría contribuir a superarlos?
R: »Las raíces históricas de esto son largas y complejas. En cualquier caso, se pueden identificar en la perpetua inseguridad del ciudadano ante la historia en esta isla que ha sido al mismo tiempo isla y a la vez abierta como continente a las invasiones, a todas las dominaciones. De todas maneras, en nosotros los sicilianos persiste una falta de esperanza, una desconfianza hacia las ideas porque las ideas, incluso las que se presentaban como nuevas, en un santiamén se convirtieron en instrumento de una determinada clase social que a grosso modo podemos calificar de burgués-mafiosa, no burgués. Yo desearía que en Sicilia existiese una burguesía. Es una burguesía mafiosa la siciliana, aunque no lo parezca. Una burguesía que actúa sin perspectivas de un mañana, explotando determinadas situaciones tal y como antaño se decía del azufre: atracando y atracándose. La explotación y el atraco de las azufreras, era el de los ejércitos que se preocupaban de obtenre la mayor cantidad posible de materia prima sin preocu
parse lo más mínimo ni del futuro del azufre ni de la seguridad de los trabajadores. Ahora esta clase parece imposible de mover. Sucedió a la aristocracia, y se ha comportado de forma más vulgar como la aristocracia. Por eso los sicilianos ya no creen en las ideas. Y de hecho, cuando empiezan a creer en ellas, interviene algo por lo que ya no volverán a creer nunca más. Por ejemplo, la operación Milazzo - es una opinión por la que lucho de toda la vida - ha sido una manera de hacer que los sicilianos desconfiasen de nuevo de las ideas .
P: »Que padre Diego La Mattina fuese un hereje, de eso no hay dudas. Puede aclararnos en qué consistía su herejía? Ha descubierto algo nuevo? Aclaraciones que puedan permitirnos comprender por qué padre Diego se mantuvo firme y tenaz en su concepto manteniendo alta la dignidad del hombre?
R: »No, no tengo más noticias que las que descubrí sobre su persona. He intentado sacar conclusiones. Se me ha ocurrido que se trataba de una herejía de carácter social más que teológico, pero no he seguido profundizando. En cualquier caso, la herejía es de por sí algo grande y el que defiende su propia herejía es un hombre que mantiene alta la dignidad del hombre. Hay que ser herejes, arriesgarse a pasar por herejes, de lo contrario esto es el acabose. Vosotros habéis visto que la iglesia católica no es la única que tiene miedo de las herejías. El Partido Comunista de la Urss también le tiene miedo a la herejía, y en el poder que se constituye en fanatismo existe siempre este miedo a la herejía. Por lo tanto todo hombre, cada uno de nosotros, para ser libre, para ser fiel a su propia dignidad debe ser siempre hereje .
P: »Me gustaría saber qué analogía existe entre usted, escritor contemporáneo, y sus personajes históricos como Di Blasi o Fra Diego La Mattina, sobre los que usted cuidadosamente ha investigado.
R: »Tal vez existan analogías; pero para mí es más fácil hablar de simpatías, que yo siempre he sentido por estos personajes herejes, rebeldes, vencidos. En un cierto sentido, es su derrota la que me irritado siempre. Porque no quisiera acabar vencido yo también. Es decir, no querría que Sicilia fuese siempre vencida, que en Sicilia la razón deba sucumbir siempre. De ahí mi simpatía por estos personajes. Pero me caía igualmente bien un personaje que hace tiempo hubiese sido tachado de negativo, como el abad Vella, que era un farsante, un embrollón. A parte de la simpatía humana que se puede sentir por él, lo reconozco como uno que, a su aire, ha pensado en rebelarse contra el privilegio. Ha falsificado para reivindicar para Sicilia los derechos que le corresponden, contra el poder de los barones. Mi simpatía viene de ahí, del hecho que ha sido un instrumento de lucha contra el poder de los barones. Todos los problemas de Sicilia - lo repito - se originan en el poder de los barones que se ha transmitido a esa
clase que yo llamo burguesa-mafiosa .
P: »Nos gustaría saber en qué libro y en qué personaje usted ha sido más autobiográfico .
R: »"Candido" .
P: » Qué ha cambiado en la mafia siciliana de los años 50 hasta nuestros días?
R: »La mafia ha pasado de ser un fenómeno rural a ser un fenómeno ciudadano y parapolítico, ha sido una especie de integración en el poder. La mafia no se reconoce fácilmente tal y como sucedía hace algún tiempo. Los personajes pintorescos han sido eliminados y en ello ha desempeñado su función la comisión antimafia, precisamente eliminando las franjas pintorescas de la mafia y conduciéndola hasta el lo más íntimo del poder .
P: »Usted con sus libros ha escrito mucho sobre las cosas y las gentes de Sicilia. Qué contribución podría brindar a la renovación de la cultura y por lo tanto de la sociedad civil el descubrimiento de las culturas locales?
R: »Creo que el redescubrimiento de las culturas locales es una operación que cabe llevar a cabo seriamente. Por desgracia, en nuestras universidades ha entrado, por ejemplo, el estructuralismo, una cosa que funciona más o menos como la máquina de cortar mortadela y así las culturas locales se pierden de vista. Todo lo que se ha conservado se debe a esos pobres caballeros que sin grabadoras, sin los adelantos actuales, recogieron una cantidad ingente de tradiciones, de costumbres y de literatura popular. Me refiero a Pitré, a Salomone Marino y a Gaetano Di Giovanni. Ahora, las universidades viven de renta de lo que hizo esta gente. Si por el contrario se trabajase seriamente, este es el momento de descubrir las culturas locales. En un cierto sentido, yo me siento descubridor de las culturas locales .
P: »Mucha es la cultura que se proclama popular, pero el intelectual sigue perteneciendo a una casta que lo sitúa al margen y por encima de la gente corriente. No?
R: »Eso depende del carácter de la cultura italiana. Para empezar, existe un diafragma entre la lengua de cada día y la lengua de un escritor. Existe, asimismo, la cultura del intelectual que es siempre un poco cortesano, un poco conformista, que casi siempre está de la parte del poder. Sin lugar a dudas, todo esto sigue existiendo, pero también es cierto que el diafragma entre la lengua de cada día y los escritores, por ejemplo, ha sido superado, ha sido roto por un escritor como Pirandello. No por Verga, quién tal vez alimentó un poco este diafragma. Pero escritores como Pirandello, a los que siguen escritores como Moravia creo que han roto este diafragma. Creo que el escritor italiano ha cambiado también. Desde luego, sigue existiendo el vicio de los manifiestos, de las declaraciones, como si el escritor efectivamente contase, mientras que no cuenta para nada. Yo personalmente creo haber intentado escribir para el mayor número posible de gente. No digo que lo haya hecho voluntariamente pues sería una hipo
cresía decir que el escritor escribe para que le entienda el campesino o el obrero. El escritor escribe para sí mismo, y para los demás sí mismos. En mí existe este ser pueblo, este ser de la vida de cada día, el estar en contacto con la realidad y, en este sentido, creo ser un escritor algo distinto de la media italiana, y como yo hay otros .
P: »En las "Parrocchie di Regalpetra" leí que para usted la piedad es un sentimiento terrible. Un hombre debe amar y odiar, pero nunca tener piedad. Esta afirmación no cambia las bases sobre las que se basa tanta moral?
R: »Al final del fascismo experimenté un cierta tendencia a la piedad, de la que en posteriormente me arrepentí pues ví que regrasaba el fascismo, que era más fuerte, tal y como tal vez lo sigue siendo. Y, por lo tanto, me he retractado con respecto a la piedad. Ahora bien, debo decir muy claramente que en este momento me siento lleno de piedad .
P: » Qué escritores contemporáneos prefiere?
R: »Calvino el primero de todos. Luego Moravia. Gadda. Luego hay otros muchos escritores que me encantan. Por ejemplo, varios los sicilianos, pero ahí entra la sospecha comprensible de que es por el hecho de que soy siciliano, de que son mis amigos. Se trata de Vicenzo Consolo, Giuseppe Bonaviri y Sebastiano Addamo. Entre los escritores de la generación anterior a la mía, el que más me gusta es Vitaliano Brancati .
P: » Qué opina usted de las manifestaciones artísticas en el contexto de la crisis de valores que está atravesando nuestra sociedad?
R: »Las manifestaciones que se apoyan por lo general en el dinero público son erróneas e inútiles. Las manifestaciones espontáneas por el contrario todavía siguen teniendo algún interés. En treinta años no se ha conseguido nunca organizar seriamente la cultura.
La organización de la cultura está en manos burocráticas y el dinero se distribuye con criterios que podríamos denominar electoralistas. Incluso la arqueología responde a criterios clientelistas. Se tiene la impresión de que se excava en las zonas en las que algún diputado logra hacer presión. Por lo tanto, son cosas que tienen poco que ver con la cultura, aunque a veces fortuítamente los resultados pueden ser buenos .
P: »En una entrevista en televisión, usted dijo: "Dios ha muerto, Marx también, pero yo me siento bien". Qué quería decir?
R: »Es una broma de un cómico americano. "Dios ha muerto, Marx también y yo no me encuentro muy bien". Yo la he modificado diciendo: Dios ha muerto, Marx también pero yo me siento la mar de bien, pues sigo escribiendo, sigo viendo las cosas tal y como creo que hay que verlas. Pero no es una afrimación apocalíptica, pues no estoy seguro de que Dios haya muerto, ni de que haya muerto Marx, aunque debemos volverlos a vivir con mucho sentido común. Yo no estoy a favor de las afirmaciones ateas. Es más, estoy convencida de que el ateo no existe, de que es una invención de los curas .
P: » Qué piensa usted de los atentados terroristas que han tenido lugar en los últimos años y han llegado a su punto culminante con el secuestro de Aldo Moro?
R: »Pues me parecen fatal, pero considero que cabe analizar las causas que los acarrean. Esta es la diferencia entre algunos intelectuales que fideísticamente firman contra las Brigadas Rojas y yo. Considero que estos años son de reprochar, dignos de condena en sí. Pero si no se explican las causas que los han creado nos veremos obligados a vivir con el terrorismo. El terrorismo se convertirá en un hecho endémico y epidérmico en Italia si no intentamos hallar las causas .
P: » Puede darnos una visión de la Italia actual?
R: »Es una realidad sobre la que podemos ejercer muy poco nuestro poder intelectivo en estos momentos pues nos hallamos sumergidos en la emotividad. Todo intento de explicarnos lógicamente los hechos al día siguente se convierte en desilusión. Yo por ejemplo, creía que las BR no podían matar a Moro considerando una lógica interna suya, en cambio ellos dicen haber pasado a la ejecución de la sentencia. Desde luego, en este país suceden cosas que también suceden en todas partes, pero suceden con una crueldad y una confusión increíbles. La confusión en este país ha llegado al colmo. Vosotros habéis visto, por ejemplo, la división existente entre los que querían negociar con las Brigadas Rojas y los que no querían negociar. Era una cosa insensata, pues a favor de las negociaciones se hallaba: el Partido Socialista Italiano (PSI), Lotta Continua (LC), los obispos, los amigos de Moro y la familia de Moro. En contra de las negociaciones se hallaban la Democracia Cristiana (DC) y el Partido comunista (PCI). De esta
parte existía más seguridad, una línea más clara. De la otra una confusión inmensa y se han visto los resultados, que las Brigadas Rojas no han tenido en cuenta para nada esa alianza entre monseñores y extremistas y han actuado de una manera que, a mi juicio, no obedece ni tan siquiera a una lógica interna, a la lógica del movimiento revolucionario. En primer lugar hubiesen tenido que considerar que la abolición de la pena de muerte en Italia era un hecho revolucionario y que restaurando la pena de muerte le brindaron al Estado la oportunidad de restaurarla, o por lo menos les han dado el valor a aquellos que piden que la pena de muerte vuelva a ser ley del Estado italiano .
P: » No cree usted que los terroristas entran en los herejes de los que hablaba usted hace poco?
R: »No, no, en absoluto. Sé que la herejía es algo que saca adelante. El terrorismo por lo que provoca hace andar para atrás. No, no creo que este terrorismo sea efectivamente revolucionario. Es más, creo que se trata de un instrumento reaccionario, aunque a nivel de ejecutores exista una intención revolucionaria. En efecto, por lo que provocará, el terrorismo es reacción, no herejía .
(Transcripción publicada por "L'Ora", 9 de mayo de 1979)